ANGELES EN MISIONES ESPECIALES –Roland Buck-21
Una de las cosas más hermosas sobre estos mensajes que los ángeles nos traen del corazón de Dios es que hacen posible para la gente el hallar nuevas victorias. Pueden estar tranquilos, dejar de luchar y dejar que la vida fluya en ellos. Este fluir de su vida se hará cargo de todos los problemas y situaciones que te preocupan. Cuando ponemos nuestros ojos en la respuesta que es Jesús, en vez de ponerlos en el problema, encontraremos que es fácil dejar que la vida fluya por nosotros.
Santiago habla
de esto en el capítulo cinco, versículos siete y ocho: «Por tanto, hermanos,
tened paciencia, hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el
precioso fruto de la tierra, aguardándolo con paciencia hasta que reciba la
lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afianzad
vuestros corazones; porque la venida del Señor está cerca». Puede que no venga
cuando creas que lo va a hacer, porque hay cosas que todavía tiene que hacer,
pero ten paciencia, íEL SEÑOR ESTA VINIENDO!
Pedro habló de esto y del tiempo en que Jesús se revelaría en el cielo. En 1.a
Pedro 1:13 dice: «Estad preparados para la acción, sed sobrios, y esperad por
completo en la gracia que se os traerá en la revelación de Jesucristo.» No
tenemos que mirar a la debilidad, las dificultades que nos acosan, tenemos que
pensar en la gracia que nos llegará con la aparición de Jesucristo. «Cristo es
en vosotros la esperanza de la gloria» (Colosenses 1:27).
Juan habla del retorno lde Jesús en 1.a Juan 3:2, donde dice que «aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser, pero sabemos que cuando él se manifieste,
seremos semejantes a él, porque le veremos como él es».
Judas habló de la Segunda Venida en el versículo 24 donde dice: «Y a aquel que
es poderoso para guardaron sin caída, y presentaron sin mancha delante de su
gloria con gran alegría.» Judas creía esto, y alentaba al pueblo de Dios y
dejar de preocuparse sobre las caídas. Dios se basta para llamaron, ayudaron y
libraron de los pecados.
Todas las señales de la historia nos indican queCristo vuelve. Los standards
sociales indican la actividad incrementada de Satán,las señales físicas de esta
tierra, y los grandes movimientos espirituales, todo indica la vuelta de Jesús.
No hay duda acerca de ello. Algo está ocurriendo hoy en el reino espiritual del
mundo, y nosotros somos parte viva de ello.
Cuando pienso en la vuelta de Jesús, recuerdo de modo vívido las palabras enardecedoras de Gabriel que dijo: «Nunca ha
habido tanto entusiasmo y actividad en las estancias y espacios del cielo desde
que Jesús vino la primera vez como ahora».
MARANATHA, ¡VEN PRONTO, SEÑOR JESÚS!
MARANATHA, ¡VEN PRONTO, SEÑOR JESÚS!
Al terminar...
palabras de Charles y Frances Hunter.
,,El pastor Buck miró al suelo. Los pies de Gabriel
se hallaban a unos diez centímetros por encima 'del suelo.
... Luego miró a los pies de Ciprion, y estaban a unos cuarenta centímetros del
suelo.
... Luego miró a los pies de Ciprión, y con gran
sorpresa suya, vio que se hallaban también a unos cuarenta centímetros del
suelo
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Al terminar...
PALABRAS DE CHARLES Y FRANCÉS HUNTER...
Cuando terminamos de escribir este libro nos pusimos en contacto con el pastor
Buck sobre algunos ligeros cambios que había que hacer en las últimas
galeradas, y no de muy buen grado, nos comunicó
parte de una visitación que le ocurrió la mañana de un domingo, 18 de marzo de
1979, a primeras horas del día.
Gabriel, Crioni, y otro ángel ministrante
llamado Ciprión, fueron a su casa con un
mensaje de Dios, indicándole que uno de los deseos de su corazón es
el enseñar al pueblo el significado de la alabanza y la adoración.
