Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él, sabiendo que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más, y que la muerte no tiene ya señorío sobre él. SAGRADA BIBLIA-Libro de Romanos
LOS ACCIDENTES DE AUTOMÓVIL Y EL CORAZÓN
AL LLEVAR a la sala de urgencia a las víctimas de un choque de frente en automóvil, los médicos buscan en seguida alguna lesión grave en la cabeza. Después examinan el pecho en busca de alguna costilla rota que pueda haber perforado el pulmón, y finalmente observan los miembros. El corazón se ausculta con estetoscopio, pero los grandes vasos adyacentes no se examinan con rayos X, en general hasta mucho después, si es que llegan a examinarlos. Sin embargo, a menudo puede existir una lesión grave en la aorta, el mayor de todos los vasos.
En un choque, los ocupantes de los automóviles se ven sometidos a fuerzas de desaceleración cientos de veces mayores que la de la gravedad. La fuerte pared del pecho generalmente no sufre ninguna lesión, a menos que se golpee contra el volante; tampoco el corazón. Cuando el coche se detiene con el golpe, también se detienen el tórax y el corazón, pero algunas partes de la aorta, que no están suietas rígidamente, siguen moviéndose hacia delante una fracción de segundo más. Este tiempo, en opinión del Dr. Robert Greendyke, de la Universidad de Rochester, es suficiente para que las enormes fuerzas resultantes rasguen la gran arteria y rompan virtualmente su porción suelta.
Las investigaciones de Greendyke confirmaron este tipo de lesión en una de cada seis muertes por accidente automovilístico. En la mayoría de los casos había otros daños que también hubieran resultado fatales. Sin embargo, Greendyke está seguro de que en algunos `casos se habría evitado la lesión de la aorta con protectores de caucho contra choques o tirantes para asegurar al conductor, esto es, con medios para amortiguar la repentina desaceleración.
MOLESTIAS CAUSADAS POR LOS LENTES BIFOCALES
LAS GAFAS pueden causar dolor, en el sentido estricto de la palabra, a algunas personas. Según el informe de los doctores Ernest Johnson y Claire Wolfe, de la Universidad del Estado de Ohio, en un grupo de 25 pacientes de edad madura, "el comienzo de dolores en el cuello y en el brazo coincidió con la adquisición de lentes bifocales". La sección que se usa al leer está en la parte inferior de los cristales, esto es, en la que queda frente a la pupila cuando el libro está apoyado en el regazo. Pero si el usuario coloca a menudo el papel impreso a la altura de los ojos o más arriba, tiene que estirar el cuello y doblarlo hacia atrás por lo menos 30 grados más de la posición normal. En las personas maduras con artritis cervical deformante, el resultado puede ser una lesión crónica en las raíces de los nervios del cuello, y dolor agudo.
Entre los pacientes del Dr. Wolfe había amas de casa que guardaban latas en alacenas altas, y un oftalmólogo con bifocales nuevos que, sentado durante períodos largos de 'tiempo, examinaba los_ojos de sus pacientes. La mejor terapia consiste en evitar el excesivo járniento- de lo que se lee y no doblar demasiado el cuello. En algunos casos el trozo que se va a leer se puede colocar frente a la parte superior de los lentes. —Adaptado del Diario de la Asociación, Médica Norteamericana
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