EL ANHELO DE LIBERTAD DE UNA PALOMA
MI HISTORIA DE LOS DÍAS SABADOS
Por. Un apasionado por la historia huehueteca/Autor del Blog, quién se inspira en su gran amor por su ciudad natal
QUIÉN DEDICA ESTA HISTORIA AL PADRE ETERNO, A MI SALVADOR JESUCRISTO Y AL ESPIRITU SANTO
El día sábado 12 de Marzo del año del Señor de 2022; tío Daniel, sus sobrinos, Ricardo, Jorge y Susana del Mar y Cielo, se encuentran en la ciudad bella de Huehuetenango.
Es una hermosa tarde soleada,
Según me ha informado”tío Daniel”, el cuento de esta tarde, correrá a cargo de nuestro amigo, Felipe, “el escritor”—
Todos se encuentran alrededor de una gran mesa; Felipe agradece el tiempo cedido, e inicia así:
—Amigos todos; ”había una vez”, en la próspera, cosmopolita, industrial y poderosa “Albión”, es decir en Inglaterra, una imponente mansión campestre.
Dentro de las murallas solidas de este precioso palacio, en sus extensos jardines había gran multitud de tórtolas y de preciosas palomas de brillante plumaje blanco.
Estas aves vivían en completa libertad, sin ninguna clase de restricciones, iban y venían en todas direcciones, volaban hacia el norte, hacia el sur, al poniente y al oriente.
Los jardines, el alimento, y la fuente, donde tomaban el agua fresca, eran propiedad de Providence Towers; la hermosa y noble Condesa, hija del magnate del acero, el Conde Samuel Towers Lancaster.
En los astilleros del Conde Towers, se fabricaban los sofisticados submarinos, propulsados por sus propios reactores, para la Real Armada.
Providence Towers, era hija de Constance Towers, a su vez sobrina del Rey de Inglaterra.
Constance Towers, era condesa de la región de Leicester y Nottingham.
Providence era de profesión ingeniera naval, y era la principal diseñadora de la fábrica de su señor padre.
En sus ratos libres, después de trabajar en su estudio, llegaba ella misma al establo por su hermoso caballo blanco, y luego de ensillarlo, trotaba por las llanuras, disfrutando del aroma de los azahares en flor, y del fresco viento acariciando su bello rostro y haciendo flotar al aire su incomparable cabello largo.
A su paso, las tórtolas y las blancas palomas alzaban el vuelo hacia el cielo azul.
Providence, había dicho a sus empleados o servidores, que en ninguna manera debían molestar a las tiernas avecillas, porque ella las amaba mucho.
Pero, ahora, al igual que un silencioso submarino diseñado por la Condesa Providence, que ha apagado sus motores y hélices; nosotros descenderemos a la zona profunda e inaccesible del espíritu, en aquellas profundidades remotas, donde las almas egoístas y malvadas no pueden rastrearnos, ni mucho menos seguirnos.
Allí en esas profundidades encontraremos verdaderos tesoros en cofres de plata, adentro están repletos de monedas de oro, lámparas y espadas de marfil incrustado de rubíes y zafiros. Un lugar donde las piedras son literalmente de oro puro. Un espacio donde las almas doloridas son sanadas con las infusiones sanadoras de algas marinas. Los peces llevan su propia luz arriba de sus cabezas.
¡Sumerjámonos en el bello mundo de las criaturas hechas por el amoroso corazón de Jesucristo!
“Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán;
A las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán;
8 O habla a la tierra, y ella te enseñará;
Los peces del mar te lo declararán también.
9 ¿Qué cosa de todas estas no entiende
Que la mano de Jehová la hizo? Libro de Job 12.7-9 RV 1960
Un día, una avecilla, dice muy sonriente a su progenitora:
—“Mami palomita”, la Condesa Towers, nos tiene en gran estima, y nos ama con su tierno corazón; podrías decirnos ¿porqué?—
—“Mijito”, he escuchado decir que ella es muy noble y misericordiosa con nuestra especie, desde muy niña su alegría era visitar estos jardines, puede ser también porque en las palomas de nuestra familia, hemos heredado de generación en generación el siguiente relato, resguardado celosamente, ahora yo te lo transmito, al igual que lo hicieron conmigo mis padres—
—Adelante, mamita, te escucho—
”Había una vez”,
Sucedió hace más de 2,000 años; un hermoso palomo, quien era antepasado nuestro, tuvo la desgracia de caer preso en el lazo del pajarero. Fue sacado de sus amadas montañas y trasladado juntamente con cientos de nosotros a la ciudad. Encerrado en viles jaulas, se nos alimentaba miserablemente. Nuestro destino final era ser vendidos por unas monedas y luego ser sacrificados para expiar o cubrir los pecados de los hombres.
Estando nuestro antepasado palomo, prisionero junto a muchos compañeros, notó que en una jaula cercana, se encontraba una bellísima doncella “Palomita”. Ella también había sido capturada por los pajareros y esperaba su triste final.
Fue nada más verla, y nuestro antepasado palomo rindió su corazón a tan bella criatura. Como todas las jaulas estaban cerca, ellos pudieron establecer comunicación; se profesaron amor del bueno; sus miradas se encontraban a cada rato, suspiraban y lloraban abundantemente.
Cada día, el número de palomas en las jaulas, disminuía considerablemente, eran escogidas al azar, para ser sacrificadas.
