UN “ ERRANTE PIE GRANDE” Y UN ANGEL; VISTOS POR “EL TIO DANIEL”
MI HISTORIA DE LOS DÍAS SABADOS
Por. Un apasionado por la historia huehueteca/Autor del Blog, quién se inspira en su gran amor por su ciudad natal
QUIÉN DEDICA ESTA HISTORIA AL PADRE ETERNO, A MI SALVADOR JESUCRISTO Y AL ESPIRITU SANTO
Nota: las 2 historias, la del "errrante loco" y la del "angel" son totalmente veridicas, vividas por el autor del blog.
Sábado 12 de Febrero del año del Señor de dos mil veintidós.
Amaneció con frío en la ciudad de Huehuetenango, pero conforme la mañana avanza el sol empieza a surgir con brillantez, y luego empieza a calentar el ambiente huehueteco.
Hace cuatro meses, desde Octubre, para ser más específicos, que el tío Daniel, Felipe el escritor, y Estanislao el soñador, no se reúnen en día sábado, para compartir alguna anécdota o historia. Hoy tienen la oportunidad de hacerlo, y los acompañan Susana del Mar, Antonio, Luis y Jorge (sobrinos de Daniel), también se encuentra con ellos Sarah Elizabeth, (amiga de Susana).
Jorge toma la palabra, y dice al tío Daniel:
—Tío, deseamos escuchar una de tus historias, relacionadas con lo misterioso e inexplicable —.
—Bien, estimados oyentes, a mi narrativa le titularé “Misterio ser, misteriosas palabras”—dijo inicialmente el tío Daniel.
No recuerdo exactamente el año, pero sucedió entre 1988 al 2,000 esta historia. Estaba atendiendo mi negocio, que estaba situado en una calle muy tranquila; de la rotonda del boquerón donde no transitaba mucha gente.
Un día entró un hombre, venía del lado de la calle que hace muchos años conectaba el lugar llamado “el curtiembre”, con el puente de Jumaj.
Estaba yo ocupado en mis labores, cuando vi entrar a ese hombre, cuyo aspecto trataré de describir.
Tenía una estatura alta de 1,80m o más. Su cabello revuelto y largo le llegaba hasta los hombros. Usaba barba abundante y larga que bajaba hasta el esternón. Vestía playera y pantalón, ambos de color negro y para añadir estaban muy desgastados y sucios.
Poseía torax ancho y brazos gruesos. Por su tamaño y figura pesada, asi como por la barba, su cabello largo y sucio, se parecía a un oso, o bien a un hombre desquiciado.
Me fijé bien en sus pies descalzos que eran muy grandes y demasiados toscos. Una patada con esos pies y pienso que cualquiera la pasaría muy mal.
Anteriormente yo había colgado en la pared un cuadro donde aparecían unas fotos a colores de una revista que en primer plano mostraban en primer plano, un enorme opalo de color azul; sostenido por las manos de un minero del desierto australiano; otra imagen se apreciaba un rubí en su estado natural en forma de cristales y luego ya pulidos con sus facetas brillantes y esplendorosas.
Nada más entrar a mi negocio y este extraño hombre con aspecto de loco, se dirigió hacia las fotos de las piedras preciosas; las señaló con mano e índice acusador, y en un tono de enojo y reproche exclamó:
“ —! Estas piedras preciosas; el diamante, el zafiro, el opalo y el corindón; son piedras que estaban en el jardín del Edén, el hombre no tiene por qué sacarlas de la tierra. Algún día tienen que regresar al lugar donde pertenecieron!. Es por causa de que el hombre robó esas piedras del Jardín del Eden; que la humanidad está como está. (Arruinada)
Desde que vi entrar a ese ser, en mi mente y corazón elevaba mi oración a Dios y había pedido la protección de la preciosa sangre de Cristo.
Después ese hombre se dirigió a ver una vitrina alta, donde yo tenía en exhibición, unas Biblias. y me preguntó.
—Usted lee la Biblia—
—SÍ; la he leído varias veces—le contesté, y seguidamente le “disparé”, una pregunta demasiado significativa, observando al mismo tiempo su rostro sucio y grotesco; para ver que reacción produciría mi pregunta.
— ¡Y usted!; ¿ha leído alguna vez la Biblia?—
La respuesta de este hombre con aspecto de “oso loco”, me “sorprendió”.
—!Yo leo mucho la Biblia¡—
Pensando si acaso, no sería el mismo diablo; le dirigí unas breves palabras acerca del Señorío de Jesucristo. Luego este hombre salió y siguió con rumbo al centro de Huehuetenango—.
—¡Uff! Me tenías en suspenso, exclamó Susana del Mar y Cielo—
—Tío, ¿piensas que ese ser tal vez era el diablo?—interrogó Luis.
—En esta vida, todo es posible, queridos sobrinos y demás oyentes—, contestó el tío Daniel—. y seguidamente añadió.
