ANGELES EN MISIONES ESPECIALES –Roland
Buck-Parte 4
MINISTERIO DE
ANGELES
La luz se encendió y vi lo que me parecieron los
dos hombres mayores que había visto en mi vida.
De ellos procedían corrientes de radiaciones
pulsátiles. Empecé a caer, pero me me sostuvo la mano de
uno de estos seres que medían mucho más de dos
metros. PARECIO QUE DECIR: «YO SOY GABRIEL», pero no podía
ser... porque no ha sido visto desde hace
siglos.
¿Estoy viendo visiones o 'ESTA REALMENTE AQUI... 'EN MI CASA?
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MINISTERIO DE ANGELES
Por medio de los inspiradores mensajes traídos por ángeles, el Señor me ha dado
una hermosa comprensión y penetración de cosas que nunca habría aprendido en
los estudios más intensivos. Cuando Dios me trajo estas verdades emocionantes,
no dijo «Mira si puedes arreglar estas verdades en conceptos doctrinales. Mira
si los puedes encajar en la posición que has tomado.» Dios obró como si ni
siquiera existieran posiciones. Simplemente dijo: «¡Esto es lo que va a
ocurrir!»
Ante lo tremendo de la presencia de los ángeles de Dios, muchas veces me he
sentido como María, que dijo: «Hágase a mí conforme a tu palabra» (Lucas 1:
38). Cuando Pablo dijo: «Esta noche ha estado conmigo el ángel de Dios del cual
yo soy y al cual sirvo» (Hechos 27:23), sabía qué iba a suceder. De la misma
manera YO SE que estos mensajes que han venido
del corazón de Dios están continuamente substrayendo del infierno algunos de
sus futuros habitantes.
¡Estas verdades son vitales y reales! La mera presencia de estos magníficos
seres angélicos, que vienen directamente del trono de Dios, es tan terrible que no es de extrañar que una persona caiga
sobre su rostro cuando ve uno. Ni criticaría a aquellas personas que en la Biblia se nos dice que querían adorarlos,
aunque no lo hicieron.
Estos ángeles han hecho que verdades fáciles y simples hayan cobrado vida y se
hayan hecho reales para mí. Han puesto en foco ciertos textos que nunca se
habían abierto ante mí. Estos son simples principios bíblicos que Dios me ha
permitido ver a través de sus ojos, pero de ningún modo tuve que prescindir de
la Biblia para verlos, porque Dios lo puso en la Biblia hace mucho tiempo, pero
en mis ojos espirituales había escamas que me impedían verlos.
Todas las verdades que estos seres angélicos han hecho reales para mí han sido sostenidas por la Palabra de Dios. Después
de estas gloriosas revelaciones, las verdades difíciles se han vuelto fáciles.
¿Cómo pude haberlas pasado de largo antes? Son tan simples y hermosas, y cada
una de ellas hace resaltar el sacrificio de Jesús, porque los ángeles nunca
hablaron del plan eterno de Dios sin mencionar
su muerte. Está siempre en el mensaje, de alguna manera, ¡este hermoso y completo sacrificio de Jesús!
Pasé un tiempo meditando sobre estas cosas. Es natural que no se pueda cerrar
una puerta a una experiencia de este tipo o bien
decir: «¡Bueno, bueno! ¡Ahora ya lo sé! ¿Qué más?»
Es por completo imposible. Lo terrible de la
experiencia, lo abrumador de la presencia de Dios son cosas que no puedo
quitarme de la mente, incluso cuando cierro los ojos por la noche.
A causa de estas visitas angélicas, hay una
sensación permanente en el subconsciente de la presencia de Dios, y
de su realidad, todo el tiempo. Una de las mayores cosas para mí, acerca de
estas visitaciones ha sido el hecho de que han permi-
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tido a otros
saber que Dios vive y que no los ha olvidado.
No sé si tendré ninguna otra visita angélica. Sin -111batgo, estas visitas han
influido tanto en mi vida que no hay nada en el cielo o en la tierra que pudiera quitar lo que han hecho en mi corazón y mi
mente. Dios está preparando a su pueblo, y en esta preparación nos
dispondrá, creo, para el retorno de Cristo. Nos prepara para librarnos de
temores y servidumbre, y darnos poder para ser y para hacer.
¡Dios está en marcha!
A pesar del hecho de que quiere que mantengamos
nuestros ojos en el mensaje y no en el mensajero, no podemos dejar
de hacer caso del mensajero. Cuando pienso en la bondad de Dios llevando
mensajes a su pueblo por medio de seres
angélicos, me rodea un sentimiento de reverencia y respeto.
Cuando miro a un ángel y le oigo decir que Dios
cuida de nosotros, me hago cargo de que no es el ángel que está ahí,
sino Dios mismo que se preocupa de nosotros
bastante para traer este mensaje a nuestros corazones.
A veces hay cosas que son incluso un poco
graciosas con el ministerio de los ángeles y la obra que hacen, pero siempre hay un tremendo sentimiento de veneración,
porque vienen directamente de la presencia de Dios, y su gloria viene con ellos.
