LA BÚSQUEDA FINAL
Rick Joyner
1997
Cuando uno de los prisioneros comenzó a hacer esto, un demonio que estaba esperando por un recorrido se montó sobre él y lo condujo hasta una de las divisiones delanteras.
Peor que el vómito de los buitres era una sustancia mucosa repugnante que los demonios orinaban y defecaban encima de los cristianos sobre los cuales montaban. Esta sustancia mucosa era Orgullo, Ambición Propia, etc., naturaleza que caracterizaba la división. Sin embargo, la sustancia mucosa hacía que los cristianos se sintieran mucho mejor que la condenación que ya sentían, de manera que fácilmente creían que los demonios eran mensajeros de Dios y estaban convencidos que esta sustancia mucosa era la unción del Espíritu Santo.
Me había sentido tan asqueado por el ejército malvado que quería morir.
Luego la voz del Señor vino a mí diciendo: «Este es el comienzo del último ejército del enemigo. Este es el engaño final de Satanás. Su último poder de destrucción se desencadena cuando utiliza a los cristianos para atacarse unos a otros. A lo largo de la historia él ha empleado este ejército, pero nunca ha podido utilizar a tantos para sus propósitos malvados como lo está haciendo ahora.
No temas; yo también tengo un ejército. Debes ponerte de pie y luchar, porque no hay ningún lugar para esconderse de esta guerra.
Debes luchar por mi reino, por la verdad y por aquellos que han sido engañados.»
La palabra del Señor fue tan motivadora que inmediatamente comencé a gritar llamando la atención de los prisioneros cristianos, diciéndoles que estaban siendo engañados, creyendo que me iban a escuchar.
Cuando lo hice pareció que todo el ejército se volteó a mirarme, y el temor y la depresión que estaba sobre ellos comenzó a venir en contra mía.
Continué gritando porque pensé que los cristianos se despertarían y se darían cuenta de lo que les estaba sucediendo, pero por el contrario, muchos de ellos comenzaron a buscar sus flechas para dispararme. Los otros simplemente se detuvieron como si no supiesen qué hacer o pensar de mí.
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