Cada pueblo y cada ciudad tiene sus propios
ejemplos de valor, bondad y decencia.
A continuación presentamos al lector a cuatro... HEROES ENTRE NOSOTROS Selecciones del Reader´s Digest Agosto 1996
ATRAPADA PERFECTA
EL
7 DE OCTUBRE de 1995, cuando el mecánico Michael Springer iba doblando
una esquina, oyó un llanto que provenía de lo alto de una casa. Al mirar
hacia arriba, vio a un niño pequeño que colgaba de una ventana del
segundo piso.
Sin pérdida de tiempo, Springer corrió a colocarse
debajo de la ventana. "Tardé como diez segundos en llegar", contó
después. "Le pregunté a gritos a la criatura qué hacía allí y luego recé
para que Dios me permitiera cogerlo si se soltaba. En la acera había
unos escalones de marmol.
En eso, el pequeño se soltó... y Springer lo atrapó.
"Era un bebé de lo más simpático , refirió el mecánico. "Apenas tenía dos dientes. Se me abrazó del cuello y me apretó efusivamente, como si se diera cuenta de lo que acababa de pasar".
Como
informó más tarde la policía, el niño, llamado Dante Barkley, de año y
medio de edad, había subido a gatas al segundo piso y trepado a una cama
que estaba junto a la ventana (la cual se encontraba abierta y sin protección)
mientras su madre, Evaina, hablaba por teléfono en el primer piso y su
padre, David, se hallaba en la planta baja con un hijo mayor. Cada uno
de los padres pensaba que el otro se estaba haciendo cargo del pequeño.
En el hospital se confirmó que el niño había salido ileso del accidente. "Por algo permitió Dios que yo pasara por ahí en el momento justo
y me alegro de que haya sido así", comentó Springer.
—Swette Parmley, en el Inquirer de Filadelfia
DESCARGA
DE ADRENALINA DEREK LOHMAN, muchacho de 15 años que cursa el cuarto
grado de enseñanza media, estaba solo en su casa una tarde de septiembre
de 1995 cuando de pronto oyó gritar a Ralph Hutchins, vecino de 79 años que vivía al otro lado de la calle. Derek salió, y a través de la alambrada vio a la perra de Hutchins, de 48 kilos de peso, encima de su dueño, al que había derribado al suelo y seguía atacando.
El
chico entró corriendo a su casa, cogió una escopeta de aire comprimido
que le habían regalado en su cumpleaños, hacía una semana, y volvió a
salir. Luego de accionar ocho veces el cargador de aire, apuntó al
animal a través de la cerca y disparó.
"La perra cayó, pero luego volvió a levantarse y se lanzó otra vez contra la garganta del señor Hutchins", cuenta Derek.
El muchacho tuvo que disparar diez veces más, por lo menos, para conseguir que el animal retrocediera. Al anciano le sangraban brazos y piernas, y tenía un hombro dislocado.
Derek
dejó caer la escopeta, saltó la alambrada de Hutchins y se acercó a él
sin perder de vista a la perra. Luego, aunque sólo pesa 54 kilos,
levantó al anciano y lo puso a salvo al otro lado de la cerca, que mide
un metro y medio de altura. Cuando estaba saltando al otro lado, la perra alcanzó a morderle un talón.
Derek
dice no saber de dónde sacó fuerzas para levantar a un hombre más
pesado que él y pasarlo por encima de una alambrada casi tan alta como
él, pero supone que su reacción pudo deberse a una descarga de
adrenalina.
Ralph Hutchins permaneció en el hospital una semana. Entre las posibles explicaciones de la agresividad de la perra está
el que hubiera tropezado con un panal de avispas. La esposa de
Hutchins, Anna, no tiene más que elogios para Derek. "Le estamos muy
agradecidos", dijo. "Es un muchacho muy valiente".
—Jim Namiotka, en el Gazette-.Iournal de Reno, Nevada
UNA AGUJA EN UN PAJAR
CASI
TRES HORAS después de echar un sobre al correo, Susan Caba cayó en la
cuenta de que había olvidado ponerle la estampilla. El sobre llevaba la
mensualidad del coche de su esposo, que vencía en dos días, así que no
había tiempo para esperar a que el correo lo devolviera por falta de
estampilla.
Susan había utilizado el buzón del edificio donde
trabajaba como reportera de un diario, y se comunicó con la oficina de
correos correspondiente, con la esperanza de localizar el sobre. Estaba segura de que la burocracia postal no le haría el menor caso.
Pero la persona que atendió su llamada no era un burócrata cualquiera, sino Henry Sydnor, atento empleado que le pidió una descripción del sobre, se puso a buscarlo en tres cajones donde había 500 paquetes y, una vez que dio con él, la llamó por teléfono.
—Me debe un paseo en ese coche —le dijo—. Encontré su sobre y le puse estampilla.
Ni siquiera aceptó que Susan le pagara el importe de la estampilla.
Tampoco cree haber hecho nada fuera de lo ordinario. Sólo quería ayudar.
¡Sería bueno poder hacer clones de este hombre y ponerlos en el Servicio de Recaudación Fiscal, el Seguro Social y todas las oficinas de tránsito del país!
—Debra Nussbaum, en el Inquirer de Filadelfia
BUENA VECINDAD
MENOS
DE UN AÑO después de que Richard y Judie Wheeler comenzaron a construir
la casa de sus sueños, a él le diagnosticaron cáncer de esófago. El
ruido de sierras y martillos que se había oído durante meses en la obra
cesó de pronto.
Un feligrés de la parroquia decidió entonces pasar por la casa que los Wheeler alquilaban provisionalmente, y le pidió a Judie los planos de la obra. Al
poco tiempo comenzó lo que parecía la edificación del granero comunal
de otro tiempo. Los feligreses reanudaron la obra en el punto en que
Richard la había suspendido.
La noticia se extendió por todo el pueblo, y muchos vecinos ofrecieron su ayuda en las tareas que conocían, como la plomería y la instalación eléctrica. Un restaurante del lugar se encargó de dar de comer a los voluntarios pollo frito y hamburguesas gratis y sin límite.
Por
desgracia, cuando la obra estaba a punto de terminar, Richard Wheeler
perdió la batalla contra el cáncer. Nunca vio la casa nueva, pero
Judie, que se mudó a ella con sus hijas en octubre de 1994, un mes
después de la muerte de su esposo, dijo que había sido más fácil para él
afrontar su destino sabiendo que los compasivos vecinos del lugar cuidarían de su familia.
—Kim McGunc, en el Morning Telegraph
Hispanoamericano soy-Huehuetenango, Guatemala-América del Centro- Genealogías- Blog sin percibir lucro, por amor a los libros- Saludos a todos- Cristo es mi Salvador, mi mayor tesoro y lo admiro por su obra en la naturaleza, cascadas, aves volando..." A quién tengo en los cielos, sino a Cristo"- La historia de la Reforma en España, donde gente de la más alta nobleza murió por Cristo y las historias de la Condesa Giulia Gonzaga( Italia) y Doña Leonor de Cisneros me fascinan . Hispan 2
jueves, 22 de julio de 2021
HEROES ENTRE NOSOTROS
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