Si hubiera sido una sola visita, habría estado
ya contento porque ésta es una experiencia única en una vida. Pero,
varias semanas después del primer encuentro, los
ángeles me visitaron por segunda vez, reforzando el mensaje
original. No fue ésta la última, sino que cinco
semanas más tarde, cuando acababa de irme a la cama, noté un
resplandor azulado que venía de la escalera. Sabía que era demasiado velado
para ser la luz de la escalera, por lo que pensé que me había dejado la luz
encendida en uno de los cuartos del piso
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de abajo. Me levanté
y empecé a bajar las escaleras para apagar la luz de abajo.
A la mitad del tramo ¡apareció la luz! Delante
de mí se hallaban dos hombres de los más
grandes que he visto en mi vida.
Yo no estaba aterrorizado, pero sí muy sorprendido. Había
una radiación de poder divino que venía de ellos por morar en la
presencia de Dios, que yo no podía resistir. Se
me doblaron las rodillas e iba a caer. Pero uno de estos
seres me agarró, y sosteniéndome, me devolvió la fuerza.
Me dijo simplemente ¡que era el ángel Gabriel!
¡Me quedé pasmado! ¿Podía ser éste el mismo Gabriel del que
había leído en la Biblia? El impacto de las primeras visitas no había sido tan espantoso como ahora, porque
estaba de pie, claramente visible, como un
hombre de la tierra, ¡presentándose como el ángel Gabriel! Es imposible
describir mis sentimientos. Luego
me presentó al segundo ángel, cuyo nombre me dijo que era ¡Crioni! ¿CRIONI? Este es un nombre peculiar. ¡Nunca lo
había oído! ¿Por qué no Mahalaleel, o Tabalcain, o Sadrac, Mesac, o Abednego,
Asincritus, Flegon, Filologus, Sosipater u Onesiforo? Nunca había pensado en que todos los ángeles tuvieran nombres, y, por
lo que veía, aspectos distintos.
Le pregunté a Gabriel:
—¿Por qué estáis aquí los dos? —El me dijo simplemente que el Santo Espíritu los había enviado y
entonces Gabriel inmediatamente empezó a decirme algunas verdades preciosas.
Ya sabía teológicamente que el Espíritu Santo se hallaba en todas partes al
mismo tiempo, pero esta verdad cobró nuevo significado cuando me dijo que el
Espíritu Santo constantemente está en contacto con toda la tierra y recibe señales de todas partes al mismo tiempo.
Incluso oye un pájaro si cae al suelo, en
cualquier parte que se encuentre. Oye
las más ligeras pisadas. «El Señor está en su santo templo; la
silla de Jehová está en el cielo: sus ojos ven, sus párpados examinan a los
hijos de los hombres» (Salmo 11:4).
Dijo que al ver lo que está ocurriendo en toda la tierra, notó que había
una acumulación masiva de fuerzas satánicas que se disponían a atacarme. El Espíritu Santo no sólo escucha, sino que envía
órdenes, de modo que por órdenes de Dios, los
ángeles estaban precisamennte allí, en Boise, Idaho, ¡para derrotar al enemigo!
Me quedé un poco preocupado porque no me interesaba que estuvieran allí de pie
si el enemigo iba a atacar (¡yo quería que estuvieran fuera, luchando!), pero
él dijo:
—Ya hemos terminado la tarea.
Les pregunté si normalmente acuden en respuesta
a una llamada de socorro.
—No —me replicó—, si el Espíritu tuviera que
esperar que pidieras socorro, ¡ya estarías en un buen aprieto!
Esto no es nada especial. Constantemente detenemos
al enemigo y lo ponemos en fuga.
Entonces me dijo que mirara fuera por la ventana. Miré y había un centenar de estos grandes ángeles guerreros cerca de la valla. Ya habían terminado la tarea y estaban hablando unos con otros con aire casual.
Me dio una buena idea de la manera que Dios obra y cuida de su pueblo.
Gabriel me habló de la enormidad del espíritu de iniquidad que está trabajando
a machamartillo en el mundo hoy. Hay un intento siniestro por parte de
espíritus engañosos de desviar al pueblo de Dios del Cristo vivo. El Espíritu
Santo quiere ser una persona viva, pulsante, para cada uno de nosotros, pero a
causa de estas fuerzas enemigas, algunos han empezado a apartar sus ojos de
jesús y miran a otros maestros. Algunos de estos
maestros disecan y categorizan la Biblia hasta que queda sin vida. Gabriel me dijo:
—Lee la Palabra, aliméntate de ella,
deja que pase a ser la Palabra viva para ti,
no ya columnas de verdades y opiniones de hombres.
Se refería a Cristo cuando pasa a ser estudiado en
una pizarra, en un diagrama, un grabado, etc. Dijo que Jesús quiere ser
conocido como el Cristo vivo, que sale de las
páginas de la Biblia para nosotros.
¡Aleluya!
