“POR TIERRAS SANTAS Y POR TIERRAS PROFANAS”
POR J. MOISÉS DELEON LETONA
(El escritor es tio abuelo del autor del blog- un huehueteco apasionado por lo de antaño.)
IMPRESIONES DE UN GUATEMALTECO EN SU VIAJEALREDEDOR DEL MUNDO DURANTE LOS AÑOS DE
1922 A 1924.”
En esos centros de cultura, lo mismo que en las calles y en las casas 'en general, el servicio eléctrico y de gas, que dan fuerza y luz, es satisfactorio; con la iluminación producida por el primero se forman bonitos rótulos y anuncios mercantiles al estilo francés y estadounidense.
A la orilla de las playas se han levantado cómodas y modernas casas con todo el confort; su vista al mar les da más mérito y mayor valor real : el aristocrático paseo del Malecón ahí descuella con sus altas y esbeltas palmeras que ostentan la exuberancia tropical, protegidas por el rompeolas.
La Avenida de la República causa grata impresión; en ella, lo que fascina es la presencia de las bellas que ahí van a gozar de las delicias del paseo.
Sigamos con las iglesias y el clero, que han desempeñado y desempeñan un papel importante en Cuba, pero mayor y más activo en la Habana: aparece en primera línea, la hermosa Catedral que conserva el recuerdo de los restos humanos que ahí estuvieron en la creencia de que eran los de Colón; fué edificada sobre el emplazamiento de otra antigua iglesia; sus altas torres cuadradas que se, elevan a los lados de las dos puertas laterales se aperciben desde lejos; a su espacioso atrio
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se llega al ganar 5 escalones; su proximidad a la bahía es otra magnífica condición. Esta iglesia metropolitana que pertenece a los Jesuitas fué consagrada en 1690 y contiene, así mismo, las Capillas de San José y del Santísimo Sacramento. Después, San Agustín (la más antigua de la Habana), el Convento de Santo Domingo, el de Belén, La Merced y la de la Calzada de la Reina, que son otros templos religiosos distinguidos.. Naturalmente hay Arzobispado; el primer cubano que ocupó la sede metropolitana En el penúltimo se conserva un célebre cuadro al que sirvió de asunto el primer milagro ocurrido en el Nuevo Mundo, muy interesante por cierto, Dr. Francisco Barnaba Aguilar, recibió la consagración correspondiente el año 1899, es decir, uno después de la Independencia de su Patria. Tanto en la instrucción pública como en la educación y en la Beneficencia Pública, la Iglesia tiene reconocida importancia porque ha fundado y varios colegios, hospitales sostiene y asilos que están a cargo de los Jesuitas. Entre dichas instituciones de admirable disciplina y de caridad, ellos dirigen: 17 colegios para niñas, 13 para varones, 5 asilos para huérfanos y 2 asilos para ancianos. No hay en Cuba intransigencia religiosa.
Por largo tiempo el Estado se apropió de valiosos bienes raíces pertenecientes a la Iglesia destinándolos a usos administrativos; mas, después de la Emancipación Política de Cuba, el Gobierno reconoció los derechos de la Iglesia y los bienes se valuaron en 10.000,000 de pesetas, sobre cuya suma reconoció igualmente un rédito del 5% anual. Por los datos anteriores queda demostrada la influencia de la Iglesia en dicho país.
"Las Gotas de Leche," benéficas instituciones creadas y sostenidas por el Gobierno, protegen la infancia y la niñez de los desheredados de la fortuna. Después de pasar por el Instituto y al encontrarnos frente al suntuoso monumento erigido a Martí, decíamos que cuánta razón hay para que haya sido el ídolo de los cubanos, el cabecilla político y literato educador que regeneró a sus compatriotas; que sobrada razón tienen para sentir veneración por su recuerdo y, finalmente, que su prodigioso caso confirma que lo mejor, lo más grande, nace y se forma de la pobreza, de lo más sencillo, pues su padre, que era un modesto celador de policía, no tuvo dinero para costear sus estudios en aquel establecimiento al que ingresó gracias a la liberalidad de un amigo. ¡Y cómo Martí, sufriendo su exilio en España, después de sentenciado a seis años de prisión y del destierro en la Isla de los Pinos, se doctoró
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en la de Zaragoza para proseguir su odisea nimbada de gloria!
