“…CUANDO HUYE SATANÁS”
C.S.LOVETT
Covina, California.
196 CAPITULO UNO
TODOS DEBEN CONOCER
Es significativo que uno de los programas más
populares de la TV estadounidense
sea el producido por Art Linkletter y que podría traducirse como "Las Personas son Divertidas". No hay duda que el ser humano
es una de las criaturas terrestres más fascinantes
que existen. Por lo que toca específicamente
a los cristianos, hay algo en ellos que es sumamente
curioso v que resultaría hasta cómico si no fuera en realidad trágico.
No, no se trata de esa fe inconmovible en un Salvador invisible, aunque hay quienes traten de hacer mofa
de ella. Tampoco me refiero a que están
firmemente asidos de la Palabra de Dios y a la peculiaridad de
verla como infalible, cuya autoridad e
inspiración están fuera de duda. Dan
la impresión de que estarían dispuestos a morir por ella. Pero a nada de
ello me refiero aquí.
Lo
más divertido, fascinante, curioso y peculiar de la
mayoría de los cristianos es que, con querer tanto a la Biblia, desconocen una de sus doctrinas
cardinales: la doctrina de la
persona del diablo. Mucho se habla de que necesitamos un Salvador personal, pero la Biblia establece clara y
definitivamente que también hay un diablo personal. ¿No le parece a usted peculiar que, mientras se proclama ampliamente la verdad de
Cristo, a
la verdad sobre Satanás se le aplique sordina? Para mí este es un hecho que no sólo
es fascinante sino alarmante y un fenómeno hasta sobrenatural.
¿Qué tiene todo esto de curioso? Fíjese lo que
dice San Pablo:
". .. para que Satanás no se
aproveche de nosotros; pues conocemos muy
bien sus mañas." (2a. Cor. 2: 11 VP)
¡CARAMBA!
¿Se fijó usted en el nosotros y en el
conocemos del versículo? ¿Hablaba literalmente refiriéndose a la iglesia de Corinto? Sí. Aquel manojo de creyentes estaba siendo sacudido por Satanás como muñequitos de trapo. Tal vez estaba refiriéndose el Apóstol a sí mismo o a
otros con él en Efeso. PERO sus palabras suenan hoy como exageraciones hiperbólicas. El
término medio de los cristianos de hoy no saben quién es Satanás, menos
pueden estar al
tanto de sus mañas. Carlota Elizabeth, escritora cristiana, dice
a propósito e esto:
Resulta asombroso comprobar como (el diablo) ha
conseguido que el pueblo cristiano destierre hasta la palabra
Satanás. Los mismos pastores sólo hacen referencia ocasional y pasajera de él en sus predicaciones. Mientras
tanto, en cada calle de
nuestras ciudades, en cada cuarto de nuestros
hogares, Satanás manifiesta su odiosa presencia causando
perplejidades; seduciendo, embrollando, desenraizando y desorganizando hasta que el marco social se afloja, listo a
deshacerse a la primer sacudida."
Usted no oye hablar mucho de Satanás el día de hoy. Aun la misma
iglesia ha ido perdiendo control sobre esa vetusta doctrina. Los predicadores
tienen poco que decir sobre el diablo y hay
congregaciones donde la simple idea de él, como persona, causa antagonismo.
De hecho, hoy vemos que la fe en un Satanás sobrenatural se ha desplomado. ¿Le
gustaría comprobarlo?
Intente dar, en la iglesia, una explicación
como la de San Pablo cuando dijo a los
hermanos "quisimos ir a vosotros
pero Satanás
nos estorbó" (1a. Tes. 2: 18). Hágalo, digo, e inmediatamente verá cómo todas las cejas comienzan a enarcarse. O, si quiere, describa una enfermedad no curada como "Una dolencia como si fuera una
espina clavada en el cuerpo, que vino
como un instrumento de Satanás" (2a. Cor. 12: 7 VP) para tentar a usted. E interprete las miradas que recibirá de
inmediato. O, si usted tiene un patrón cristiano, atrévase a decirle
que una dificultad en el trabajo se debe al ataque satánico. Tras la
piadosa sonrisa de aparente aceptación, usted
sabe que él
comenzará a cavilar si estará usted o no en sus cabales.