¡Consideré que este mensaje era realmente necesario! Añadido que aunque el
estudio suena como espiritual, algunos siempre estarían estudiando, y nunca
haciendo, porque cuando ya han adquirido conocimientos de un tipo de estudio o
doctrina, ya está pasado de moda y tienen que empezar otra vez. Dijo: «Alimentaos en la Palabra.» Repitió: «Alimentaos
de la Palabra. No os conforméis con la Palabra disecada hecha
pedacitos y analizada en secciones. Guardadla viva.» Esto es emocionante porque
no hay sustituto para Jesús CON vosotros y EN vosotros.
Me habló de varios tipos de ángeles,
tales como ángeles de alabanza, ángeles de adoración, ángeles de ministerio y
ángeles guerreros. Sea cual sea su función, su propósito más elevado es ¡enaltecer el nombre de Cristo! Cuando este nombre suena en el cielo o en la
tierra, ¡se postran y adoran porque es un nombre
tan exaltado!
Una noche, cuando Gabriel y Crioni estaban
hablando conmigo apareció de súbito un rayo azulado do luz pura,
de unas dieciocho pulgadas de diámetro, desde el techo al suelo de nuestro
estudio.
En el instante en que apareció la luz, los dos
ángeles se postraron al suelo. Estuvieron en esta posición, bocabajo, durante unos
cinco minutos sin hacer un solo
movimiento o sonido. Yo no sabía qué hacer, así que caí de rodillas y adoré a Dios.
No me dijeron nunca lo que había sido,
pero tuve la impresión de que así como había aparecido una luz brillante a
Saulo en el camino de Damasco, esto podía haber
sido una aparición de Jesús en forma de una luz brillante. ¡Me causó
verdadero pavor!
Algunas de las experiencias únicas con que Dios me
ha bendecido son tan increíbles desde el punto de vista humano que con
frecuencia dudo de exponerlas a la publicidad. Esta es una de ellas.
Durante una visita una noche, Gabriel dijo que Dios
me había enviado un pequeño regalo para darme fuerza y energía y me
entregó como una hostia aproximadamente de unos siete centímetros de diámetro y
un centímetro de espesor, que parecía pan. Me dijo que la comiera, y lo hice. Tenía sabor de miel. Cuando hube terminado el
pan, me dio una cucharada grande de lo que parecía
agua. La bebí toda y me entró un
deseo incontenible de alabar y adorar a Dios al instante. De mí salieron
torrentes de alabanza hacia Dios, a borbotones, de mi interior, y
durante varios días después de haber bebido el líquido tenía una sensación de
burbujeo en las venas. Era un sentimiento placentero e indescriptible.
Los efectos fueron asombrosos, porque el primer día después de haber comido la
hostia y beber el agua, PERDI DOS KILOS.
¡El segundo día PERDI OTROS DOS KILOS! El tercer día y el cuarto PERDI OTROS
DOS KILOS CADA DIA.
Después la
pérdida disminuyó a medio kilo al día. Tenía un exceso de grasa y ahora todo
había desaparecido. Cuando hacía marcha atlética antes de esto, pronto me
cansaba, pero ahora no tengo ninguna falta de aire.
Mi fuerza y vigor después han sido fantásticos.
Gracias sean dadas a Dios por su Palabra eterna, la
Biblia, que ha sido nuestro punto de estabilización para todas las cosas, porque hay una historia en la Biblia de cuando
Elías estaba debilitado por el hambre y Dios envió a un ángel para que le diera
algo de comer. Y después de esto estuvo cuarenta días y cuarenta noches sin
alimento. La Palabra de Dios está siendo confirmada constantemente por el
cumplimiento de las Escrituras en actividades que tienen lugar hoy en la
tierra, que no son distintas de las que han ocurrido en cualquier época del
plan de Dios.
—Aquí hay un pequeño punto que representa las Cosas que no son claras para ti, cosas que no son todavía completadas. Con frecuencia tú pasas tiempo mirando estas cosas, hasta que el pequeño punto se expansiona y llena totalmente el marco, ocultándote lo que Dios ya ha hecho. Si miras a Jesús en vez de mirar el problema, verás el cuadro completo del todo.
«En Isaías 43:2 dice: "Cuando pasares por las aguas, yo seré contigo, y por los ríos, no te anegarán." Si miras al agua de la tribulación te ocultará el dibujo, pero si miras a Jesús, este pequeño punto que te paree tan amenazador tiene que contraerse y entonces ves todo el cuadro completo con todo lo que Dios ha prometido.»
Muchas personas me han preguntado si Gabriel dijo algo del retorno de Cristo. No había dicho nada, así que le pregunté si podía decirme algo. Me contestó que Jesús regresará, pero que el momento es algo que sólo Dios lo sabe. Gabriel tiene acceso al horario de toda otra cosa que ha sido predecirla, pero Dios se guarda este secreto para sí mismo. Entonces me dijo:
—Puedo decirte esto: nunca ha habido tanta actividad y entusiasmo en los patios celestiales desde que Jesús volvió como hay ahora.
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