domingo, 11 de septiembre de 2022

14- “…CUANDO HUYE SATANÁS” C.S.LOVETT

“…CUANDO HUYE SATANÁS”

C.S.LOVETT

Covina, California.

1969

El CORAZON de este libro es una PERSONA : SATANÁS.

El OBJETO de este libro es entrenar cristianos para la lucha espiritual contra el demonio y equiparlos para AHUYENTARLO.

El SUPUESTO BÁSICO de este libro es la aceptación indubitable de lo que dice la Palabra de Dios sobre el MALIGNO.

El EXITO de este libro depende de la diligencia que aporte el lector para VERIFICAR lo que lea a la luz del Espíritu de Dios y para PRACTICARLO en el Nombre de Cristo.

NOTA: los principiantes rara vez descubren la pre­sencia de Satanás inmediatamente, sino hasta que están bien envueltos en sus maquinaciones. Pero no se irrite contra usted mismo si encuentra que olvidó al diablo y no lo recuerda hasta que ya lo sugestionó. Esto es enteramente normal en quienes comienzan a entrenarse para vigilar por la presencia diabólica.

Pasan los días. Si tiene muchas actividades, es posible que Ud. haya tenido suficientes responsabilidades que le impidieron preparar su lección al principiar la
semana. Pero hoy es ya Jueves, no hay reuniones ni salidas a la tienda. Se siente tan bien cuando no hay nada qué hacer. Sus dedos hallan las programaciones de televisión. Según esto, parece que hay una buena película. Magnífico descanso después de todo un día de trabajo.

"Además, tengo hasta el sábado en la noche para preparar mi lección."

¡ESO! Su vista acaba de ver la tarjeta y su mensaje. Su punto débil. ¿De dónde salió eso de "Tengo hasta el sábado en la noche"?? No parece muy propio de una entusiasta obrera del Señor, que digamos. Llegó el mo­mento. Usted ha percibido el ataque de la inspiración satánica. No hay duda de que la sugestión apela a la carne. Descanso y entretenimiento son tendencias natu­rales en una mujer que ha trabajado todo el día. Aquí está, por fin, un acontecimiento definido; que puede us­ted trazar con toda seguridad a la acción satánica. ¿Lista para resistirla? Bien hecho.

Como esto es algo privado, vale más que se encierre donde no haya testigos. El lavabo es buen lugar por‑ que el espejo recuerda el disfraz del diablo. Tal vez traga
saliva y tartamudea las primeras palabras. ¿Algo nerviosa? Seguro, hay una enorme diferencia entre teoría y práctica. Pero usted va a intentarlo de todas maneras:

lliSATANAS, EN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESÚS, VETE DE AQUI! PORQUE ESTA ESCRITO, TODO LO QUE HAGAIS, HACEDLO DE CORAZON, COMO AL SEÑOR.-

144

Lo hizo y no estuvo del todo mal. El techo no le cayó encima ¿verdad ? Seguro que no, pero sintió usted algo de timidez. Eso está muy bien. Los cristianos son más poderosos cuando OBRAN en humildad. Es entonces cuando la potencia de Dios se perfecciona en nosotros. No tema que Satanás se aproveche de su timidez. Al contrario. Esto pasa con los principiantes pero la próxima vez será mucho más fácil.

¿Resultados? Satanás huyó. ¿Cómo se siente ahora?

Vuelva a donde está la televisión y dígame ¿todavía quiere ver esa película ? No. Ahora su mente está embar­gada por nueva sugestión. Todo lo que quiere es experi­mentar la sublime emoción de hallar lo que el Espíritu Santo tiene que enseñarle para su clase dominical. Ahora ya no sólo quiere preparar la lección sino que está ansiosa de hacerlo, sólo para agradar al Señor. Ahora que piensa en El, es más atractivo hacer Su voluntad que ver tele­visión.  Satanás ha perdido ese encuentro

 recuerda hasta que ya lo sugestionó. Esto es enteramente normal en quienes comienzan a entrenarse para vigilar por la presencia diabólica.

Pasan los días. Si tiene muchas actividades, es posi‑ ble que Ud. haya tenido suficientes responsabilidades que le impidieron preparar su lección al principiar la semana. Pero hoy es ya Jueves, no hay reuniones ni sa‑ lidas a la tienda. Se siente tan bien cuando no hay nada qué hacer. Sus dedos hallan las programaciones de tele‑ visión. Según esto, parece que hay una buena película.
Magnífico descanso después de todo un día de trabajo.

"Además, tengo hasta el sábado en la noche para preparar mi lección."

