14 Oct. 2022- Historias como estas, al releerlas,( como acostumbro hacerlo) hacen sentirnos un calor agradable en el corazón, y las penas de la vida huyen, para dar paso al abrazo de Dios que fortalece nuestros corazones, y nos hace desear acercarnos cada vez más a Él.
"El hombre bueno de su buen tesoro saca cosas buenas;" Evang. de Mateo
Publicado el Sábado, 22 de octubre de 2016
¿FUE ANGEL O PERRO?-
ÁNGELES ENTRE NOSOTROS
Por NEVA JOYCE COIL
Compilado por los editores de Guidepost
Dirigí mi auto hada la entrada, Apagué el motor y abrí la puerta del auto, enfrentándome al viento helado y a la lluvia. Mientras me dirigía a toda prisa hacia la casa. Miré hacia la casa del perro, dándome cuenta que Skipper no había ladrado cuando entraba con mi auto. Miré de nuevo. iSkipper no estaba allí¡
Mi corazón se desplomaba mientras me aercaba para ver mejor. No solamente se había escapado, sino que estaba arrastrando su cadena con él. ¿Por qué de todos los días. ocurre hoy, gruñí para mis adentros, el día más frio del año? Si su cadena so enreda en un arbusto y no se puede zafar , morirá congelado en el lugar, antes que llegue la mañana.
Skipper era nuestro perro que había quedado ciego desde pequeño como resultado de un atomizador con substancia química que le tiraron mientras perseguía una bicicleta. A pesar de su ceguera. él era un compañero maravilloso, un animal muy hermoso e inteligente, y un excelente perro guardián. El cuidaba nuestro hogar con pasión : siempre parecía conocer cuando las pisadas no eran de la familia o amigos. Y siempre podíamos reconocer cuando su ladrido era un saludo amigo o un aviso inminente de que se acercaba un extraño. Yo no podía dejar un amigo tan maravilloso afuera en un día como este.
Nosotros vivimos cerca de Toronto, en el este de Obio, en cuatro acres de un hermoso bosque. Mi esposo y yo amamos el lugar, donde con cada cambio de la estación del año. Dios practica todas sus habilidades artísticas en los bosques que nos rodean. Pero el invierno puede ser muy crudo.
Entré en la casa y comencé la tarea de buscar una ropa más caliente. Luego llamé por teléfono a mi hija Linda, que vivía en el pueblo, para dejarle saber que iba a salir al bosque. Linda insistió en venir conmigo. Mientras esperaba por su llegada, le escribí una nota a mi esposo diciéndole lo que había sucedido y en qué dirección planeábamos ir. Siempre que vamos al bosque, tenemos por costumbre hacérselo saber a alguien antes de marchamos.
Vestidas con ropas abrigadas, Linda y yo nos dirigimos en medio de la lluvia helada hacia el bosque que estaba directamente detrás de la casa. Ahora podíamos escuchar a Skipper ladrando, el sonido hacía eco a través del bosque. Parecía estar cerca. Pero sabíamos muy bien que esos sonidos procedían de las colinas , y aunque ellos pueden muy bien venir del sur, usted puede escuchar cl eco viniendo del norte. No, no podíamos depender de los sonidos para guiamos. En la tierra que aún no estaba helada, buscamos pistas. Encontramos huellas de venado y muchos otros animales, pero ninguna lo suficientemente grande para compararse con las huellas de las patas de nuestro enorme perro. Nada que nos señalara que Skipper había ni siquiera estado allí. Nos quedamos en el bosque hasta que nuestros abrigos se cubrieron de hielo. Luego con trabajo caminamos por la colina y volvimos a la casa para calentarnos y cambiamos la ropa por otra seca para el próximo viaje.,
En esta ocasión, tomamos el lado este del bosque. Nada. La tercera vez, tomamos el lado oeste. Cada vez, oramos en voz alta y en silencio, "Señor, por favor, ayúdanos a encontrarlo". A medida que el frío penetraba nuestros huesos, nos desanimábamos pero ambas sabíamos que el darnos por vencidas significaba que para el otro día ya Skipper habría muerto por congelación. Así que continuamos caminando. El sonido de. sus ladridos nos animó para tratar una vez más. La obscuridad se acercaba y la lluvia se estaba convirtiendo en nevada, cuando decidimos volver a salir.
Podíamos escuchar aún a Skipper ladrando. El estaba comenzando a ponerse ronco, y nosotros orábamos con desesperación: "Dios, por favor ayúdanos a encontrarlo antes que obscurezca".
Nos detuvimos al borde del bosque para determinar qué camino tomar. De momento nos encontramos con un perro blanco, bien grande, el cual nunca había visto antes. Era un animal hermoso, muy parecido a un perro pastor alemán, pero de un color blanco puro.
El perro vino hacia nosotros, luego se detuvo y se quedó allí moviendo su cola. Nosotros nos quedamos mirándolo y tratando de decidir qué hacer. Mientras lo mirábamos, él corrió un tramo corto hacia el bosque, luego regresó al mismo lugar frente a nosotros. Por segunda vez él corrió hacia el bosque y regresó. Después de la tercera vez, Linda dijo: "El está actuando como Lassie lo hace en los programas de la televisión, cuando ella quiere que alguien la siga".
Así que con mucha cautela, nosotros lo seguimos mientras él iba corriendo delante de nosotros, y luego regresaba para estar seguro de que nosotros lo seguíamos. Poco a poco el ladrido de Skipper comenzó a escucharse más y más cerca, hasta que al rodear un grupo de arbustos, lo encontramos delante de nosotros.
. Todo su piel de pelo largo estaba cubierta de hielo y su cadena estaba enredada en un grupo de arbustos y alrededor de una torre eléctrica. Mientras corríamos hacia Skipper el gran perro blanco retrocedió, como diciendo: "No se preocupen que no les voy a molestar". Tratamos de mantener la mirada sobre él, mientras trabajábamos fervientemente por zafar la cadena de Skipper pero luego nos olvidamos completamente de él.
Cuando finalmente pudimos soltar a Skipper, buscamos alrededor por el gran perro blanco; pero no lo encontramos en ningún lugar. El se esfumó de nuestras vidas tan misteriosamente como había entrado en ellas.
Skipper vivió otros cinco años. Una mañana a finales del otoño, después que las hojas de hermoso colorido se habían vuelto obscuras y se habían caído de los árboles, miré por la ventana hacia afuera y Skipper se había ido de nuevo. La cadena estaba allí, en la casa del perro y su collar estaba tendido en la tierra, como si lo hubiesen zafado. Una vez más Linda y yo buscamos por el bosque alrededor de la casa, caminando sobre las hojas que eran casi del mismo color que su hermoso abrigo de piel cubierto de pelo largo.
En mi Corazón sabia que en esto ocasión no lo encontraríamos . No había había ningún sonido de su ladrido en la distancia, sólo el eco de nuestras voces que regresaban hacia nosotros mientras lo llamábamos. Limpiándonos las lágrimas, hablamos del día en que ese perro blanco había venido y nos había guiado hacia Skipper.
Aun a menudo nos preguntamos: " ¿era un perro, o un ángel que hizo que nuestros ojos le vieran como perro, porque no hubiéramos seguido a un extraño dentro de un bosque . Todo lo que sabemos es que nunca antes habíamos visto ese perro blanco, y nunca la hemos vuelto a ver, pero él vino como una respuesta a nuestras oraciones.
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