A veces, hasta los actores de renombre tienen que hacer frente al rechazo
EL PAPEL PERFECTO
Por KIRK DOUGLAS
A nadie le gusta que lo rechacen. El rechazo significa: no te quiero, no me gustas. Todos hemos solicitado algún empleo que no nos dieron. Pero, en mi opinión, esos reveses son más fuertes para los actores, pues es a ellos, como personas, a quienes se está rechazando. Se trata de algo muy personal.
Cuando uno empieza su carrera de actor trataa de volverse inmune al rechazo, pero nunca lo logra del todo; el rechazo siempre duele. Finalmente, si uno tiene suerte, se convierte en estrella. Entonces ya no tiene que presentarse a audiciones para que le den algún papel; éstos le llegan a uno, y uno decide si los acepta o no. Los actores de renombre rechazan muchas ofertas porque hay muchos papeles malos, pero de vez en cuando les llega algo especial, como Wrestling Ernest Hemingway ("Lu-chando contra Ernest Hemingway").
El libreto llegó a mis manos en 1993. Era la historia de una amistad, cada vez más entrañable, ,entre dos viejos que han llegado al ocaso de su vida. El guión me cautivó de inmediato. El papel de Frank, el vagabundo vulnerable que se las da de macho, me venía como anillo al dedo
El otro papel, el del tímido peluquero cubano, se lo habían dado a Robert Duvall, un excelente actor, lo que me dio mucho gusto. . La directora era Randa Haines, quien había dirigido, entre otras películas, Children ofa Lesser God ("Hijos de un dios menor"). Jamás me había dirigido una mujer, y esperaba con enorme ansia esta nueva experiencia.
Tratando de contener mi emoción llamé a mi representante.
—Ese papel me queda perfecto.
—Sí, lo harías muy bien, pero…
Empezó a vacilar— La Warner Brothers quiere que tú..
—Pues cierra el trato
Después de una larga pausa, me dijo que tenía que entrevistarme con la directora
Randa Haines vino a mi casa. Charlamos animadamente durante largo rato, y le conté
acerca de mi vida y de por qué me identifica con el personaje de Frank. Ella me escuchó con atención
Para impresionarla ún más, me puse de pie y le hablé de mi padre.
—Era un campesino ruso, ¿sabes? Nunca fue a la escuela. Quería dejar de fumar, y ¿cómo crees que lo logró? Se ponía un cigarrillo en la bolsa de la camisa. Cuando le daban ganas de fumar, lo sacaba y lo miraba fijamente. '¿Quién es más fuete?', preguntaba. '¿Tú o yo? Yo Soy más fuerte'. Luego lo volvía a guarden en el bolsillo".
Según yo, estuve brillante. Ella sonrió.
Al día siguiente me telefoneó mi representante
Realmente le caíste muy bien a Randa, Kirk. Pero... bueno... —Empezó a tartamudear
—¿Qué
—Ella prefiere a Richard Harris.
Tragué saliva. Yo lo conocía. Había trabajado con él.
—Es muy bueno —dije—, pero yo soy el actor perfecto para ese papel.
—Kirk, tú sabes que el estudio te quiere a ti, pero ella opina que Harris es el más indicado para representar al personaje.
—Entonces, ¿en qué quedamos?
—Bueno...
Se puso a tartamudear de nuevo, pero lo dijo. El estudio estaba presionando para que los actores se sometieran a una prueba cinematográfica.
— ¿Una prueba? —exclamé, incrédulo.
—Si quieres el papel, tienes que presentarla.
Eso era en verdad humillante. No había vuelto a presentarme a una audición desde mi llegada a Hollywood en 1946. Pero no podía dejar en lo mucho que me interesaba este papel. Qué diantres, me dije. Si crees que es el papel perfecto para ti, presenta la prueba.
Randa me dio varias páginas del guión. El día convenido me dirigí al estudio muy de mañana. Me reuní con el equipo de filmación, con muchos de cuyos integrantes había yo trabajado en distintas películas a lo largo de los años. Se mostraron sorprendidos de que fuera yo a hacer una prueba. Abochornado, quise salir del paso bromeando con ellos, pero no me sentí bien hasta que llegó Randa y empezó la prueba.
Trabajamos toda la mañana. Había una escena que era particularmente difícil porque yo tenía que correr de espaldas por toda la habitación, y mis pobres rodillas y mi espalda me estaban matando. Sin embargo, Randa se mostró muy comprensiva y nos entendimos a la perfección. Cuando todo terminó, me sentía exhausto, pero feliz. Esa noche recé para que me dieran el papel. ;;‑
Pasaron varios días sin que yo recibiera noticias. Finalmente me llamó mi representante.
—¿Qué ha pasado? —le pregunté.
—Randa no ha cambiado de opinión. Quiere a Richard Harris.
De modo que le dieron el papel a Harris.
Traté de no manifestar mi desilusión, pero la verdad es que me sentía decepcionado; abatido. Quería llorar. Pero estimo a Richard, así que le escribí una nota:
"Querido Richard:
Es un magnífico papel. Me hubiera encantado interpretarlo, pero sé que tú lo harás muy bien".
Luego pensé que hay que saber perder, y le escribí otra nota a la directora. Con todo, me sentía profundamente herido en mi amor propio. Estaba seguro de que la película sería un éxito, y tenía envidia de no poder participar en ella. Los celos son uno de los sentimientos mezquinos que desarrollamos en esta inestable profesión. No nos alegra el triunfo ajeno; nos da envidia.
Cuando terminaron de rodar la película, yo estaba impaciente por verla. Conseguí un vídeo de la cinta antes de que la estrenaran, me encerré con llave en mi alcoba y me puse a verla casi sin pestañear.
Conforme se sucedían las escenas, me iba sintiendo cada vez más perplejo. La que yo creía que iba a ser una cinta ligera y amena estaba resultando ser una película lenta y aburrida, y la historia de la creciente camaradería entre los dos ancianos no llegó a cuajar.
Debo de estar equivocado, pensé. Debo de estar juzgándola mal porque no me dieron el papel que quería. Pero la película recibió muchas críticas negativas, y no duró mucho tiempo en cartelera.
¿Cuál es entonces la moraleja de esta historia? Da gracias a Dios por no concederte todo lo que le pides. Dios tiene sentido del humor. A veces mira hacia abajo mientras rezamos, y ríe. " ¿Cómo le digo a este tipo que Wrestling Ernest Hemingway va a ser un fracaso? ¿Cómo le digo que lo mejor que puedo hacer por él es no escuchar sus plegarias?"
Una cosa he aprendido: Dios siempre da respuesta a nuestras oraciones, pero a veces la respuesta es "No".
SELECCIONES DEL READER'S DIGEST — JULIO 1998
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