¡ESO! Su vista acaba de ver la tarjeta y su mensaje. Su punto débil. ¿De dónde salió eso de "Tengo hasta el sábado en la noche"? No parece muy propio de una entusiasta obrera del Señor, que digamos. Llegó el mo­mento. Usted ha percibido el ataque de la inspiración satánica. No hay duda de que la sugestión apela a la carne. Descanso y entretenimiento son tendencias natu­rales en una mujer que ha trabajado todo el día. Aquí está, por fin, un acontecimiento definido; que puede us­ted trazar con toda seguridad a la acción satánica. ¿Lista para resistirla? Bien hecho.

Como esto es algo privado, vale más que se encierre donde no haya testigos. El lavabo es buen lugar por‑ que el espejo recuerda el disfraz del diablo. Tal vez traga saliva y tartamudea las primeras palabras. ¿Algo nerviosa? Seguro, hay una enorme diferencia entre teoría y práctica. Pero usted va a intentarlo de todas maneras:

lliSATANAS, EN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESÚS, VETE DE AQUI! PORQUE ESTA ESCRITO, TODO LO QUE HAGAIS, HACEDLO DE CORAZON, COMO AL SEÑOR.-

144

Lo hizo y no estuvo del todo mal. El techo no le cayó encima ¿verdad ? Seguro que no, pero sintió usted algo de timidez. Eso está muy bien. Los cristianos son más poderosos cuando OBRAN en humildad. Es entonces cuando la potencia de Dios se perfecciona en nosotros. No tema que Satanás se aproveche de su timidez. Al contrario. Esto pasa con los principiantes pero la próxima vez será mucho más fácil.

¿Resultados? Satanás huyó. ¿Cómo se siente ahora?

Vuelva a donde está la televisión y dígame ¿todavía quiere ver esa película ? No. Ahora su mente está embar­gada por nueva sugestión. Todo lo que quiere es experi­mentar la sublime emoción de hallar lo que el Espíritu Santo tiene que enseñarle para su clase dominical. Ahora ya no sólo quiere preparar la lección sino que está ansiosa de hacerlo, sólo para agradar al Señor. Ahora que piensa en El, es más atractivo hacer Su voluntad que ver tele­visión. Satanás ha perdido ese encuentro

¿Por qué este cambio? Simple. Como se removió la presión de la vieja naturaleza, la naturaleza nueva tiene libertad para dirigir. Al callar la voz de Satanás, la del Espíritu Santo resuena claramente en su corazón. Cuando huye el que tiene poder sobre la carne, El que habita en la nueva naturaleza de usted, puede tomar las riendas. Usted se sorprende pen­sando en el Señor y en lo que puede hacer por servirlo no por obligación, sino por placer y como gran privilegio. Y a medida que comienza a obedecer, la emoción va en aumento. A los pocos momentos descubre también que hay más descanso y recreación en hacer la voluntad di­vina que en ver TV. El milagro ocurre cuando huye Satanás. Si usted no lo hubiera corrido en el Nombre de Cristo, jamás habría usted saboreado este gozo. ¡ Victo­rias así son celestiales!

NO ES ALGO DIFICIL

Por el caso imaginario anterior, usted puede ver lo sencillo del plan. Lo que hizo la maestra de escuela do­minical con su tendencia a dejar todo para después, usted puede hacerlo con cualquier otra de sus propias debi­lidades. Todo se reduce a seleccionar una tarjeta, usar el ejercicio ante el espejo y tener a flor de labio el versículo anti-satánico. Al momento que usted sorprende al diablo en acción o sospecha que está accionando puede usted hablarle haciendo uso de la Palabra de Dios, en el Nom­bre de Cristo. De allí en adelante, el Espíritu Santo se encargará de lo demás. El es quien facilita la tarea.

Los resultados dependen enteramente de la seriedad con que tome usted la Palabra de Dios y de la fe que usted emplee para hablar a Satanás. Ponerse el UNIFOR­ME no es simple rutina de agregar el Nombre de Cristo a la frase, sino la realización de que usted no tiene nada que asuste a Satanás. Si usted le habla realmente en Cristo, huirá. No se preocupe de esto. El no quiere la unción de la Palabra en su corazón; odia su luz cegadora. Su espíritu traicionero tiembla de terror a la vista del uniforme sagrado. El huirá ; no puede hacer otra cosa que huir.

• Usted gozará plenamente el milagro de hacerlo huir. Esté listo a dar las gracias al Señor con todo el corazón pues fue obra de El; el triunfo vino de El mediante Su Espíritu. Las pocas palabras pronunciadas por usted sir­vieron simplemente para poner en movimiento el PODER DE DIOS. Usted se limitó a oprimir el botón.