No es fácil vivir en una era materialista que
considera el tema de un diablo personal como
algo pasado de moda. ¿Quién está dispuesto a referirse a él seriamente si sabe que por
todas partes provocará miradas furtivas y suspicaces? ¿Quién admitiría
públicamente que está en pugna con alguien a quien todos consideran una simple figura de retórica ? Sería tanto como confesar que
se cree en la realidad de Santa Claus.
Si habla usted de Satanás en tono que
no sea festivo, tenga
la seguridad de que la gente empezará a pensar que está usted algo "safado." El hecho es que actualmente no es fácil tomar en
serio a Satanás.
Sin embargo. ¿Cómo podemos eludir la responsabilidad de comprobar
personalmente si las señales de la profecía divina, anunciadas para el principio y el fin de esta época, coinciden o no literalmente con la realidad actual ?
La sociedad de hoy está echando por la borda
todos los frenos del pasado.
En lo que antes era el castillo inviolable del
hogar, hoy se exacerba el apetito del
pueblo por más sexo, violencia
y nueva moralidad, desde la pantalla de TV. La política es un juego
de rebatiñas. El alcohol fluye como ríos. Los narcóticos, la rebelión juvenil, los motines y el aumento de la criminalidad, todo ello
denuncia la presencia de un espíritu subversor, actuando tras bambalinas. Satanás está en acción, organizando a su modo la vida pensante de los hombres y manipulando sus pasiones. ¡Hay síntomas de que está en
marcha un levantamiento mundial, planeado
para hacer explosión en un volcán
de blasfemia inaudita!
• Es posible que muy pronto los cristianos tengan que enfrentarse al "gran poder y señales y prodigios mentirosos" (2a. Tes. 2: 9). Ahora mismo, las
influencias tentadoras cierran el cerco. El
pueblo de Dios necesita echar mano de todos los recursos
a su alcance para poder vivir en Cristo. Quedan pocos que se sostengan
confiados en el poder de Su Nombre bendito.
Son tantos los que han sido arrasados en el "cuesta abajo"
mundano, que ya no hay diferencia entre los hijos de
Dios y los hijos del diablo (1a.
Juan 3: 10). Es de urgente necesidad mantenerse
alerta y enterados de la verdadera naturaleza de Satanás, y estar
preparados para hacerlo huir. Los niños cantan en la Escuela Dominical que
"Todos deben conocer . . . quién es
Jesús." En vista de que la hora del maligno se aproxima a toda
velocidad, tal vez debíamos enseñarles que
"TODOS
DEBEN CONOCER TODOS DEBEN CONOCER TODOS DEBEN CONOCER ¡QUIEN ES SATAN!"
SATANÁS NECESITA DE LAS TINIEBLAS
Cuando
Herbert Philbrich pasó por comunista, tuvo que ocultar
el hecho de que en realidad era agente secreto
del contra-espionaje. A fin de
tener éxito, adquirió
un nombre supuesto y se enmascaró tras una capa de tinieblas personales. En ello le iba, además, la propia vida. Años después, cuando pudo revelar la verdad, escribió sus
aventuras bajo el título de "¡ Yo Viví Tres Vidas!"
Algo semejante pasa con las aventuras inéditas de Satanás. Llegará el día
cuando será desenmascarado. Pero para cumplir con éxito su misión actual, necesita mantenerse personal‑
mente en tinieblas; en la oscuridad más absoluta. Y
lo está consiguiendo.
Mediante recursos sobrenaturales, ha tendido una capa de ignorancia
sobre el cuerpo de Cristo, que es la
Iglesia. Uno de los misterios más fascinantes de hoy es el modo como ha conseguido gobernar
a la humanidad, prácticamente sin ser notado.