Los ángeles dijeron: «Queremos que te unas en
adoración a nosotros», y el pastor Buck recibió inmediatamente un lenguaje que
nunca había hablado antes. Durante
treinta y cinco minutos, Gabriel, Crioni, Ciprión y el pastor Buck alabaron y
adoraron a Dios juntos. El pastor Buck dijo que la alabanza fluía a
través de él
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como una
«corriente de lenguaje» que no podía empezar o parar él mismo.
Mientras estaban adorando y alabando a Dios juntos, el pastor Buck abrió los ojos y vio algo que
apenas pudo comprender.
Crioni era el más alto de los ángeles
que estaban allí aquella mañana de domingo,
pero cuando el pastor Buck le miró, él y
Crioni tenían exactamente la misma estatura.
Luego miró a Gabriel. ¡Este tenía la misma
estatura! ¡Ciprión también tenía la misma estatura que los demás!
¿Cómo podía ser esto? El pastor Buck miró hacia el suelo. Los pies de Gabriel estaban a unos diez centímetros por
encima del suelo. Luego miró a
los pies de Ciprion y estaban a unos cuarenta centímetros del suelo, luego miró a los suyos propios y con gran asombro vio que estaban también a unos cuarenta
centímetros del suelo. Por primera vez
se dio cuenta de que su cuerpo estaba suspendido en el aire.
Gabriel le dio un poco de información en extremo
interesante en este punto, porque le dijo que desde el más alto al más bajo de los ángeles, hasta los seres
humanos, cuando adoramos y
alabamos a Dios, todos estamos en el mismo nivel. Le dio
informes de parte de Dios que la adoración y la alabanza son el mejor igualador que hay entre el cielo y la tierra, y
dijo que lo que ocurría era una ilustración de esta gran verdad.
¿Ocurrirá algo así con nosotros también? Según las palabras de Gabriel,
ocurrirá cuando Jesús vuelva, y según la Biblia esto es lo que ocurre:
«Y no queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no
os entristezcáis como los demás, que no tienen esperanza. Porque si creemos que
Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron
con él.
»Por lo cual os decimos esto por palabra del Señor: que nosotros los que
vivamos, los que, hayamos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a
los que durmieron. Porque el Señor mismo, con voz de mando, con voz de
arcángel, y con trompetas de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en
Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivamos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para salir al
encuentro del Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por
tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.» (1.~ Tesalonicenses
4:13-18.)
Con una osadía en la fe como no hemos visto en
ninguna otra persona, el pastor Buck se siente totalmente libre para comunicar
lo que está ocurriendo en su propia vida, y en este libro ha simplificado
muchas grandes verdades espirituales para nuestro beneficio.
Nos produce la impresión como si estuviéramos en los
últimos momentos del recuento hacia atrás, a punto para el lanzamiento hacia
los espacios de los cristianos, hacia
su eterno destino: al ¡CIELO PARA SIEMPRE CON DIOS Y EL SEÑOR JESUCRISTO!
¡ALELUYA!
Charles y Frances HUNTER.
PALABRAS
FINALES AÑADIDAS A LAS PALABRAS FINALES.
ANTERIORES
Este libro se imprime ya por tercera vez en
menos de dos meses. habíamos dejado unas páginas en blanco al final.
del libro, que habían quedado con el arreglo de las galeradas. Ahora sabemos.'
en realidad por qué. Vamos a añadir algunas palabras.
PALABRAS
FINALES...
AÑADIDAS A LAS PALABRAS FINALES
ANTERIORES POR LOS NARRADORES DE LA
HISTORIA DEL PASTOR BUCK
Cuando escribimos este libro, Dios nos dio vigor y fuerza excepcionales. Algunos días trabajamos hasta 16 y 20 horas, tal era la
urgencia que sentíamos de dar este mensaje al mundo. Sentíamos nuestra casa llena de la presencia de ángeles de
Dios, que seguían haciéndonos objeto de su amor, pero no nos dábamos
cuenta entonces de lo que ocurriría cuando «Angeles en misiones especiales»
saliera de las prensas.
