Cantores, Poetas y escritores del mundo, cantad , y escribid para Dios, y no a las vanidades del mundo que un día serán consumidas por fuego, porque la obra de cada uno será examinada con fuego, lo piadoso perdurara, más la cizaña y el rastrojo serán consumidos y luego ceniza al viento del olvido. Por ello ofreced vuestra “corona” a los pies del Señor Jesucristo.
“LAS BODAS DEL CORDERO” 31-Enero-1987
Por el autor del blog , un apasionando por la historia
I
¡Mirad¡, Cuán alegres las bodas del Cordero,
De todos los confines terrestres es su flamante Esposa,
El, sereno y más hermosos que un lucero,
Ella, ataviada como una exquisita y fragante rosa.
II
Rostros sonrientes, todos con regias coronas.
Un presente es llevado por el profeta Isaías.
Ya no huye presuroso el profeta Jonás,
Ni tampoco llora amargamente el buen Jeremías.
III
Más allá vemos al piadoso Isaí,
Padre del dulce cantor de salmos,el amado,
Quien junto con Ruth, y la risueña Noemí,
Llevan un regalo de rico metal dorado.
IV
Muy entusiasta contempla el general Naamán,
La real comitiva y la guardia de honor,
Encabezada por el obediente Patriarca Abraham,
Seguido por el arrepentido rey Nabucodonosor.
V
Oficia la ceremonia, el Excelso Señor,
Asistido por el bendito Espíritu Santo;
Vestidos ellos con magnitud y fulgor,
En tanto una orquesta de ángeles, ofrece un lindo canto.
VI
Luego pasan a la gozosa cena,
Seguidos de sus amigos invitados.
En el centro, los Esposos, juntos como fresca azucena.
Todos en la grandísima mesa, cómodamente sentados.
VII
Sirven manjares, con vinos, los bellos querubines,
Con corazón y rostro muy brillantes,
Ayudados tesoneramente por ligeros serafines,
Con vestiduras de oro y perlas, muy elegantes.
VIII
Mientras la música continua, con suaves arpegios,
Un salmo el rey David entona,
Y deposita a los pies del Señor, su corona…
Al ritmo baten palmas un grupo d ehermanos judíos.
XV
No pasan desapercibidos los fogosos hispanoamericanos,
Ni tampoco los nobles europeos, y meditativos asiáticos,
Danzan y cantan los sinceros africanos,
Y para siempre, todos esparcen incienso aromáticos.
X
Pide la palabra el fiel hebreo Zabulón,
Y dice: Amados, gustad el amor y la bondad,
Y gocémonos eternamente en la santa trinidad,
Por lo cual pido, adoremos de verdadero corazón.
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