Si el éxito
de Satanás consiste en mantenerse en secreto y a oscuras,
para trastornar sus planes habrá que enfocarle los
reflectores y dejarlo al descubierto. Así como
la
publicidad inoportuna habría arruinado la misión secreta de
Herbert Philbrich, gran parte del poderío satánico quedaría anulado exponiendo a
Satanás a la luz. Conviene, pues,
comenzar por exponer a Satanás. Lo
primero que necesitan saber los cristianos sobre Satanás es QUIEN ES
EL.
DEPOSITO DE INFORMACION
Cuando
sorprendí a Satanás "vivito y coleando" y cuando
saborée la emoción de hacerlo huir, comprendí que esto era algo que debía compartir con el pueblo de Dios. Antes de sentarme a escribir estas
páginas, investigué todo lo existente sobre
este tema pues, para mí, no tenía
caso reproducir verdades ya impresas. Leí todo libro
y artículo a mi alcance y hallé que existe un depósito de información sumamente útil, disperso en
obras escritas en los últimos 75 años.
Después de pasar por más de 60 volúmenes, quedé convencido
de que el Espíritu Santo ha provisto a la iglesia con un DEPOSITO DE INFORMACION, mediante esa estructura de verdades
aceptadas. Existe buena base para fincar una exposición completísima, gracias a la
unanimidad alcanzada por autores especializados como Chafer,
Unger, Lewis, Koch, Morgan, Jennings y los padres católicos (admirablemente correctos). Como resultado, cito los hechos que van a continuación. De ser
aceptados, podremos avanzar a temas aún inéditos.
1. SATANAS, UN SER CREADO
La mayoría de los expositores concuerdan en que
los pasajes de Isaías 14 y Ezequiel 28
trascienden los reyes de Tiro y Babilonia para describir
detalladamente a la persona de Satanás. Los
prólogos de Ormiston y Jennings, en particular, tienen
detalles admirables.
a. Satanás fue creado por nuestro Señor Jesucristo
(Col. 1: 16), quien empleó toda la maestría y
el amor celestiales para crearlo a la imagen
de la divinidad. Se le vistió de toda gracia y fue consagrado como guardián de la Gloria de Dios.
Posiblemente, por entonces, Cristo
y Lucifer mantenían una amistad personal muy estrecha. El Angel de Luz era la delicia del Señor en el
cielo y estaba familiarizado con la presencia de
Dios. Se le había revestido de justicia y
personificaba la santidad.
b. Tal parece que Lucifer recibió el encargo de producir toda
una raza de ciudadanos celestiales y de entrenarlos para la
alabanza perfecta y la adoración perpetua del Altísimo. Era perfecto en todo, con gloria inferior sólo a la de Dios. La
creatura más sublime de Dios; la más
sabia, la más hermosa y la más prominente. A semejanza
de su creador, era completamente LIBRE.
c. No
se sabe dónde habría de producir la raza celestial: si en el cielo mismo o en la tierra. El caos de Génesis 1: 2, indica que hubo una ruina terrestre total, ocurrida antes
de la re-creación que se describe
posteriormente en el Génesis. Unos dicen que el reino de Satanás estaba en
la tierra. Otros, que cuando vio que
había fracasado su conspiración,
destruyó el universo en un arranque de rabia.
De todas maneras, está suficientemente claro que él deseaba apoderarse de este mundo después de que fue
restaurado y entregado a Adán.
2. EL
PECADO DE SATANAS
a. Hecho como su Creador, con plena libertad de acción, Satanás podía obedecer o desobedecer la voluntad de Dios, según quisiera_ Podía rebelarse, si lo quería. No se sospechaba que ambicionara el trono de su Hacedor pues, aparentemente, tenía
toda honra menos esa. Ezequiel indica
que vivía
para alabar a Dios. Pero vino el día fatal cuando "fue hallada iniquidad" en él, lo que
sugiere que tal vez no fue algo
planeado. La verdad está escondida en Dios, por ahora. Más si el pecado puede
definirse como la rebelión contra la voluntad expresa de Dios, aquel día comenzó el pecado.
b. La rebelión fue ocasionada por el engaño que cometió Satanás contra sí mismo.
