GEOMETRÍA PROFÉTICA
DE UN AUTOR DESCONOCIDO.
MONTREAL
1859
GEOMETRÍA PROFÉTICA* 15-17
Su tipo se encuentra en Génesis 33, 3, por Jacob, el representante de los judíos, inclinándose siete veces ante Esaú, el representante de los gentiles; después de lo cual, los hermanos se abrazaron y vivieron para siempre en términos amistosos, un vivo ejemplo de la enemistad y opresión gentil del pueblo de Dios y de la reconciliación que seguirá en la próxima dispensación.
Nabucodonosor era la cabeza o alma de la gran imagen, que representaba a las cuatro grandes monarquías gentiles que dominaron a los judíos y los desolaron. Dios se complació en mostrar a su pueblo, mediante la locura de este gran conquistador, quien murió como un humilde converso, el tiempo que transcurriría antes de que los gentiles se convirtieran nacionalmente a Cristo. «La locura del conquistador duró siete tiempos o años, que, tomados como 360 días proféticos de nuestro calendario lunar, cada uno, sumarían 2520 años lunares. Estos deben reducirse a años solares, diez días y medio cada uno, restando 72 años solares y 182 días que forman 2520 años solares; quedan 2447 años solares y 178 días, de los cuales, si se restan 588 años solares, el año a. C. Cuando la ciudad santa de Jerusalén y el templo fueron destruidos por Nabucodonosor, esto nos llevará al año 1859 d. C., cuando Jerusalén será capturada por el Anticristo, pero será liberada por la intervención de Cristo, quien liberará a los judíos de su larga esclavitud, una liberación a la que seguirá la restauración de la cordura de los gentiles, dando gloria al Dios del cielo.
Por extraña que pueda parecer a cualquier lector imparcial la coincidencia del final de los dos últimos períodos, se debe inferir convicción, considerando Dan 12:7, donde nuestro Señor juró por aquel que vive por los siglos, que se cumpliría un tiempo, tiempos y medio, o tres tiempos y medio, santos (los judíos). Ahora bien, tres tiempos y medio equivalen a 1260 años lunares, que, convertidos en años solares, nos dan 1222 años solares; si restamos 1859 años solares, llegamos al año 637 d. C., año en que Jerusalén fue tomada por el general musulmán Omar. Cuando, según el historiador Gibbon, Sophronismos, el patriarca griego de Jerusalén, vio a los soldados triunfantes entrando en la ciudad, se le oyó decir: «¡Ahora es la abominación de la desolación de la que habló el profeta Daniel, en el lugar santo!»
No es necesario recalcar que Mahoma es el mayor tipo de Anticristo, ya que sus discípulos han pisoteado la ciudad santa, el Monte Sión e Israel desde entonces; y que, por esa razón, es un centro adecuado para el gran período anticristiano de 2520 años, o 70 veces 36, cuyo cuadrado, aunque es el cuadrado de 6, es una base o cimiento sobre el cual construir, pero nunca puede tener una superestructura, porque está maldito por Dios, e indicaría deficiencias y un trabajo inútil por parte de los poderes de las tinieblas, los grandes enemigos de Cristo y su iglesia, que terminaría en su destrucción.
En relación con el Período Gentil de los Tiempos, y con Mahoma, se encuentra el Período de 1290 años lunares, que, al ser convertidos en años solares, al restar 37 años y 40 días a otros tantos años solares, quedan 1252 años solares y 325 días; y si se cuenta el resto hacia atrás desde 1859 años d. C., llegamos al año 606 d. C., cuando el mahometismo comenzó a auge en la casta, y es admirable decir que fue en ese mismo año que el tirano Focas nombró al papa cabeza suprema de la Iglesia.
El período de 1290 años nos presenta, en sus inicios, una doble contaminación de la iglesia en Oriente y Occidente, y su antitipo será el Anticristo, asistido por el falso profeta, quien se erigirá a sí mismo y a su imagen para ser adorados en el templo de Jerusalén. La Trinidad Infernal Mimética, Satanás, la Bestia y el Falso Profeta, usarán todo su poder y astucia para destruir la iglesia durante su breve reinado de 1290 días literales, tanto como para engañar a los mismos elegidos. Si fuera posible, imitarán milagros, prodigios e incluso inspiración. Tendrán, a imitación de la verdadera Iglesia Apostólica, a sus falsos apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, cinco órdenes de ministros inspirados, para oponerse a la obra de los dos altamente dotados Profetas o Testigos Inspirados del Apoc,. xi, quienes serán asesinados al término de los 1260 días literales de su testimonio.
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