EL MUNDO COMO SERÁ* CUMMING* i-vi

  LIBROS RECIENTES Del autor de este volumen La Gran Tribulación; o Los acontecimientos que sobrevendrán en la Tierra (dos series). La Gran Preparación; o La Redención se acerca (dos series). La Gran Consumación; o El mundo como será (dos series). Enséñanos a orar; o Conferencias sobre el Padrenuestro (un volumen). Precio: $1.00 por volumen.

LA GRAN CONSUMACIÓN.

EL DESCANSO MILENARIO; O, EL MUNDO COMO SERÁ.

 JOHN CUMMING, D.D., F.R.S.E. MINISTRO DE LA IGLESIA NACIONAL ESCOCESA, CROWN COURT, COVENT GARDEN;

AUTOR DE «LA GRAN TRIBULACIÓN» Y «LA GRAN PREPARACIÓN». PRIMERA SERIE.

NEW- YORK-LONDRES

1873

EL MUNDO COMO SERÁ* CUMMING* i-vi

INTRODUCCIÓN.

 Los fundamentos del deber se asientan en el pasado. El Apocalipsis es el registro de todo lo que debemos a Dios, al prójimo y a nosotros mismos. Motivo, guía y autoridad están presentes. Pero el deber no siempre es fácil: a veces es sacrificio. El amor que lo inspira a veces flaquea, y el corazón cansado se siente abatido.

Somos obreros en una viña desmantelada, navegantes en un mar tormentoso , tortuoso y azotado por la tormenta. y viajeros en un camino accidentado.

La esperanza lee las profecías y promesas de ese futuro, a cuya grandeza contribuyen todas las épocas pasadas, y en cuya gloria serán coronadas todas, e infunde a la fe vacilante y al amor cansado esas perspectivas gozosas y brillantes que refrescan el corazón, restituyen la fuerza y ​​dan lo que en sí mismo es victoria: la seguridad de un éxito cercano y glorioso.

La fe trae riquezas del pasado, y la esperanza trae luz del futuro, y ambas derraman sus contribuciones en el arduo, turbulento y desconcertante presente.

Fue porque Moisés «tenía en cuenta la recompensa del premio» que pudo «considerar el oprobio de Cristo como riquezas mayores que los tesoros de Egipto». Abraham fue sostenido en las luchas de la vida porque «esperaba una ciudad que tuviera cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios».

 Así está escrito de aquella compañía glorificada y vestida de blanco: «Todos ellos murieron en la fe, sin haber recibido las promesas, sino habiéndolas visto de lejos, y convencidos de ellas, y abrazándolas, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra, "buscando una patria, una patria mejor, la celestial"».

La desesperación es el crepúsculo vespertino que se instala en la noche eterna. La esperanza es el crepúsculo matutino que se expande en un día eterno.

Encontramos a los hombres del mundo, trabajadores y luchadores, huyendo a la novela o al romance para que, elevados del opresivo presente en alas de la fantasía, puedan disfrutar de un respiro y un refrigerio transitorios.

 La naturaleza humana moriría de agotamiento si siempre estuviera encorvada. Debe apartarse ocasionalmente, aunque solo sea para recoger una flor silvestre, o soñar con el verano, o inspirarse en las pintorescas creaciones del genio para obtener pensamientos que la eleven por encima de la tierra y la transporten a reinos más brillantes y etéreos.

 La profecía tiene todo el interés del romance más brillante, sin nada de su vacuidad; todo el encanto de la poesía más sublime, toda la belleza de la pintura más noble y toda la realidad de la verdad y los hechos.

 Es la manera en que Dios alivia la carga de la preocupación, glorificando el presente y deleitando el corazón.

 El cristianismo, la religión de la fe, el amor y la esperanza, es la religión de la felicidad. Ella, única, ofrece un eje de descanso a las masas errantes de la humanidad; imparte una esperanza que no defrauda; solo ella trae al corazón frío el calor del cielo.

*// Sab. 1- Nov- 2025- Cita insertada a continuación por el autor del blog para ilustrar y confirmar: El cristianismo, la religión de la fe, el amor y la esperanza,. Ella, única, ofrece un eje de descanso a las masas errantes de la humanidad; imparte una esperanza que no defrauda; solo ella trae al corazón frío el calor del cielo // *

“una de las circunstancias que vivía con los rusos estaban llenas de poesía y de profundo significado.

 Una hermana que difundía el Evangelio en las estaciones del ferrocarril, dio mi dirección a un oficial que demostró interés.

Una tarde llego a mi casa. Era un teniente ruso, alto y de buen parecer.

Le pregunte: “¿En que puedo servirle?”

Me contesto: “He venido buscando la luz”

Comencé a leerle las partes más esenciales de las Sagradas Escrituras y entonces coloco su mano sobre la mía y dijo: “Le ruego con todo mi corazón no me conduzca al error. Pertenezco a un pueblo mantenido en la oscuridad. Por favor, dígame. ¿Es esta la autentica Palabra de Dios?” Le asegure que si era. Me escucho por horas – y acepto al Señor Jesús como su Salvador.

En materia de religión no hay nada de superficial en los rusos. Ya sea que luchen en contra de ella o estén a su favor, buscando a Cristo, ponen siempre toda su alma en ello.”  Por Richard Wurmbrand “Cristo en las Prisiones Comunistas” “Torturado por amar a Cristo” //