Se enamoró de su propia belleza, llegó a
obsesionarse de su propia sabiduría y la importancia de su puesto se le "subió a la cabeza". Siendo criatura, se
alucinó al extremo de creer que podría
ser "Como el Altísimo." La criatura que pretende suplantar a su creador, se convierte en una demostración
del poder que tiene el amor egocéntrico para cegar al entendimiento más
brillante.
c. El pecado de Satanás consiste en haber mal usado
su libre albedrío, para pretender exaltarse por sobre Dios mismo. El orgullo fue aquí el factor de agresión. Satanás era el
segundo en mando, después de Dios, y tenía
numerosos ejércitos bajo sus órdenes. Estos se habituaron a verlo como su jefe y no fue difícil arrastrar a muchos de ellos en la revuelta. San Pablo
los describe como "principados y
potestades" pues, al igual que Satanás, retienen rango y dignidad. Estos son llamados "ángeles caídos" y los
que se mantuvieron leales son los
"ángeles de Dios." Otro nombre para los ángeles caídos es el
de "demonios".
3. CAIDA
DE SATANAS
a. Con su rebelión, Satanás se granjeó la
pérdida de su posición eminente y la expulsión eterna del reino de Dios. Tendrá
que pasar la eternidad fuera del cielo pues sigue siendo eterno, como su Creador. Antes de que Dios comenzara el proyecto del
"hombre en la tierra," el infierno ya
había sido "creado para el diablo y sus ángeles." El gran poder de Satanás se explica porque, aunque caído, aún retiene los atributos que
Dios le dio.
b. En lugar
de encerrar a Satanás en el infierno, Dios trataría de rescatar algo del grandioso caudal que
había invertido en él. El Dios de
Rom. 8: 28 sería capaz de capitalizar al mismo Satanás, para Su Honra y Su Gloria. Pese a todo, sacaría
avante su propósito inicial. Puesto que el pecado
era un hecho, Dios lo explotaría a Su favor. Podría haber descartado a Satanás. En lugar de
eso, usaría los grandes poderes que él tiene para producir un
dios competidor, capaz de probar a fondo la decisión humana sobre
dónde colocar libremente sus afectos. El pecado sería utilizado por Dios para producir una raza de ciudadanos PROBADOS, recurso
inexistente hasta la caída de Satanás.
c. La grandeza de Satanás existe, pero ahora
pervertida. Lo que fuera sabiduría, es ahora, engaño y fraude, Su grandiosa
inteligencia sólo produce astucia y traición.
Su genio fantástico se ha tornado, de la glorificación a Dios, a la
satisfacción de sí mismo. Puesto que
antes vivió en santidad, conoce lo que es "el bien y el mal." Aunque instruido a fondo en
justicia, ha
descendido a las profundidades de maldad. Antes fue uno de los pares en santidad, ahora es la personificación del mal. Puede
presentar lo bueno como malo y lo
malo como bueno, puesto que ha vivido "ambos lados de la moneda."
d. Satanás está super-dotado para tentar a los
humanos. Actúa en el plano espiritual, apoyado
por una experiencia de 7 mil años manipulando debilidades humanas. Puede premiar
a sus servidores humanos con bienes temporales.
Todos sus poderes están intactos, incluyendo
su rango: es el ser supremo del mundo del mal. La perversión de su gran sabiduría le permite embaucar y
"encandilar" a quienes no
tienen la iluminación de la Palabra de Dios. Tergiversa magistralmente la verdad al grado de que, aun
quienes quieren vivir cristianamente,
son engañados fácilmente si no saben cómo "velar y orar."
4.
DIOS DE ESTE MUNDO
a. Adán fue puesto en la tierra con autoridad
sobre ella. Le fue dicho que la sojuzgara y que
ejerciera dominio sobre todo lo que se mueve
(Gén. 1:28). Cuando llegó la prueba, Adán sabía muy bien lo que se traía entre manos. No fue
engañado (la. Tim. 2: 14). Con un solo hecho, quedó adherido a la pandilla rebelde.