El grueso comercio se deriva de sus dos industrias principales, que son la azucarera y la tabacalera, metódicamente organizadas; la primera es superior y da ocupación a millares de brazos, comprendiendo capitales serios estadounidenses. La zafra es alegrísima; el jugo de la caña cosechada el año anterior dió alrededor de cinco millones de toneladas de azúcar. El tabaco en rama y elaborado va a todos los mercados de primera porque es un artículo de reputación bien cimentada; existen más de 80 factorías en que se fabrican cigarros y cigarrillos, habiendo cómo 60 en la capital; lo mejor de aquella materia prima llega de Vuelta Abajo, zona situada en la provincia de Pinar del Río. Como el tabaco es la riqueza mayor de la Agricultura y de la Industria en Cuba, se le da preferente atención y, a fin de mejorar el cultivo y las cosechas, el Presidente de la República nombró una comisión que estudiara detenidamente tal cuestión; aquella propuso el riego de los campos respectivos. La Unión Tabacalera protege con inteligencia sus intereses, lo mismo que el Gobierno. En tercios, bultos cuadrados y forrados de brin se exporta el tabaco en rama y, en cajas preciosas con llamativas viñetas y perfectamente empacadas dentro de otras cajas mayores y resistentes, la rica y olorosa hoja elaborada, cernida, como suelen decir los del oficio.
Como el 60% de su comercio de importación se hace con los Estados Unidos; sus relaciones comerciales con España naturalmente son considerables también: de ambas plazas recibe: maquinaria, metales, tejidos, vidrios, papel, tasajo, etc., etc.
No es exagerado decir que el comercio cubano, en general, es extraordinario, siendo en la capital donde más se observa, y los Estados Unidos, de los países extranjeros quien compra la mayor parte de sus productos, como ya quedó escrito con otras palabras. Embarcaciones especiales, con rieles de acero de vía ancha sobre sus plataformas, llevan constantemente millares de quintales de azúcar en los mismos carros de ferrocarril, desde la Habana hasta los mercados estadounidenses. Dichos carros, después de haber recorrido muchas millas en tierra, desde los centros productores de la Gran Isla, llegan bien llenos a los enormes muelles habaneros; y así, enteritos, bien cerrados y asegurados con llaves y marchamos, se embarcan en la nave que los espera o que acaba de llegar, pues ferrocarrileros y navieros son puntuales en el tráfico: cruzan el
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Golfo de México; pasan por La Florida, desembarcan en territorio norteamericano y siguen corriendo por regiones más extensas al no más trasbordar, repletos y pesados, tal como salieron de la Habana llevando el dulce y blanco elemento, que es vida y representa el sudor del trabajo cubano, para abastecer muchas plazas. Monstruosas locomotoras que arrastran 60 y 70 carros de 50 toneladas cada uno y que en línea recta a todo escape apenas si se ve el último, distribuyen el rico polvo blanco que en tales sumas se nos figura nieve sobre La Cordillera de Los Andes o algodoneros en plena producción sobre los valles de la Luisiana, que a su vez semejan nubes blancas sin fin. Y esos carros regresan vacíos o trayendo algo en cambio a la Habana y siguen el mismo derrotero sin cesar... Van y vienen y en el mar y en la tierra se detienen, (algo parecido a lo que dicen los chicos en ciertas adivinanzas).
Los barcos que en su corazón de titán conducen dicha carga, no pueden desafiar la velocidad cual lo hacen las locomotoras, y la causa es muy sencilla: no es lo mismo romper las delicadas capas del aire que las pesadas moles del agua. i Claro !
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