martes, 13 de diciembre de 2022

ANGELES EN MISIONES ESPECIALES –Roland Buck- 16

ANGELES EN MISIONES ESPECIALES –Roland Buck- 16

  El primer día mientras andábamos por la calle noté una señora bien vestida que estaba llorando, con una toalla delante de la cara. Descubrí que era la propietaria de una de aquellas tiendas. Podía ver sus hombros agitándose mientras sollozaba, así que le dije:
—Estoy aquí para ayudarla. Soy un pastor, y quiero ayudarla. Dios la ama y se preocupa de sus necesidades.
Esperé mientras el intérprete le daba el mensaje

. —Dígale a este señor que lo que me pasa no es importante._
El joven interpretó y contestó:
Todo lo que es importante para usted, señora, es importante para Dios.

Ella se quitó la toalla de la cara. Hacía tiempo que estaba llorando así que sus ojos estaban enrojecidos. Le puse la mano sobre la suya y oré para que Dios pusiera sus fuertes brazos sobre los hombros de la mujer y la ayudara, cualquiera que fuera su necesidad. Cuando levantó la cabeza, parecía como si las nubes de su cara hubieran desaparecido y hubiera salido el sol.
Pregúntele si su nombre es Jesús. He llorado muchas veces antes, pero nadie ha hecho caso hasta ahora, y este hombre me ha hecho caso.
   Yo estaba infringiendo las reglas que reciben tanto los turistas como los misioneros, porque hay muchas reglas allí, y uno no debe interferir con los asuntos de nadie. Pero yo no lo sabía. La gente en el mercado (y estaba lleno) empezaron a congregarse para ver lo que estaba ocurriendo. Antes de poco se había esparcido la noticia de que me preocupaba por esta mujer.
   La próxima violación de las reglas ocurrió cuando vi a una señora llevando un pesado saco de arroz, que parecía pesar por lo menos treinta kilos o más. Era muy vieja y sus piernas estaban muy curvadas, y le pregunté a qué distancia tenía que llevar el saco. Me contestó que a más de tres kilómetros. Probablemente podría haberle pedido al joven que llevara el saco a la señora, pero agarré el saco de arroz de la mujer y se lo llevé yo mismo. La gente lo vio y empezó a esparcirse la noticia en aquella ciudad de unos 360.000 habitantes.
 Mientras iba por la plaza mercado la gente empezó a seguirme. Me paraban y me pedían que les hablara por favor. En distintas ocasiones, mientras compartía con ellos el mensaje de amor y cuidado divinos, noté que algunos eran curados de algunas aflicciones, incluyendo algunos que estaban gravemente afectados de artritis. Cuando ocurrió esto yo no estaba hablando sobre curaciones, no estaba orando por ellos, simplemente les estaba diciendo que Jesús los amaba y cuidaba de ellos. Había algunos sordomudos que fueron curados sin oración de ninguna clase. No podían oír lo que yo estaba diciendo, porque eran sordos, y no podían haberlo dicho a nadie, porque eran mudos, pero el Señor los curó y pudieron oír y hablar.
    Dios demostró que todas estas personas habían sido escogidas por El, porque después de esto vinieron en grandes cantidades a mi hotel, que pasó a ser un lugar muy activo. Vinieron día tras día mientras estuve allí y oré por ellos en el vestíbulo del hotel, y ministré a ellos según sus necesidades.
  Luego llegaron noticias de que un fiero tifón iba a abatirse sobre Bocolod hacia las ocho de la noche. Ya la lluvia caía copiosamente. Les dije a la gente que se cobijaran en la iglesia cuya construcción era mucho más sólida que las leves casas que me parecía que iban a salir volando con el viento. Durante un par de horas creí que el tifón ya había llegado, porque daba la impresión de haber gran número de aviones a chorro volando por encima, pero esto era causado por los vientos que preceden al verdadero tifón.
  Les dije a la gente que no se preocuparan porque Dios no tenía ningún problema en desviar el tifón y hacer que rodeara la ciudad. Después de todo, Dios es Dios, ¡todavía! Esta gente han vivido toda su vida con temor, porque hay alrededor de veinte tifones que se abaten sobre las islas Filipinas cada año. Este era uno de los peores desde hacía varios años. ¡Estaban aterrorizados!
  Hacia las 7.30 nos reunimos al frente de la sala de la iglesia y adoramos a Dios y oramos. Le pedimos a Dios que desviara el tifón en otra dirección. Gracias a Dios, el Señor intervino y el tifón se dirigió hacia un punto deshabitado. ¡Aleluya!
  El centro del tifón había dejado el área intacta. Si hubiera caído sobre la ciudad habría derribado gran número de edificios. También pasó de largo a Manila y fue a un sitio donde había muy poca población, como si hubiera sido por intervención divina. La lluvia y el viento dejaron más de 270.000 familias sin tejado, pero no hubo víctimas excepto lo que sufrieron los campos de arroz, El arroz sufrió pero las personas se salvaron. ¡Es maravilloso ver a Dios en acción!
  La última noche, cuando ya me preparaba para mi viaje de retorno vía Manila, llegó la noticia: «Viaje cancelado.» Pensé: «¿Cuánto va a durar el tifón Rita? ¿Qué va a pasar con mi reserva de aquí a Manila? ¿No servirá para nada? '  ¿Qué pasará con mi reserva a partir de Manila?»
   No tardé, mucho en descubrirlo. Mis reservas estaban caducadas y los vuelos estaban llenos hasta el miércoles. Mi reserva a partir de Manila estaba también sobreseída. Me pregunté cuánto tardaría en tener otra. Luego pensé: «¿Por qué preocuparse? Dios lo sabe. Es el. que me ha traído aquí.»
   A la una llamé al aeropuerto de Manila. Las calles estaban llenas de agua y algunas ráfagas de viento alcanzaban íos 200 kilómetros por hora. No había reservas ni en sueños. Hasta siete o diez días lo más pronto. Pensé en uno de los hombres que Dios había puesto en mi camino y que me había dado su tarjeta. Me había dicho que si en algún momento necesitaba ayuda que usara su tarjeta y su nombre. Ahora necesitaba ayuda, así que decidí ver lo que iba a ocurrir. Cuando di su nombre las ruedas empezaron a moverse. Al cabo de pocos minutos estaba en posesión de un asiento y se me dejó el paso libre con prioridad de primera clase. ¡Dios sabía que necesitaría esta ayuda!
    Llegué a Manila hacia el mediodía. Había muchos árboles y casas derribados. Con la inundación, la ciudad se veía como si estuviera en el mar. Había millares de personas buscando pasaje. Yo era el único sin reservas previas para los Estados, Unidos. Gracias a Dios que envió a aquel oficial del gobierno, y fui enviado como un pasajero especial, fuera de las listas.
Nota especial: TODOS los nombres que Gabriel me había dado fueron identificados mientras estaba en las Filipinas.

