martes, 6 de julio de 2021

GANARSE AL ADVERSARIO

GANARSE AL ADVERSARIO

POR CHRISTOPHER MATTHEWS

Selecciones del Reader´s Digest Agosto de 1988

CHRISTOPHER MATTHEWS fue un destacado asis­tente de Thomas O'Neill, ex presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, y actualmente es corresponsal en Washington, D.C. para el Examiner de San Francisco, California.

LA BATALLA de Saratoga, Nueva York, fue una de las victorias decisivas en la Guerra de In­dependencia de Estados Unidos (1775-1783 ). Al finalizar esa ac­ción bélica, el general Burgoyne, comandante del Ejército británico, entregó su espada de mando al general Gates, del Ejército Insur­gente, y los oficiales de ambos ban­dos se sentaron juntos a cenar y a bebieron y sidra en abundancia.

Si yo hubiera leído esta escena en mis años de juventud, seguramente me habría parecido absurda. Allí es­taba, después de todo, un grupo de arrojados guerreros que pocas horas antes, habían apuntado sus fu­siles directo a los corazones, unos y otros. Pero he aquí que se reu­nían alrededor de una mesa a go­zar de una agradable cena. Sin em­bargo, después de dos décadas de trabajar con políticos, hoy com­prendo por qué los triunfadores sa­gaces se comportan de ese modo.

Desde el punto de vista de los insurgentes norteamericanos, aquel gesto en verdad era sensato. ¿Qué mejor manera de desalentar la pa­sión combativa de los soldados in­gleses que enviar el mensaje, con ellos mismos, de que perder a ma­nos de los norteamericanos no era tan malo, a fin de cuentas?

En 1968, el representante por Illinois Dan Rostenkowski estaba a punto de convertirse en presiden‑te de la Cámara. De apenas 40 años, era ya un político de gran influencia y popularidad; es decir, el arqueti­po del congresista que asciende en la escala del poder como algo casi natural. No obstante, ese inteligen­te político acabó por ser víctima de un enemigo menor, pero dueño de una prodigiosa memoria.

Durante la tristemente célebre convención nacional demócrata de 1968, en Chicago, la oleada de las manifestaciones contra la guerra lle­gó al palacio de convenciones, y los líderes de ese partido aparecieron gritando y gesticulando unos contra otros frente a las cámaras de tele­visión. Fue palpable que el diminu­to presidente de la convención, el jefe de la mayoría parlamentaria, Carl Albert, había perdido el control de los acontecimientos.

Tras observar aquella carnicería por televisión, furioso, el presiden­te Lyndon Johnson se comunicó en seguida con Rostenkowski, quien por entonces era el demócrata nú­mero cuatro en la jerarquía dentro de la Cámara y, además, protegido del alcalde de Chicago, Richard Da-ley. Rápidamente, Rostenkowski in­formó a sus colegas del disgusto del Presidente, y ocupó sin más la presidencia de la convención toman­do el martillo de manos del descon­certado Albert.

Tres años después, Albert era presidente de la Cámara de Representantes. Cuando el nuevo jefe de la mayoría propuso a Rostenkows­ki como jefe de partido en la Cá­mara, el tercer puesto de importan­cia dentro del partido, el presidente Albert lo detuvo en seco. En su lu­gar, eligió al representante por Mas­sachusetts, Thomas O'Neill, quien posteriormente habría de suceder­lo en el cargo.

Pero Albert aún no había termi­nado. A los pocos días del inciden­te, Rostenkowski buscó la reelec­ción en su puesto de presidente del comité demócrata de nombramien­tos en la Cámara. Fue derrotado por un inesperado rival tardío: un congresista propuesto por el presi­dente de la Cámara, Carl Albert.

Rostenkowski conquistó poste­riormente la presidencia del podero­so Comité de Medios y Procedimien­tos de la Cámara. Reflexionando sobre aquel inolvidable momento de la convención nacional de 1968, años después, uno de los amigos de Dan Rostenkowski señaló: "Si hubiese conservado la boca cerrada, Danny sería ahora el presidente de la Cámara".

ESTA LECCIÓN es válida en todos los oficios. La persona que no sabe ganarse a sus adversarios des­perdicia oportunidades preciosas. Un líder sagaz no olvida jamás que el adversario de hoy, a menudo, es el valioso aliado de mañana.

CONDENSADO DE 'HAROBALL. 3( 1988 POR CHRISTOPHER MATTHEWS. PUBLICADO POR SUMMIT
BOOKS/SIMON & SCHUSTER, INC., DE NUEVA YORK. NU¿VA YORK

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