UN CASO REAL

Un amigo mío, funcionario de una sociedad anónima ya desaparecida, fue citado al juzgado. Una compañía de aviación había demandado a su antigua compañía, buscando remover las trabas legales para cobrar de cada ex-funcionario la cantidad que adeudaba la ex-corporación. Se trataba de una cantidad muy elevada y la acción judicial para hacerla efectiva, estaba muy ade­lantada.

Mi amigo reaccionó como cualquiera en su lugar pues no era responsable de la deuda. Pero como había pertene­cido a la negociación demandada, la demandante tenía muchas probabilidades de obligarlo a pagar parte de esa enorme suma. Era injusto pero así son las cosas y ahora tenía que afrontar el problema.

¿Cómo intervino Satanás en esto? Preocupación. Mi amigo tenía motivos "legítimos" para estar preocupado. Por supuesto que no existe tal cosa, pero nada puede impedir que obremos humanamente en estos casos. Así que se fue a la cama con su problema, le dio "vueltas" toda esa noche y por tres días seguidos fue su compañero inseparable. Para cuando pude hablar con él, ya era un caso agudo de ansiedad.

Le expuse oralmente el plan que usted ha visto, hasta que estuve seguro de que lo había entendido. Estaba dis­puesto a intentarlo y, desde luego, yo estaba muy inte­resado en ver qué sucedía. Al siguiente día me telefonea :

"Bueno, hermano, traté, pero no creo que haya servido de mucho. Tal vez el plan no se aplica a mí."

"¿Te declaras vencido o tratarás de nuevo?"

i"Trataré de nuevo. Tal vez es asunto de mi fe en Satanás. Es algo totalmente nuevo para mí. Pero si alguien puede triunfar en esto, yo también quiero hacerlo. Honesta­mente, hermano, ando desesperado."

Eso es lo que yo quería oírle decir. Sabía que no era fácil que pasara de una conversación conmigo a conversar ,con el diablo y que lo hiciera con la misma fe con que hablaba a Dios, De hecho, yo no podía ver cómo podía el acumular suficiente fe en Satanás (mejor dicho en la Palabra de Dios) para tratar con Satanás como acostum­braba hacerlo con el Señor. Así que en eso invertimos el resto de la discusión. Pronto comenzó a "pescar" la idea.

"Memo, ¿te acuerdas del versículo que dice: 'No tenéis porque no pedís'?"

"Seguro."

"Bueno, lo mismo se aplica a la victoria sobre Satanás.

"No tienes porque no resistes." Nuestra resistencia a Sa­tanás es un caso tan definitivo como nuestras peticiones a Dios."

"Pero yo resistí a Satanás . . . creo. . . ."

"Memo, te has fijado que cuando realmente quieres algo en oración lo pides en voz alta. Cuando es una situación crítica te hincas. Y cuando estás verdaderamente desespe­rado, clamas a Dios con lágrimas."

"Yo he hecho eso."

"Bien, lo mismo pasa al tratar con el diablo. Si verdade­ramente quieres triunfar como cristiano te le enfrentas definitivamente, le hablas, le das la orden, te afianzas en el Nombre del Señor Jesús y con plena autoridad le ordenas que se vaya. Cuando Satanás es tan real para ti como Cristo, tratas con él tan urgentemente como cuando clamas de rodillas a Dios. ¿Entiendes esto?"

"Ya te entiendo. . . ."

Me quedé esperando noticias de Memo. Estaba seguro de que aumentaría su fortaleza y dominaría sus temores. Se hizo esperar varios días y yo comenzaba ya a sentirme preocupado por él. Pero sus palabras tranquilizaron todo. .. .

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"Esto es realmente grandioso. No creo que los cristia­nos tengan idea exacta de Satanás."

"Platícame qué pasó, Memo. La única vez que hablamos tenías tus dudas sobre el plan. . . ."

"Traté dos veces sin resultado. Pero anoche le dije al Señor que si había algo cierto en esto de resistir a Satanás me ayudara, o yo no me ocuparía más de ello. Y allí mismo le dije a Satanás que no quería tener nada que ver con él y que valía más que se largara. ¿Sabes qué? Se fue. Tal vez hasta entonces lo hice seriamente.

• Las palabras de Memo no se ajustaban exactamente a la fórmula pero contenían lo que se necesitaba para hacer huir a Satanás. Habló a Satanás sin dudar de su pre­sencia ahí; lleno de fe. Usted puede ver los resultados. No importa si pedimos a Dios o resistimos a Satanás, lo que decide todo es que no haya dudas.