                   MIGUEL Y SUS ANGELES
ruidos abajo inuy temprano por la mañana...un lunes por la mañana
Nunca olvidaré la vista en la sala cuando fui a investigar... Había una campaña militar angélica, con mi casa como  Cuarlel General... Se daban órdenes y se recibían... este ataque era bastante serio corno para que apareciera en escena Miguel,, el líder de los ángeles guerrenos.

                                                       12
                                  MIGUEL Y SUS ANGELES
Hacia las dos, un lunes por la mañana, me despertó un ruido persistente en el piso bajo de mi casa. Bajé inmediatamente a investigar la causa. Cuando llegué, vi uno de los espectáculos más espantosos que he contemplado en, mi vida. De pie en la sala había cuatro grandes ángeles guerreros, y había una enérgica actividad por toda la casa. Cada vez que Dios se me ha revelado por medio de las visitas de ángeles ha sido algo espantoso, pero esta vez era algo que me dejó atónito, porque comprendí inmediatamente en mi espíritu la importancia de lo que Dios estaba haciendo.
  Gabriel estaba al pie de la escalera y me dijo que entrara en la sala. Me dijo: «No quiero que te asustes, pero las fuerzas satánicas han empezado un ataque contra ti. De la misma manera que Dios tiene su organización angélica. Satán tiene también la suya con príncipes de las tinieblas, aunque la suya no es tan poderosa ni tiene tantos ángeles. No son omnipresentes y por ello no pueden estar en todas partes al mismo tiempo. Su fin es seguro.»
 Escuché atentamente lo que me decía Gabriel, que quería asegurarme a mí para que yo pudiera fortalecer los ánimos del pueblo de Dios, y recordarles en qué tiempos especiales estamos viviendo. Me dijo que Satán se da cuenta de que Dios está haciendo algo en Boise, y ha enviado a príncipes de las tinieblas al aire, en un esfuerzo para dañar y desviar a la gente, para llenar su mente de las cosas de este mundo y para estorbar la obra de Dios.
Me recordó el tiempo en que Israel iba a ser liberado de Egipto, cuando el príncipe de las tinieblas trató de estorbar la obra de Dios matando a los niños recién nacidos, esperando matar a Moisés. Hizo lo mismo cuando nació Jesús.
Yo creí que era en extremo interesante lo que Gabriel me dijo, que Satán no sabe lo que va a ocurrir. Satán no puede predecir el futuro y no puede saber lo que hay en la mente de las personas. Está nervioso en extremo porque no sabe exactamente lo que está ocurriendo, pero espera de algún modo retardar lo que Dios está haciendo. Gabriel dijo que puesto que el Espíritu Santo escucha toda la tierra, no permitirá que Satán lo consiga. Cuando ve actividad de Satán, que empieza a amenazar, envía inmediatamente huestes de ángeles que ponen orden a la situación.
   Mi atención se dirigió a un ángel especial, que era muy grande y de aspecto guerrero. Al mirarle, noté que a pesar de su fiereza tenía un gran parecido a Gabriel. Nunca olvidaré los ojos de este gran ángel porlibebrado de Egipto, cuando el príncipe de las tinieblas fuerza cuando Gabriel me dijo simplemente que Dios había enviado a su ángel guerrero más poderoso para despejar el terreno y hacer retroceder a los príncipes de las tinieblas. Yo estaba conteniendo la respiración, a causa del temor que me infundía, porque éste era mi primer contacto con MIGUEL.
   Es prácticamente imposible describir la radiación y resplandor que procedía de su presencia. Podía casi palpar allí la compasión y el, amor, el fruto del Espíritu Santo, porque la atmósfera del cielo es la naturaleza de Jesús. Todos estos seres angélicos tienen esta misma naturaleza y profunda compasión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ENTRADA DESTACADA

EL OTRO CRISTO ESPAÑOL - Juan Mackay --Pag.280

La Iglesia La Iglesia que se estableció en la América Latina es una   Iglesia que nunca conoció una verdadera reforma. Sin   embargo, en...