Nuestra pareja de enamorados vivía con su pequeño corazoncito tembloroso, de que el día menos pensado, fuesen a sacar al amado para acabar con su existencia. Nuestro palomo hizo suyas las palabras mesiánicas del salmista David, donde se dice:
1Escucha, oh Dios, mi oración, Y no te
escondas de mi súplica.
2Está atento, y respóndeme;
Clamo en mi oración, y me conmuevo,
3A causa de la voz del enemigo, Por la opresión del impío; Porque sobre
mí echaron iniquidad, Y con furor me persiguen.
4Mi corazón está dolorido dentro de mí,
Y terrores de muerte sobre mí han caído.
5Temor y temblor vinieron sobre mí, Y terror me ha cubierto.
6 Y dije:
¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría.
7Ciertamente
huiría lejos; Moraría en el desierto. Selah
8 Me apresuraría a escapar Del viento borrascoso, de
la tempestad.
9 Destrúyelos, oh Señor; confunde la lengua de ellos; Porque he visto
violencia y rencilla en la ciudad. 10Día y noche la rodean sobre sus
muros, E iniquidad y trabajo hay en medio de ella. 11Maldad hay en medio
de ella, Y el fraude y el engaño no se apartan de sus plazas. 12
Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría soportado; Ni se
alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera
ocultado de él;
13 Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi
familiar;
14 Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, Y andábamos en
amistad en la casa de Dios. 15 Que la muerte les sorprenda;
Desciendan vivos al Seol, Porque hay maldades en sus moradas, en medio de
ellos.
16 En cuanto a mí, a Dios clamaré; Y Jehová me salvará.
17 Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz.
18El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, Aunque contra mí
haya muchos. 19Dios oirá, y los quebrantará luego, El que permanece
desde la antigüedad; Por cuanto no cambian, Ni temen a Dios. Selah
20Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz
con él; Violó su pacto. 21 Los dichos de su boca son más blandos que
mantequilla, Pero guerra hay en su corazón; Suaviza sus palabras
más que el aceite, Mas ellas son espadas desnudas.
22Echa sobre Jehová (Cristo) tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo. 23Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de perdición. Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días; Pero yo en ti confiaré.
El palomo repitió una y mil veces, siempre, siempre, mañana y tarde,
Y nada sucedía…
El palomo y la paloma lloraban, y lloraban…
De tanto llorar y esperar, se cansaron de creer, sus fuerzas y su fe los abandonaban… (y al igual que el personaje de televisión que salía en la serie de Tv. “La Bella y la Bestia”, un hombre con cara de león, que decía siempre “¿Donde está la Justicia? ”; así también el palomo y la paloma se preguntaban “¿Donde está la Justicia? ”.
En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación. Él solamente es mi roca y mi salvación; Es mi refugio, no resbalaré mucho, Salmos 62 1-2 RV 1960
Un día, una mañana de esplendoroso Junio, todas las palomas oyeron un gran alboroto en el lugar donde estaban prisioneras, que era nada más y nada menos, que el fastuoso edificio construido por Herodes. ¿Qué estaba pasando?
Las palomas atónitas, miraban que un hombre alto y fuerte, quien había entrado al templo de Jerusalén, lugar donde se encontraban prisioneras la aves; había hecho un azote de lazos, los mismos que ataban a los infelices bueyes, y luego este hombre, se había dirigido directamente a los que vendían, bueyes, ovejas y palomas, y a los usureros allí sentados.
Seguidamente fue, y volcó las mesas y las sillas de los cambistas y mercaderes. Todas las monedas salieron esparcidas por el aire y fueron pisoteadas por los bueyes que salían mugiendo por las puertas.
Luego se dirigió a la sección de ventas de palomas, y con voz de trueno,
dijo a los que vendían palomas:
—Quitad esto de aquí, y no convirtáis la casa de mi Padre en casa de mercado—
Acto seguido con sus manos fuertes, desató los nudos de los lazos con que estaban amarradas las puertas de las jaulas de las palomas.
Ninguno de los mercaderes, osaba enfrentarse con el Mesías Divino, la puerta estaba abierta, En la mente de todas las palomas, escuchó se una voz que decía que sus ruegos habían sido concedidos en muchos siglos de espera, y que una vez más se cumpliría la Palabra de Dios en los más tiernos corazones.
Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría.
7Ciertamente huiría lejos; Moraría en el desierto. Selah
8 Me apresuraría a escapar.
Y así volaron cientos de palomas hacia el cielo azul de Israel, incluyendo nuestros antepasados, y gracias a ellos, hoy puedo contarte esta relación, “palomito”, hijito mío—finalizó diciendo la amorosa mamá paloma.
—Estupendo” mami paloma”, gracias por transmitirme esa confianza a mi vida, ahora que habitamos en la campiña de Inglaterra, en los jardines de la bella Condesa Providence Towers, quien nos ama tanto—
Amigos oyentes, “tío Daniel” y sus sobrinos, Estanislao; gracias por escucharme, doy por terminado mi cuento.
, y los invita a degustar un café, o un fresco natural, acompañado de unos deliciosos sandwichs.
¡Hasta la historia próxima amigos ¡
y subió Jesús a Jerusalén. 14 Encontró en el Templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas que estaban allí sentados 15 e hizo un azote de cuerdas y echó fuera del Templo a todos, con las ovejas y los bueyes; también desparramó las monedas de los cambistas y volcó las mesas; 16 y dijo a los que vendían palomas:
—Quitad esto de aquí, y no convirtáis la casa de mi Padre en casa de mercado.
Evangelio de San Juan.
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