“POR TIERRAS SANTAS Y POR TIERRAS PROFANAS”
POR J. MOISÉS DELEON LETONA
(El escritor es tio abuelo del autor del blog- un huehueteco apasionado por lo de antaño.)
IMPRESIONES DE UN GUATEMALTECO EN SU VIAJE
ALREDEDOR DEL MUNDO DURANTE LOS AÑOS
DE
1922 A 1924.”
Es el libro que a continuación leeremos y es debidamente apreciado a nivel mundial. Se encuentra en las siguientes bibliotecas
Librería del Congreso de los Estados Unidos de América
Biblioteca Teológica "Lorenzo Boturini" de la Basílica de S.M. de Guadalupe. Ciudad de México
Bibliotheca Generalis Custodiae Terrae Sanctae-Ciudad de Jerúsalen
Libro que forma parte del Patrimonio Literario de España-. -Dedicación del autor a S.M. el Rey D. Alfonso XIII-XIV.
La Coruña.Tan sujestiva como moderna ciudad se contempla sobre una hermosa bahía formada por el Atlántico; la ensenada del Orzán la baña también y de esta manera, el puerto de idéntico nombre ("La Coruña") se puede ver al mismo tiempo sobre la propia pequeña península que sirve de asiento a la pobla‑
-252—
J. M. DELEON LETONA
ción, en la cual hay alrededor de 50,000 habitantes que toman la denominación gentilicia de coruñeses. Muchas de sus casas se extienden inmediatas a sus playas formando una herradura —que significa buena suerte—descollando en los extremos del semicírculo respectivo, los fuerte de San Antón y de San Diego cual dos centinelas siempre alertas; el primero está sobre una isla y el segundo, en tierra firme; ambos garantizan la defensa del puerto y de la ciudad cuyo bello panorama, con la claridad del día o con la iluminación nocturna, hace gozar con su vista.
Su puerto está bien abrigado de los vientos; la entrada es cómoda y da libre acceso a toda clase de embarcaciones, gracias a su amplitud y a la profundidad de la bahía: el muelle de hierro es ancho, sólido y extenso.
La "Torre de Hércules," o sea el Faro, emplazada en una colina, se distingue desde lejos, constituyendo una obra arquitectónica elevada, de gran utilidad y muy antigua.
La Coruña, además, tiene el carácter de capital porque es una de las 49 correspondientes a igual número de provincias en que políticamente se divide el Reino Español; por otra parte, es de las ciudades del viejo Reino de Galicia, que tan importante papel histórico ha desempeñado: su progreso es ostensible y por tal razón la calificamos de moderna desde el principio. Posee suficiente energía eléctrica y, entre sus vías de comunicación dignas de elogio, figuran sus carreteras, líneas férreas, telégrafos y teléfonos. Sus calles son embaldosadas, muy concurridas, alegres y con suficiente luz; en ellas se ven vehículos de toda clase, como automóviles, coches de lujo, motocicletas, tranvías eléctricos, etc., etc.
La estación balnearia atrae el turismo porque, además de los encantos de la Naturaleza, todos los establecimientos alrededor de las playas coruñeses están dotados de cuantos adelantos modernos exigen el confort y el buen gusto.
Cerca del mar hay jardines y bellas arboledas, que aumentan la belleza de las casas y de los paseos que circundan las azules y tranquilas aguas.
La Coruña igualmente constituye otro de los departamentos marítimos en que España se divide, para facilidad de sus operaciones de este género. Hace muchos años tuvo fuertes murallas, sólidas fortificaciones que, a medida que la población se ha ensanchado, las han destruido.
Entre los edificios destinados al Ejército, descuellan el Hospital Militar y el Cuartel Alfonso XII, que son espaciosos y reunen buenas condiciones higiénicas.
—253—
POR TIERRAS SANTAS Y POR TIERRAS PROFANAS
Frente a la Capitanía General y a la Parroquia de Santiago se encuentra la Plaza de la Constitución, que ostenta bonitos jardines y una hermosa fuente; merecen mencionarse la Aduana, en la Calle Real, y el "Instituto de Guarda," así como el Palacio Provincial y la Escuela Superior de Comercio.
Los centros sociales y recreativos abundan y contribuyen eficazmente a la cultura y solaz de los coruñeses, que son dueños, en su pintoresca ciudad, de lo más moderno, de todo el progreso de nuestra época. El Teatro Pardo Bazán es de dos pisos; su buena conservación y su esmerado aseo hacen que se crea que acaba de construirse. Los monumentos consagrados a Carvallo y a Da Guarda embellecen más la ciudad.
En los alrededores se encuentra el Santuario de la Virgen de Pastoriza, que tiene muchísimos devotos, especialmente entre los marinos, que la visitan cada vez que bajan a tierra.
La Coruña, así mismo, tiene Arzobispo. Entre sus otras iglesias se distinguen la de San Jorge—que es la más grande de todas—y Santa María del Campo; ambas llaman la atención por su espléndida arquitectura, siendo la primera de orden dórico y la segunda de orden romano.
