Sábado, 28 de mayo de 2016
EL DICTADOR Y YO-- Jorge Ubico y Carlos Samayoa
Por Carlos Samayoa Chinchilla
La madre, hija de una familia criolla que se había avecindado desde hacía muchos años en la población cabecera del departamento de Huehuetenango, fue mujer bella, sensible, muy inteligente y tal vez un poco romántica. De su ingenio vivaz y original se refieren varias anécdotas que así lo confirman.
El padre, descendiente de aragonés, era, por el contrario, frío, duro, autoritario, y sin embargo muy amante de su hijo, en
quien sin duda veía al continuador de su sangre y heredero de sus
bienes. Según me ha referido uno de sus parientes, era hombre
materialista, calculador y muy dado a la lectura de Schopenhauer. No
cabe duda de que el contraste entre estos dos elementos anímicos se hizo
evidente en la personalidad contradictoria y paradágica del hijo varón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario