sábado, 28 de octubre de 2023

SE INICIA LA BATALLA 18-19

 LA BÚSQUEDA FINAL

Rick Joyner

1997

  Supe entonces que había hecho esto prematuramente y que había sido un error muy tonto.

SE INICIA LA BATALLA

Me di vuelta y vi el ejército del Señor de pie, detrás de mí. Había miles de soldados, sin embargo eran grandemente excedidos en número por el enemigo. Estaba conmovido y desalentado, ya que parecía que en realidad los cristianos utilizados por el malvado eran muchos más que los que había en el ejército del Señor. También sabía que la batalla que se iba a iniciar, se percibiría como La Gran Guerra Civil de los Cristianos, porque muy pocos comprenderían los poderes que estaban detrás del inminente conflicto.

A medida que observaba de cerca al ejército del Señor, la situación parecía más desalentadora. Solo un número pequeño estaba completamente vestido con su armadura. Muchos solo tenían puesta una o dos piezas de la armadura; algunos no tenían nada. Una gran cantidad ya estaba herida. La mayoría de los que tenían su armadura completa portaban un escudo muy pequeño, el cual sabía que no les protegería del ataque violento que vendría. Para mi sorpresa, la gran mayoría de estos soldados eran mujeres y niños. Muy pocos de los que estaban completamente armados se hallaban entrenados adecuadamente para usar sus armas.

 Detrás de este ejército había una multitud que los seguía, similar a los prisioneros, quienes seguían a las huestes malvadas. Pero estos eran muy distintos en naturaleza. Parecían extremadamente felices, como si estuviesen intoxicados. Estaban jugando, cantando, celebrando y deambulando de un pequeño campamento al otro. Estos me recordaron al festival de Woodstock.

19

LA BÚSQUEDA FINAL

Corrí hacia el ejército del Señor para escapar del ataque violento que sabía vendría contra mí desde las huestes malvadas. Desde cualquier ángulo parecía que estábamos a punto de ser masacrados con una masacre unilateralmente. Estaba particularmente preocupado por este gentío que seguía al ejército, así que intenté levantar mi voz por encima del clamor para advertirles que la batalla iba a comenzar. Solo unos pocos podían oírme. Aquellos que respondieron me hicieron la señal de la paz con sus manos, y dijeron que no creían en la guerra, que el Señor no permitiría que nada malo les sucediera. Procuré explicarles que el Señor nos había dado armadura porque la necesitábamos para lo que iba a suceder, pero simplemente respondieron que habían venido a un lugar de paz y de gozo, donde nada podría sucederles. Comencé a orar sinceramente para que el Señor incrementara el número de escudos de aquellos con armadura, para ayudar a proteger a los que no estaban listos para la batalla.

Luego un mensajero vino a mí, me dio una trompeta y me pidióque la tocara rápidamente. Lo hice y aquellos que al menos tenían parte de su armadura puesta inmediatamente respondieron, prestando firme atención. Les trajeron más armadura y se la pusieron rápidamente. Me di cuenta que los heridos no se pusieron la armadura sobre sus heridas, pero antes que pudiera decir algo acerca de esto, las flechas del enemigo comenzaron a llover hacia nosotros. Toda persona que no tenía la armadura completa fue herida. Los que no habían cubierto sus heridas recibieron nuevas cortaduras en ellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ENTRADA DESTACADA

LOS AMOTINADOS DEL BOUNTY; *1-9- *1855*

  ALECK,   Y LOS AMOTINADOS DEL BOUNTY ; O, INCIDENTES EMOCIONANTES DE LA VIDA EN EL OCÉANO.   SIENDO LA HISTORIA DE LA ISLA ...