jueves, 26 de enero de 2023

FELIPE REYES-EL JUSTICIERO

 

Sábado, 19 de marzo de 2016

ANECDOTARIO DE ABRAHAM LINCOLN..Sara Lincoln

“ABRAHÁN FUE un chico muy juicioso, y yo puedo decir de él lo que acaso apenas podría decir una madre entre mil: nunca me dijo una palabra dura ni me lanzó una mirada rencorosa, ni rehusó hacer nada de cuanto le mandé. Era diligente para el estudio, leía cuanto libro encontraba. Si algún pasaje le llamaba la atención, lo escribía sobre alguna tabla si no tenía papel a mano. Cuando conseguía papel, lo copiaba, lo leía y lo releía.

— SARA LINCOLN, en declaración hecha aWILLIAM HERNDON

SE METÍA un libro debajo de la camisa, se llenaba los bolsillos de los pantalones con tortas de maíz y se iba a arar o a rastrillar. A mediodía se sentaba bajo un árbol a leer y a almorzar. Cuando llegaba a casa por la noche, recostaba una silla contra la chimenea, engarzaba los pies en el travesaño y se agachaba a leer

Tía Sarita le ponía una vela sobre la repisa y muchas veces Abrahán tomaba su cena allí mismo, comiendo todo cuanto ella le servía sin dejar de leer. Entraban los vecinos, se quedaban mirándolo sin que él se diera cuenta siquiera, y volvían a salir haciéndose cruces.

--DENIS HANKS

Martes, 21 de junio de 2016

LA CASADA FIEL Por John Wheeler

 LA CASADA FIEL

John Wheeler

  UN GRAN avión de la Eastern Air Lines se disponía a aterrizar en el aeropuerto de La Guardia, en Nueva York.
El capitán hizo la pregunta de rutina:
—¿Listo el tren de aterrizaje, John?
Tras de echar una mirada al tablero de instrumentos, el copiloto se asomó a la ventanilla para cerciorarse de que el tren de aterrizaje estaba en posición. Una ráfaga de viento le arrebató la gorra.
—Listo—respondió volviendo hacia el capitán la desgreñada cabeza.
Y el avión aterrizó sin novedad a las 6 y 30 de la mañana.
 Joe Higgins, camionero de una lechería de Long Island, habitaba con su esposa en una casita de Queen's Village, lugar cercano al aeropuerto de La Guardia. Estaba recién casado, y había conseguido hacía poco su empleo, en el que le tocaba trabajar de noche.
   En la melancólica y silenciosa soledad de las madrugadas, Joe cavilaba a veces en lo que estaría haciendo su mujer a esas horas. En un artículo titulado Consejos para la felicidad conyugal había leído recientemente que el marido debe trabajar de día y permanecer de noche en el hogar. Esto y sus propias cavilaciones preocupaban a Joe ese día al llegar, a las siete de la mañana, a la puerta de su casa.
 Iba ya a abrir cuando reparó en algo que había en el suelo, cerca de los escalones de la entrada, y se agachó a recogerlo. Era una gorra con el escudo de la Eastern Air Lines. Abrió Joe violentamente la puerta e irrumpió en la casa gritando:
—Jane! ¿Qué estuviste haciendo anoche ?
—Fui al cine y me acosté en cuanto volví a casa—repuso Jane bastante sorprendida.
¿Y no andarías también volando . . . por todo lo alto?—preguntó él a tiempo que tiraba en la cama la gorra de aviador—. Tu amigo dejó esta tarjeta en la puerta. Ahí dentro puedes leer el nombre: John Bell. Jane miró con ojos llenos de asombro la gorra de aviador; miró después a su marido, que le gritaba dirigiéndose hacia la puerta de la calle:
—¡Guárdate la gorra, y que te sirva de recuerdo! ¡Tú y yo hemos terminado! Jane había oído hablar del capitán Eddie Rickenbacker, director de la Eastern Air Lines, piloto veterano y hombre muy cortés y servicial. Le escribió explicándole lo sucedido, fue sin pérdida de tiempo a las oficinas de la Eastern en Nueva York, y entregó la carta y la gorra de aviador a la secretaria del capitán.
El capitán Rickenbacker no es amigo de dejar las cosas para luego. Salió inmediatamente con Jane Higgins para el aeropuerto de La Guardia. Una vez allí, el director de circulación entregó al capitán el cuaderno de vuelo del avión y mandó llamar al copiloto Bell, que se presentó a los pocos minutos. Todos se trasladaron a casa de los Higgins, en donde hallaron a Joe haciendo las maletas. Por supuesto, el cuaderno de vuelo y lo que le contó el propio Bell convencieron a Joe de su equivocación. Con esto, John Bell recuperó su gorra de aviador y Joe Higgins a su esposa.
 
—Se acabaron las caras agrias, amor mío—le dijo al abrazarla prolongadamente—. Y de todos modos, buscaré otro empleo en que no haya que trabajar de noche.

Martes, 1 de diciembre de 2015

FELIPE REYES-EL JUSTICIERO

 Felipe Reyes el Justiciero , fue una popular serie mexicana de radio y cine de los años 70s.

 Alvaro Zermeño, fue el protagonista de las peliculas de Felipe Reyes.

 Me gusta  la letra y la musica de la canción de Felipe Reyes.

Mi nombre es Felipe Reyes, me llaman el Justiciero

Soy amigo de las leyes, castigo de  bandoleros

En mi caballo retinto contemplo el atardecer

Donde me las pinten brinco , no importa quien pueda ser 

Aquí esta Felipe Reyes que representa la LEY

Justicia para los hombres es lo que encuentran en él

prepárense los malvados que ya se les va a llegar

si para pelea son gallos no espantan al gavilán

mi vida está dedicada a hacer siempre bien al pueblo

mi vida no está comprada , por que yo soy justiciero

Aquí está Felipe Reyes que representa la ley

Justicia para los hombres es lo que encuentran en él

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