PALMONI
O LOS NÚMEROS DE LAS ESCRITURAS
UNA PRUEBA DE INSPIRACIÓN.
UNA INVESTIGACIÓN LIBRE.
POR M. MAHAN,
“Él creó la Sabiduría, la vio, la contó y la derramó sobre todas sus obras. ¿Por qué, si no, se le llama PALMONI (Dan. 8, 13), que se traduce en el margen de nuestras Biblias en inglés como Los Números del Secreto, o lo Maravilloso” BIBLIOTECA BÍBLICA, iv, pág. 8.
PALMONI * MAHAN*1-10
PREFACE.
Esto se llama "Investigación Libre" porque es estrictamente tal: el tema que trata es una cuestión completamente abierta, y su investigación se lleva a cabo con la debida deferencia //respeto// (espero) a los prejuicios que pueda perturbar, pero sin apelar a la mera autoridad, ya sea de la Iglesia primitiva o de la moderna.
En algunas partes de la obra, otros han abierto camino, y, por supuesto, he aprovechado sus trabajos.
La cronología, por ejemplo, ha sido explorada eruditamente por Browne en su Ordo Scedorum, un libro al que se hace referencia con frecuencia en el transcurso de esta Investigación. Pero no me he dejado llevar simplemente por Browne.
Un error suyo, en un punto importante, me llevó a elaborar todo el esquema de novo ab ovo.
El resultado ha sido que, con la excepción de este punto, considero que mi esfuerzo por armonizar en lo fundamental con él, y en lo que respecta al principio, corrobora con creces sus notables conclusiones.
En esa parte de la obra que será la más reciente para la mayoría de los lectores, y en la que quizá tenga que rogarles que «toquen, pero escuchen», la idea principal es familiar para la Iglesia primitiva. Sin embargo, no parece que haya sido sometida a un riguroso examen científico. En cuanto a la conexión entre estas partes, la aplicación de los números místicos como clave para las fechas sagradas, desconozco si alguien lo ha hecho antes que yo.
El famoso Mirandula afirmó haber encontrado el secreto de la aritmética espiritual; pero no he podido determinar qué hizo con el tema, ni si aportó pruebas sólidas de sus descubrimientos para conectarlos con la cronología.
Con la esperanza de que el esfuerzo sea útil, al menos para llamar la atención sobre un tema interesante, lo someto al juicio del lector sincero y reflexivo.
M. MAHAN. SEMINARIO TEOLÓGICO GENERAL, N. Y., . 9 de junio de 1863. .
PALMONI;
O, LOS NÚMEROS DE LAS ESCRITURAS
CAPÍTULO I.
VISIÓN GENERAL DEL TEMA
Dado que el tema de esta investigación será nuevo para la mayoría de los lectores, y dado que su principal objetivo no se revelará de golpe, conviene plantear de antemano algunos de los resultados que cabe esperar. Lo haré de forma hipotética.
Supongamos que tuviéramos la fortuna de encontrar valiosos documentos históricos; supongamos que, al examinarlos, se descubriera que contienen una cronología muy precisa, que abarca un período de miles de años, intercalada con animadas narraciones de lo más interesante; supongamos, además, que el contenido de estos documentos fuera de tal naturaleza que provocara mucha discusión, despertara la curiosidad, y en parte satisficiera y en parte frustrara ese ávido deseo de conocimiento natural en el hombre: podemos imaginar fácilmente, en tal caso, el esfuerzo que se haría para comprender con precisión el registro que se nos presenta y resumir sus peculiaridades. el principio sobre el cual fue construido
Ahora bien, la Biblia es una colección de documentos antiguos. Contiene una cronología tal como se ha descrito. Sin embargo, aunque parezca extraño, el esfuerzo por extraer esa cronología en su conjunto, presentarla honestamente tal como es y examinar y explicar sus rasgos característicos, es casi una novedad, incluso hoy en día. Ha habido muchos intentos de modificar la cronología de la Biblia. Presentarla simétricamente, con su propia forma, ha sido un objetivo de pocos, y quizás nunca lo haya logrado nadie con éxito.*
Supongamos, además, que se realiza un esfuerzo honesto para presentar esta Cronología tal como es, y que, al parecer, abunda en curiosos paralelismos, extrañas coincidencias y simetrías de la más notable y rítmica descripción.
Supongamos que se caracteriza en cada parte por la recurrencia de ciertos términos místicos de años, no de forma aleatoria, sino a intervalos y en proporciones elaboradamente exactas. Supongamos, en resumen, que esta Cronología resulta estar estructurada en un sistema. Supongamos, finalmente, que la clave de este sistema aparece en ciertos números, como el cinco, el siete, el ocho, el trece y similares, que pueden demostrar, mediante una inducción rigurosa y pruebas científicas, que tienen un significado espiritual definido, más allá de su valor aritmético.
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