Dios puso alas al mensaje, y le dio vida dondequiera que fue, pero nunca
soñamos en la magnitud del plan de Dios para salvar a las familias, aun cuando
nuestro corazón se estremecía de gozo al escribir el capítulo de «¡Buenas
nuevas para ti y tu familia!»
Al llegar el libro a su tercera edición antes de
dos meses, nos preguntamos por qué habían quedado en blanco en el
arreglo de las galeradas al final del libro. ¡Ahora lo sabemos! Dios quería que compartiéramos con los nuevos lectores
algunas de las cosas que ocurrieron «al principio» que el libro llegó al
público.
...Una señora de ochenta y
cuatro años compró seis ejemplares de «Angeles en misiones especiales» y
entregó un ejemplar a cada uno de sus hijos, que no eran salvos. Después de leer el libro, cada uno de ellos aceptó
individualmente a Jesús como su Salvador y Señor. ¡Aleluya!
...La hija de un
predicador llamó al pastor Buck para comunicarle esta historia emocionante. Ella se había rebelado contra Dios y había andado
descarriada desde la edad de dieciséis años. Alguien
le prestó un ejemplar de «Angeles en misiones especiales» y ella lo leyó.
Al hacerlo empezó a resonar en su cabeza el
mensaje: «¡Dios te ama, Dios te ama, Dios te ama!» Esto ablandó su corazón y
dio su vida al Señor, el cual tomó posesión del corazón de esta
mujer.
... Un individuo llamó desde Spokane, Washington, donde
trabaja en Correos. Vio un anuncio del libro a
toda página en una revista, mientras estaba clasificando el correo, y le
interesó tanto que compró un ejemplar. Su
hijo de doce años iba a sufrir una operación por cáncer, y el chico leyó todo el libro antes de la operación.
El padre dijo: «Yo no he leído el libro todavía, porque
el chico no quiere dejarlo, pero él va a la operación habiendo cambiado de modo
radical».
Una señora de Mississippi llamó para decir que su marido y
tres hijos mayores se habían apartado del Señor, cuando empezaron a
leer el libro «Angeles en misiones especiales». Cuando leyeron el capítulo
«Buenas nuevas para ti y tu familia» se
entregaron al Señor, y uno de ellos se siente llamado por el Señor para
dedicarse al evangelismo.
...Estábamos en Lorain, Ohio, y pedimos a la agregación, la
primera noche, que escribieran en un papel los nombres de las personas queridas
no salvas y los guardaran en la mano mientras orábamos y pedíamos a Dios que
despachara ángeles que los guiaran a alguien que los condujera al Señor. Luego
dimos las gracias por los resultados, incluso para antes de que saliéramos de
la ciudad. Tres noches más tarde, se adelantó
un señor de setenta y nueve años y dijo simplemente «Quiero ser salvo». Era
el padre de una de las
personas que había tenido el nombre en la mano la primera noche. El anciano era conocido como ateo. ¡Gloria!
... En un mitin de AGLOW, en Texas, pedimos a
las mujeres presentes que tenían esposos no salvos, que levantaran la mano con
el nombre del marido en ella. A la mañana
siguiente, un marido se levantó y le dijo a su esposa: «Querida, no sé lo que
me pasa, pero llama al «Club 700» porque
TENGO QUE SER SALVO AHORA MISMO.» Aceptó a jesús como su Salvador y Señor!
No sabía por qué, pero nosotros sí... los ángeles le habían cercado durante
toda la noche.