—Algunos detalles de esta
experiencia vivida; me dejaron en profunda reflexión, cuando este hombre se
marchó de mi negocio. Primer punto de reflexión: le diré que a mi mente acudía la figura del
endemoniado gadareno descrita en los evangelios, donde leemos lo siguiente: ("..Y
cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros,
un hombre con un espíritu inmundo,5:3 que tenía su morada en los sepulcros, y
nadie podía atarle, ni aun con cadenas.
5:4 Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas
habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía
dominar.
5:5 Y siempre, de
día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e
hiriéndose con piedras.
5:6 Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él.
5:7 Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.
5:8 Porque le
decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo.
5:9 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque
somos muchos. Marcos cap. 5)
Segundo punto de reflexión : reflexionaba en la profundidad de sus palabras.
¿Por qué ese hombre con ese aspecto tan rudo y descalzo, hacía una aseveración de dimensión tan profunda; como lo es el afirmar que las piedras preciosas , como el Diamante, el Zafiro, Y el corindón eran las piedras; que al principio de los tiempos estaban en el Jardín del Edén.
Mis preguntas se desarrollaban así.
a-¿Cuál era el motivo de su enojo al ver en la pared esas gemas como el rubí y el zafiro?
b-¿Cómo un hombre del aspecto de un vagabundo loco, descalzo y con unos pies grandes y descalzos; usaba y comprendía términos tan especiales de la Gemología como lo es el "Corindon"?
c- ¿Cómo sabía que la base química de los Zafiros y rubíes es el Corindón.
Tercer punto: Un personaje como el descrito; ¿en que momento y espacio se daba a la tarea de leer la Palabra de Dios?
Seguiré narrando que sin lugar a dudas este ser —que decía leer mucho la Biblia —se refería al pasaje bíblico que dice: ( "28:13 En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.
28:14 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. 28:16 A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Libro de Ezequiel ")
—Tío Daniel; ¿Qué es el corindón?—preguntó Antonio.
—Nuestro amigo, Felipe el escritor, será el encargado de dar la respuesta—dijo a su vez, el tío Daniel.
—Chicos y chicas, el corindón es un mineral de oxido de aluminio, viene del sanscrito kuruvinda, que significa rubi--sus variedades principales son el rubi (de color rojo) y el zafiro de color azul). Puede producir bajo la tecnología muy adelantada fluorescencia ultravioleta de rayos laser, poderosos para traspasar fácilmente el acero, pero ahora pido a Daniel que cuente su historia sobre una personificación del Señor Jesucristo eue él cree que lo visitó una vez—puntualizó Felipe el escritor.
Retomando la palabra, “el tío Daniel” continuó:
Por el año 2,000 atendía el mismo negocio, donde siempre pasaban personas menesterosas a pedir una moneda .En una ocasión estando yo sentado y muy ocupado en mis quehaceres apareció un mendingante en la entrada del local. Sin que esta persona me pidiera algo, yo salí de mi silla, detras del mostrador y fui a la puerta donde él se había detenido y no había dado un paso más. Para ahorrarme palabras tanto de la persona limosnera, como las mías, llevaba ya una moneda en mi mano. Dando por hecho que eso era lo que pedía el hombre que tenía enfrente se la dí. Él a su vez extendió su mano y la tomó.
No fue un dar y recibir común….El hombre que estaba frente a mí llamó mucho mi atención….no por su aspecto de pobre…vestía camisa blanca y pantalón casí del mismo color o beige. El pantalón era corto y le llegaba arriba de los tobillos. Calzaba “caites de cuero amarillo”…se apoyaba en su baston de madera rustica que era un palo descortezado de color café amarillo. La anterior descripción es demasiada común. La sorpresa para mi fue que al verle vi en su rostro una sonrisa de comprensión y de algo que no sabría decir. Sus ojos eran demasiado claros para quién yo pense a primera vista como un “indígena”. Eran de un color muy brillante, de un color ambar claro transparente.
Esa mirada era inocente , tan pura que casí podía ver el fondo del alma de esa persona. Este hombre con aspecto de limosnero tenía una estatura muy baja, quizá medía 1.55 a 160 cms. Por lo que yo le aventajaba unos 20 0 25 cms. Pero el grande aquí no era yo….me sentí en ese momento que estaba delante de la presencia de un ser que podía ver dentro de mi , que estaba ...leyendo en mi corazón y en mi mente. Me sentí pequeño. El no dejaba de sonreír con una dulzura, una paz y un amor. Dire que este “limosnero" proyectaba una gran dignidad, una presencia majestuosa a pesar de su aspecto. Me quedé desarmado delante de su presencia. Pasados unos minutos el salió y yo regresé a mi silla con multitud de pensamientos en mi cabeza.
¿Sería un ángel?
¿Y si era una manifestación de la presencia Jesucristo?....
En ese entonces, al igual que hoy, se qué no era una persona común quién vi ese día.
Después el tío Daniel invitó a sus oyentes a comer unas deliciosas quesadillas, acompañadas de jugo de tamarindo.
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