LA DOCTRINA FRENTE A LA VIDA Al principio, espere fallas

Seguramente usted recuerda que Tomás Edison tuvo diez mil fracasos antes de poder inventar el bombillo eléctrico. ¿Quién se acuer­da de eso ahora? Fue tan enorme su éxito que nadie menciona los desánimos que le asaltaron. Cada fracaso nos acerca más al triunfo.

No digo que usted necesita fracasar diez mil o, si­quiera diez veces. Pero usted tendrá fracasos, no sé cuán­tos. La primera vez que ordene al diablo irse, sólo lo hará reir, posiblemente. Si la mente de usted está llena de dudas sobre él y sobre el poder de la Palabra de Dios para echarlo, seguro que sólo consigue divertirlo. Sin que se dé cuenta, estará usted resistiéndolo en nombre de usted. Pero no se deje preocupar por eso. El Señor sabe que tenemos que aprender ésta así como aprendimos a desempeñar otras tareas cristianas. El protegerá a usted y no dejará que Satanás le perjudique. Nada podrá da­ñarle cuando, de corazón, quiera vivir por el Salvador y hacer Su voluntad. Y cada fracaso lo acercará al triunfo. • Sus dudas serán el principal obstáculo al principio. "¿Será cierto que me oye Satanás? ¿Huirá al dispararle la Palabra de Dios? ¿Será que el Espíritu Santo usa la Palabra como espada contra el diablo? ¿No estaré ha­blándole al aire? ( Satanás es el príncipe de la región del aire) ¡Me siento tan idiota haciendo cosas así!" Al principio su espíritu será inundado por ideas como estas. Se sentirá trabado y tonto. ¿Recuerda la primera vez que habló en voz alta al Señor? Fue algo muy semejante. Necesitó acostumbrarse. Pero lo consi­guió. Ahora ya no le preocupa que Cristo permanezca invisible.

Equivale a dirigirse, por fe, a una persona. No es fácil. Los primeros intentos serán simples experimentos, lo cual está perfectamente. Con el tiempo le resultará igual­mente natural resistir a Satanás como hablar con Cristo. Todo lo que usted necesita es el primer éxito que hará, por su sistema defensivo, lo que por su vida de oración hizo su primera petición contestada. El éxito se encarga de borrar todo desánimo. Así que prepárese a pasar por varios fracasos antes de que pueda saborear el éxito. Cuando sienta la emoción de hacer huir a Satanás, acep­tará que la VIGILANCIA puede ser tan importante como la ORACION (Mat. 26:41).

ELIMINACION DE MALOS HÁBITOS

A veces el cristiano está dominado por algún mal hábito del que quisiera librarse totalmente. Agoniza en oración pero lo domina la culpa delante de Dios. Parece que entre más ora, más se aprietan las cadenas que lo oprimen. Y sigue esclavizado hasta que algún extraordi­nario golpe de la vida le da el propósito inquebrantable de cambiar. O, puede seguir el método bíblico : resistir victoriosamente a Satanás.

El mismo cristiano puede liberarse enfrentándose di­rectamente con Satanás. Puede hablar al diablo usando la Palabra de Dios en el Nombre de Cristo y la presión cede inmediatamente. Este procedimiento puede eliminar hábitos tales como los de fumar, robar, embriagarse o padecer desórdenes sexuales.

La diferencia en el tratamiento del hábito y de la sugestión está en que, mientras la sugestión puede remo­verse en un encuentro con Satanás, para librarse de un hábito, se requiere una larga lucha. Como usted sabe, los hábitos no resultan de un día para otro. Se desarrollan con el tiempo. Por tanto, su curación tampoco puede ser instantánea. Es posible que el primer día haya que correr a Satanás por un centenar de veces.

La, fuerza del hábito determina la de la lucha que se necesita para erradicarlo. Satanás no rinde fácilmente los viejos hábitos pues le proporcionan todas sus fuentes de dominio. Usted está expuesto continuamente y él pue­de manejarlo casi a voluntad. Le encanta burlarse de Dios por medio de usted y de la culpa que se acumula en el interior de usted. Así que no dejará que usted escape fácilmente. Huye cuando se le ordena; pero está cerca, al acecho. Al menor descuido vuelve a colarse y este proceso se repite varias veces.

Los hábitos se edifican por el uso. Se eliminan por el desuso. El desuso se establece cuando usted resiste con­tinuamente por un tiempo. Abandone un hábito por unas semanas, aun a costa de lucha continua, y después verá que ha perdido su fuerza. Así se obtiene la victoria. Pero como toda victoria, necesita lucha. Esta lucha es algo permitido y se gana cuando el cristiano se decide a afrontarla en el poder de la Palabra de Dios.

Pero no olvide. No se conseguirá la victoria hasta que el cristiano haga algo con Satanás. El diablo es la causa y hay que enfrentársele.

 

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