...En una reunión en Nueva York, pedimos a todos
aquellos que tenían deudos no salvos que pusieran sus nombres en la palma de la
mano, para que Dios enviara ángeles que empujaran o tiraran de ellos o hicieran
lo que fuera necesario para llevarlos a alguien que los condujera a Cristo. Yo oré específicamente por una mujer que dijo que su marido nunca vendría a un servicio en una
iglesia. Le advertí que no tuviera en menos
el poder, y su marido apareció en la iglesia para asombro de la
esposa. El hombre no pronunció la oración del pecador, pero el Espíritu me hizo
correr hacia la salida de la iglesia, donde Charles, mi esposo, estaba orando
por los enfermos. Llegué allí en el mismo momento que este hombre. Le dije que
los ángeles me habían conducido hacia él, y
le pregunté si no quería entregar su vida al Señor allí mismo aquel mismo
momento. ¡El hombre LO HIZO! De sus ojos brotaron las lágrimas cuando se dio
cuenta del significado de lo que estaba haciendo, y al empezar su nueva vida en
Cristo.
...En Michigan, el Santo Espíritu
me hizo ir a la salida del edificio de la iglesia, pero no había nadie allí. Abrí
una puerta lateral, y de pie ante la misma vi que se hallaba un hombre borracho
como una sopa. Le dije simplemente: «Los
ángeles le han traído aquí esta noche para que sea salvo. ¿Quiere aceptar
a Jesús? Los ángeles habían hecho su obra, porque empezó a llorar mientras decía la oración del pecador.
¡Aleluya!
...Un joven compró un ejemplar
de «Angeles en misiones especiales» una noche, y no pudo dejar el libro hasta
que lo hubo terminado. Al día siguiente dijo:
«Había oído decir siempre que Dios me amaba, pero ésta es la primera vez que
lo siento por dentro.»
... Una de las cosas que
más conmovió nuestros corazones ocurrió
mientras volábamos a Boise, Idaho, para firmar y dedicar libros.
Al mirar por la ventana del avión mientras volábamos entre Salt Lake City y
Boise, vi a un ángel guerrero especial que
Dios había enviado para protegernos y que nos seguía deslizando por el aire,
fuera del avión. Me volví hacia Charles y no pude por menos que
decirle, medio en broma: «Querido, se ve que éste
prefiere volar fuera que estar dentro.» Charles me contestó,
siguiendo la broma: «Se ve que necesita hacer ejercicio hoy.»
Poco pensábamos lo que iba a
ocurrir poco rato después. Al ir a aterrizar el avión y a punto de tocar el suelo el piloto volvió a elevar
rápidamente el avión. Nos dijo que el avión que debía aterrizar
antes de nosotros iba un poco retrasado y teníamos que dar unas vueltas sobre
Boise antes de poder aterrizar nosotros. Lo hicimos y al ir a aterrizar algo
ocurriría que el avión dio un golpe e hizo un salto tremendo. ¡Qué susto tan
tremendo tuve! Pero pude ver en aquel instante
que nuestro gran ángel tomaba el ala del avión por la mano y sin
más sacudidas lo hacía deslizar suavemente sobre la pista.
«Pues a sus ángeles dará orden acerca de ti, de
que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece con
piedra.» (Salmos 91:11, 12.)
Una de las
cosas más emocionantes nos ocurrió personalmente cuando estábamos en Wyckoff, en Nueva Jersey.
Teníamos una reunión por la tarde, y gozábamos
de una actividad angélica superior a la corriente en aquellos días. De repente, seis o siete personas en la audiencia
señalaron hacia el área del púlpito y exclamaron: «Mirad aquellos rayos de luz.
Mirad los rayos de luz, detrás. ¡Detrás mismo de donde estáis!»
En cuestión de segundos, toda la congregación estaba dando saltos y gritando: «¡Rayos de luz, rayos de luz, miradlos, miradlos!»
Nosotros les explicamos que a veces hay
radiaciones que rodean a los ángeles, debido al hecho de su
permanencia en la presencia de Dios, y que esto
era probablemente lo que veían, pero seguimos
con la reunión sin apenas volvernos para mirar, ni yo ni mi esposo.
Más tarde, cuando estábamos en Boise
para la dedicación del libro, el pastor Buck dijo
__: «Oigan, ¿no les dije que Gabriel me comunicó que él y
sus ángeles habían estado en sus reuniones en el área de Nueva York?
Pero no aparecieron como suelen hacerlo, sino en forma
de RAYOS DE LUZ.»__
¡Gloria a Dios!
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