Como los bandoleros tenían ya jefe, Adán abdicó también su posición como gobernante del mundo. La desobediencia
ocasionó que el control de la humanidad pasara de Adán a Satanás, rey de los desobedientes. Luego que el primer hombre perdió su dominio, Satanás vino a ser también el "dios de
este mundo." Ya era un dios; la rebelión adámica simplemente le dio el control del mundo.
b. Tanto la caída de Adán como la de Satanás fueron idénticas. Ambos sobrepusieron la voluntad propia a la reconocida voluntad de Dios. La caída de Adán no causó sorpresa pues
"desde la fundación del mundo", ya había sido trazado un plan
de redención para la humanidad por caer.
c. Apenas cayó Adán, cuando fue proclamado que Satanás tendría
que habérselas con un enemigo más poderoso que él. Satanás sería derrotado a manos de
"la simiente de la mujer" que, según la promesa, le heriría "en la cabeza."
El reino recién adquirido por Satanás tenía encima la amenaza
de Alguien
que entraría al mundo sometiéndose al proceso
del nacimiento. Esto
explica la matanza de los inocentes, en la cual Herodes fue dócil
instrumento de Satanás.
Eso mismo hizo pensar a Satanás que podría
aniquilar a Cristo mediante la muerte física.
d. Satanás adquirió el control de la raza caída
desde el momento que dominó a los desobedientes.
Está escrito que "todos pecaron" y así es como todos los hombres ingresaron a
la pandilla dirigida por Satanás. La
única manera de escapar a tal dominio es recibir ayuda
externa.
c. Satanás
es el autor del mal, de la enfermedad y del sufrimiento en el
mundo actual. El causa la ferocidad en el reino animal,
las pestes, las inundaciones, las plagas de los vegetales, la tragedia en los hombres. Mas Dios usa todo esto, tal
como usa a Satanás, como productores del esfuerzo
indispensable para
que Sus hijos maduren.
S. LA
PIFIA DE SATANÁS
a. Satanás cometió bobera irreparable cuando
maquinó la muerte de nuestro Señor Jesucristo. No
pensó que la obediencia de Cristo "hasta la muerte," produciría una
justificación capaz de librar a la humanidad
del control satánico. Dedujo que si Jesús moría acabaría con su enemigo. Fue demasiado tarde cuando
descubrió que la cruz era una ingeniosa "trampa de escape"
del imperio infernal.
b. Cuando el Señor surgió de la tumba, quedó
demostrado que el hombre,
"nacido de mujer", no muere. Cristo "sacó a
la luz la vida y la inmortalidad" (2a. Tim. 1: 10). Ahora realizarían los
hombres que la muerte física es
inofensiva y que la vida persiste cuando el cuerpo ha dejado de funcionar. Satanás había
utilizado al máximo el temor a la muerte para
sembrar, en los hombres, el afán de acumular bienes
materiales a toda costa. Pero puesto
que hay vida después de la muerte corporal,
entonces las promesas de Dios toman una
perspectiva totalmente distinta. Parece que Satanás despreció o no creyó que
fueran efectivos los planes de la resurrección. El caso de Lázaro vino después a certificar que la muerte carecía de poder aniquilador.
c. La suerte de Satanás quedó sellada cuando la
Cruz proclamó el ocaso de su reinado. Si le
quedaban dudas, las Escrituras las habría
desvanecido. La resurrección del Hijo de Dios había validado la Palabra Santa y todas sus profecías sobre
el destino del diablo se cumplirían. En el tiempo que le resta, sólo le queda a Satanás proyectar
la amargura de su fracaso sobre la humanidad. Vive para herir
y el objeto especial de su odio son los hijos de Dios. Para
vengarse del Señor, se ha propuesto arruinar todo el fruto espiritual del Pueblo de Dios. Tenazmente aprovecha toda
oportunidad para dejarnos improductivos,
sabiendo que cada pérdida de los cristianos en
esta vida, tiene consecuencias eternas.