La vía férrea que va a Madrid está tendida en las riberas, besando las olas marinas que se aproximan a las paralelas de acero, paralelas que se prolongan hasta la capital española y más allá. Desde la estación respectiva, donde hacen conexión otras líneas, sale un ramal para el muelle de Linares Rivas. El muelle llamado del Este es también importante porque su movimiento es activo.
Respecto de las festividades coruñesas diremos que son especiales las celebradas anualmente en honor de la heroína María Pita que tardan todo Agosto y que son motivo para que afluyan más extranjeros al lugar: en dicho mes, españoles en general y los visitantes de fuera animan más el comercio y contribuyen al júbilo popular. Como puede suponerse, la plaza de toros, que da cabida a más de diez mil personas, se ve entonces de bote en bote porque la fiesta brava ahí sienta sus reales causando emocionante placer a los espectadores.
En sus campos el riego es sumamente fácil y naturalmente es un poderoso elemento para que las cosechas sean riquísimas; los rendimientos agrícolas, en general, son dignos de alabanza y sirven de base a la vida material de toda la Provincia: en las afueras de la ciudad abundan las huertas cubiertas en todo tiempo de verduras; en las cercanías las plantas pertenecientes a los cereales casi no dejan ver la tierra sobre la cual
—254—
J. M. DELEON LETONA
ricamente se ve el color verde del follaje, el reverdecer de los árboles frutales, el desarrollo de los arbustos y el florecer de los jardines en vigorosa prodigalidad merced a la humedad mantenida por el clima y el riego de que hacíamos mención.
La Industria coruñesa es muy variada y bien conocida por doquiera: he aquí algunos de sus productos: sombreros, sombrillas, paraguas, abanicos, juguetes, papel para cigarrillos, carruajes, bebidas gaseosas, albayalde, azúcar y petróleo refinados, etc., etc. La pesca tiene gran importancia, pues la Sociedad Oceanográfica y la Liga Marítima protegen y desarrollan tal riqueza: animado espectáculo es el de los muelles a la hora del zarpe o del arribo de las embarcaciones pesqueras; en cantidades considerables se 'envían los artículos que de la pesca se derivan, perfectamente preparados y empacados para abastecer las plazas extranjeras y del país; los buques de gran calado se encargan de transportarlos y quizá pasan por las mismas aguas donde los peces nadaban, que ahora van a flote, velozmente, pero sin vida. Los vagones de acero, llevando 30 y más toneladas cada uno y tirados por las potentes locomotoras, del mismo modo conducen dichos valiosos cargamentos al interior del Reino, que consume pescado en latas.
A la vida comercial dan mucho impulso las sucursales de los Bancos del Río de la Plata, del Crédit Lyonnais de París, del Colonial, del de Londres y otros.
El sexo femenino merece todos los honores: intencionalmente se los rendimos al final para que figuren como broche de oro que apoye el ramo de flores portador de nuestro homenaje; andaluzas, sevillanas, madrileñas, geronesas, barcelonesas y castellanas, a la par de las guapas coruñesas—todas con su franca expansión y carácter alegre—lucían por las calles, paseos, iglesias, teatros y almacenes sus elegantes trajes, hermosos peinados y lindos palmitos con tanto donaire y salero, que no podíamos menos que gozar verdaderamente al contemplarlas y 'encontrar en ellas mucha de la gracia que adorna la natural belleza de las mujeres Centroamericanas. Los tiempos de colegio venían a la mente; las mañanas frescas y llenas de luz en que estudiábamos por "La Aurora" o por "La Reforma," donde iban de paseo las paisanas que se instruían en las aulas capitalinas y que asistían acompañadas de sus profesoras e inspectoras, regañonas y libro en mano (algunas con anteojos) y, como un sueño, las festividades escolares posteriores a los exámenes; el bello ideal que para la juventud estudiosa tales actos simbolizan como preámbulo a las ansiadas vacaciones; la infan‑
-255—
POR TIERRAS SANTAS Y POR TIERRAS PROFANAS
til alegría de los uniformes ... Y fué en estas sutiles comparaciones ricas de ensueños, hasta el punto de creer que "todo tiempo pasado fué mejor," cuando el "Spaardam" nos sorprendió zarpando de La Coruña, que no perdimos de vista desde el mar sino hasta que la distancia nos privó de ello, pues ganamos hasta el puente más elevado con tal de observar mejor sobre cubierta ...
Vigo.
Seguimos costeando la Península Ibérica y bien hubiéramos deseado que, después de tocar Vigo, el barco en que navegábamos siguiera a la par del Portugal y llegara siquiera al Estrecho de Gilbraltar para sesgar en dirección del Mediterráneo y decir otro "adiós" a las ardientes costas africanas frente al infranqueable peñón que por aquellas latitudes poseen los señores ingleses a la altura de Ceuta: el riguroso y matemático itinerario al que veníamos sujetos no lo permitía porque la "Holland American bine," como todas las compañías serias de navegación, es muy cumplida y no altera la ruta, de sus buques sino dando aviso con mucha anticipación al público y a los gobiernos; en tal virtud, ni nos prolongamos ni menos doblamos el paso que separa Europa de Africa y debimos conformarnos con anclar en Vigo, como en efecto lo hicimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario