DIARIO ESPIRITUAL DE EMANUEL SWEDENBORG* i-viii

 EL DIARIO ESPIRITUAL DE EMANUEL SWEDENBORG

SIENDO EL RÉCORD DURANTE VEINTE AÑOS DE SU EXPERIENCIA SOBRENATURAL

TRADUCIDO POR

Professor GEORGE BUSH, MA

AND THE

Rev JOHN H SMITHSON

IN FIVE VOLUMES

VOLUME I

LONDRES

1 883

DIARIO ESPIRITUAL DE EMANUEL SWEDENBORG* i-viii

A medida que el lector avanza en la obra, también encontrará una variedad de originales , especialmente en la parte escrita en 1757, el memorable año del Juicio Final, que contribuirán significativamente a ampliar su conocimiento sobre el mundo espiritual y las leyes de la existencia espiritual.

 Para los lectores ya familiarizados con los escritos de Swedenborg, el “Diario Espiritual” presentará pocas dificultades, excepto las que puedan surgir del estilo elíptico en el que está escrito.

 Pero en cada página verá nuevas confirmaciones de la verdad de la peculiar misión y oficio del autor; verá que Swedenborg fue un instrumento extraordinario a quien el Señor, en Su Providencia y Misericordia, ha empleado en estos últimos tiempos para enseñar a la humanidad la verdadera naturaleza de Su Palabra, su sentido espiritual, interpretado, no por mera ingeniosidad y lancería humanas, sino según los principios fijos de correspondencia y analogía entre las cosas .

Principios tan fijos e inalterables como las leyes de la creación misma, verá además que Swedenborg, como consecuencia de un discernimiento superior y espiritual de la Palabra de Dios, ha podido extraer de ella las doctrinas genuinas del cristianismo y resolver así las grandes y molestas controversias que durante tanto tiempo han dividido a la Iglesia cristiana.

El autor ha sido el instrumento para transmitir a la humanidad una gran cantidad de valiosísimo conocimiento sobre el mundo espiritual y eterno: el cielo y el infierno, y las maravillosas realidades en relación con los estados de los hombres después de la muerte.

El lector podrá así seguir al autor en su aprendizaje y verlo esperar con calma, día tras día, durante muchos años, aquello que le sirvió como material para preparar sus diversas obras sobre los estados de los hombres después de la muerte. Y lo encontrará, al verlo desprevenido en la utilidad de las letras, siempre En consonancia con sí mismo, y siempre dedicado al mismo empleo excelso y santo: dar la interpretación espiritual de la Palabra Divina y comunicar ricos tesoros de conocimiento relacionados con el mundo eterno, que, por su tendencia a inspirar al lector a amar todo lo bueno, verdadero, santo y celestial, y al mismo tiempo a llenarlo de temor a todo lo malo, falso e infernal, es de la más valiosa descripción. El líder, al ser así introducido, por así decirlo, a la compañía privada de Swedenborg, recibirá una impresión más vívida de las cosas descritas y estará más plenamente convencido de su extraordinaria misión y oficio, espirituales y divinos

Para aquellos que no estén familiarizados con los escritos de Swedenborg, observamos que es deseable que lean previamente, al menos, su obra sobre “El Cielo y el Infierno” como preparación para una comprensión y apreciación colectivas de el siguiente Diario.

 Pero como esta obra probablemente será leída por algunos que no han tenido conocimiento previo de las otras obras del autor, puede ser conveniente observar que ningún conocimiento, después de las Verdades Divinas de la Sagrada Palabra, es más deseable que aquel que se relaciona con la inmutabilidad del alma humana, y que muestra la naturaleza de la vida a la muerte con la luz más espiritual. Este conocimiento, de hecho, está todo contenido en la Palabra cuando se despliega en su sentido espiritual. Porque debe ser evidente que la palabra que podemos aprender puede aclarar La verdad de la inmortalidad del alma puede llevar esta verdad a nuestros sentidos y sentimientos, y comprender la naturaleza de la vida después de la muerte. La certeza de que es que el alma despertará a un vívido sentido y percepción de las realidades espirituales y eternas, y se permitirá influenciarse y sentirse atraído por lo bueno del Cielo, y al mismo tiempo, ser impulsado por el temor a lo malo del Infierno. ¿Qué conocimiento práctico, nos preguntamos, puede ser más piadoso que este para promover la causa de la bondad y la verdad, de amor y fe, es decir, del cristianismo genuino en el mundo? Pero el “Diario Espiritual” comunica este conocimiento y, por consiguiente, exige solemnes demandas a la atención del líder. Pero cabe preguntarse, ¿cuáles son las evidencias de la misión de Swedenborg, y de su extraordinaria experiencia e iluminación espirituales? Las evidencias son de dos tipos: internas y externas. Las pruebas internas se encuentran en las obras mismas. Y las evidencias de la iluminación extraordinaria que, por la especial providencia de Dios, Swedenboig recibió para el bien de sus semejantes, también creemos, tras una lectura y estudio imparciales de sus obras, que resultan sorprendentes y convincentes. Y, cabe señalar, esta evidencia racional interna es lo que el ser humano, en cualquier grado de desarrollo, principalmente necesita; es aquello que realmente alimenta la mente sin infringir su libertad, y el empleo sereno e inalterado de sus facultades racionales a lo que el autor apela constantemente.