ANGELES EN MISIONES ESPECIALES –19
Crioni me
dijo que Dios lo tenía todo planeado. Jericó era la primera ciudad a que
llegaron, y con una gran victoria para Dios allí, los otros reyes y ejércitos
tendrían temor de los israelitas y sabrían que Dios está de su lado, a causa
del gran milagro, así que Dios envió a Crioni
con un destacamento de ángeles y con órdenes respecto a Jericó. Dios
sabe exactamente cómo debía ser conquistada la ciudad.
Si de alguna forma pudiéramos regresar en el tiempo y dar un vistazo a los
planes de batalla para esta hueste angélica, probablemente serían algo así:
«Los hijos de Israel son nuestros aliados. Van a marchar alrededor de esas
murallas durante siete días, y el último día. darán siete vueltas, Ya he dado
órdenes, de modo que hay que coordinarlo todo bien. Los sacerdotes van a hacer
sonar las trompetas y el pueblo va a gritar a una señal dada. Cuando oigáis el
grito: ¡DERRIBAD LAS MURALLAS!»
Crioni me dijo que los
ángeles tomaron sus posiciones en lo alto de las murallas esperando el
grito. Israel no tenía idea de lo
que estaba pasando, pero Dios sí, y los ángeles también. Estos esperaban, y cuando oyeron el grito, cada
ángel que estaba allí empujó con toda su fuerza hacia abajo, ¡y las grandes y anchas
murallas se HUNDIERON en el suelo! Aquellas murallas eran anchas hasta el punto
que se podía construir una casa encima, y si las hubieran tumbado todavía
habría quedado una muralla de cascotes y rocas, porque eran tan anchas como
altas. Por ello, Dios dio órdenes a los ángeles que las empujaran tierra ABAJO. «Y el muro cayó a plomo» (Josué 6:20). No hubo
necesidad de avanzar en medio de una masa espantosa de rocas.
Esto fue un. hecho de los ángeles. Puedo ver a Crioni estudiando las órdenes y
notando una instrucción especial que Dios había dado para una parte de la
muralla. Cuando Rahab protegió a dos de los espías que habían ido a observar la
tierra de Promisión, Dios le hizo la promesa de que la protegería a ella y a su
familia. Puedo ver a Crioni dando órdenes a algunos de sus ángeles de que
fueran a aquella parte de la muralla y la sostuvieran mientras los otros
empujaban el resto.
Alguien me dijo recientemente que en una excavación
se
ha encontrado que las murallas fueron empujadas como un ascensor. Pensemos por un momento en la dones arqueológicas hechas en la parte
antigua de Jericó, que muestran evidencia de dónde estaba la casa de presión
que harían los ángeles. Me han dicho de excavaR.ahab. ¡Aleluya!
Esto da vida a la Biblia y nos deja saber que los ángeles que tuvieron cuidado
de Jericó todavía se hallan alrededor de nosotros y trabajan con nosotros bajo
la dirección del Espíritu Santo.
Dios tiene una eternidad llena de ángeles. No está
sin recursos, y aunque podría hacerlo todo El mismo porque es Dios, tiene
ángeles y personas trabajando por su cuenta constantemente.
El ángel del Señor impidió a Balaam que maldijera a Israel. Balaam había sido
tentado a maldecir a Israel por dinero, pero Dios le dijo al ángel que se lo
impidiera. Imagínate a Balaam tratando de maldecir a Israel y cada vez que
empieza, el ángel le da media vuelta a la lengua, y en vez de maldecir,
bendice. Probablemente dijo: «¿Qué me pasa, estoy perdiendo la cabeza?»
Entonces empezaría a maldecir otra vez, pero lo que salía era bendición.
No se daba cuenta de que había un gran ángel detrás de él que estaba haciendo
circular otras palabras por su boca. Esto era una orden de Dios. ¡Incluso su
asna habló! Esto asustó a Balaam de veras, y trató de hacer avanzar la asna,
pero no hubo manera. Esta historia se encuentra en Números, capítulos 22 al 24.
¿Por qué fue puesta esta historia en la Biblia? En primer lugar porque
sucedió. La asna habló porque se
daba cuenta de la presencia del Angel del Señor, a quien Balaam no veía.
Estos son pasajes cie las Escrituras que nos ayudan no sólo a comprender la
validez del hecho que los ángeles están con nosotros, sino que podemos darnos
cuenta de su presencia, y saber que podemos esperar la ayuda de Dios por medio
de sus ejércitos en el cielo.
Un ángel se presentó a Zacarías y a Elisabet con el mensaje de que Juan el
Bautista había de nacer (Lucas 1:11-20).
El ángel Gabriel se presentó a María y le dijo que de ella iba a nacer Jesús,
el Hijo de Dios. (Lucas 1:26-35.) Este era el plan de Dios que se desarrollaba
a su debido tiempo, tal como había sido decidido antes de la fundación del
mundo.
El permitió el tiempo exacto, para que en el día determinado todo estuviera
preparado. Jesús se presentó como sacrificio en el día exacto en que Dios
quería que lo hiciera. También esto hacía ya siglos
que había sido predeterminado.
Dios permitió a Daniel que pudiera dar un vistazo sobre sus planes: «Daniel»,
le dijo, «voy a mostrarte alguno de mis planes. Israel va a estar en cautividad
durante setenta años. Terminados estos setenta años habrá un decreto de que
pueden volver a reconstruir a Jerusalén. Si empiezas a contar a partir de entonces 483 años,
descubrirás a un hombre que todavía no ha nacido».
Le habló de la marcha de Alejandro el Grande, y de los cuatro generales que
tomarían su lugar, en vez de que fueran hijos, porque Dios lo había planeado de
aquella manera. «Pero», dijo, «al fin de los 483
años, Jesús dará su vida por el mundo. Va a morir, no por su culpa, sino por
los pecados del mundo».
Exactamente a tiempo, ¡Jesús murió por los pecados del mundo!
En todo lo que hace Dios está diciéndonos que nos ama, que tiene cuidado de
nosotros, que nos quiere, y que nos ayudará.
Un ángel avisó a José: «Después que partieron ellos,
he aquí que un ángel de] Señor se apareció en sueños a José y dijo:
Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allí hasta
que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo»
(Mateo 2:13).
Después que Jesús fue bautizado en el río Jordán, la Palabra de Dios dice:
«Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el
diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, al final
tuvo hambre. Y acercándosele el tentador, le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que
estas piedras se conviertan en panes. El respondió y dijo: Escrito está: no
sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
»Entonces el diablo le ]levó a la santa ciudad, y le puso en pie sobre el alero
de] templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
A sus ángeles les encargará acerca de tí, y te llevarán en sus manos, para que
no tropiece tu pie en piedra. Jesús le dijo: También está escrito: no tentarás
al Señor tu Dios.
»De nuevo le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos
del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré si, postrado, me
adoras. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu
Dios adorarás, y a El solo servirás. Entonces le dejó el diablo; y he aquí que
se le acercaron unos ángeles y le servían.» (Mareo 4:1-11.)
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