LA MANSION DE LOS COLIBRÍES
MI HISTORIA DE LOS DÍAS SABADOS
Por. Un apasionado por la historia huehueteca/Autor del Blog, quién se inspira en su gran amor por su ciudad natal
QUIÉN DEDICA ESTA HISTORIA AL PADRE ETERNO, A MI SALVADOR JESUCRISTO Y AL ESPIRITU SANTO
Sábado 26 de Febrero de 2,022;
Se encuentran reunidos el sábado 26 de febrero del año del Señor de 2022; el tío Daniel, sus sobrinos Luis, Jorge y Susana del cielo y Mar, juntamente con su amiga Sarah Elizabeth; están además Felipe el escritor y Estanislao “el soñador”.
Felipe, se expresa de esta manera:
—Hoy, el cuento correspondiente corre a cuenta de Estanislao, oigamos atentamente.
Estanislao, comienza su relato.
Había una vez un colibrí que Estando ya en edad de buscar su compañera, necesitaba construir su pequeño nido, pero sus recursos eran muy escasos. Decidió buscar el consejo y la oración de su amiga, la paloma mensajera de Cristo.
Esta paloma predicadora del Señor, muy sabiamente le dijo que confiasen en la providencia divina. Seguidamente, elevaron juntos una plegaria pidiendo la bendición del Mesías de Dios.
Esta oración, salida del corazón de tiernas criaturas del Señor, se elevó como ofrenda fragante y llevada en manos de un mensajero angelical al trono del buen Dios.
Allí mismo en la corte celestial, escuchada la petición del humilde colibrí, se dictaminó a su favor, y veamos de qué forma recibió su nido.
En la misma región donde se encontraba nuestro colibrí vivía un joven hacendado. Su nombre era Artemiius del Campo Quinteros. Él era honrado a carta cabal; un hombre muy amoroso con su esposa y sus hijos. Un ángel de Dios, vino a él en un sueño, y le decía:
“Artemius , Dios se ha agradado de ti, desea que empieces a construir tu mansión. El Creador te ha bendecido con muchos cientos de cabezas de ganado en tu hacienda, Él ha visto como has ayudado a tus trabajadores y les has dado un buen salario y un nivel de vida mejor. Recibe tu recompensa ahora; yo te daré ideas y multitud de recursos.”
A la mañana siguiente, Artemius, muy sorprendido, pero contento, le contó a su amada esposa, sobre el sueño.
Su esposa, hacía unos días atrás que había tenido el mismo pensamiento de edificar una residencia, por lo que conjuntamente empezaron a hacer planes respectivos.
Pasaron los meses, y la casa de los sueños de la familia, fue hecha una realidad. Para efectos de comprensión de la bondad, providencia y caminos misterios del Señor, escribiremos que Artemius del Campo Quinteros, invirtió la cantidad de 125,000 dólares americanos en la edificación de su mansión y que muchos hombres trabajaron en la misma.
Allá arriba, en su Palacio celestial; Él Supremo Rey del Universo, muy contento dijo a un ángel mensajero, lo siguiente:
“—Avisa a nuestro pequeño amigo colibrí, que su petición acerca de ayuda para construir su humilde nido, ya está realizada. —“
El ángel mensajero llevó al pequeño colibrí a conocer la magnífica construcción del hacendado Artemius, y luego le dijo:
—Pequeño colibrí, aquí al alero del tejado, en este lugar del segundo piso, aquí harás tu nido, He puesto en el corazón del hacendado, que de órdenes para que nadie te moleste y quite tu nido de este lugar, bendiciones. —
— Gracias, buen ángel; tengo la inquietud de que vamos a alimentarnos—preguntó el colibrí.
—Pequeño amigo, ¡si conocieras! los planes y propósitos del creador del universo, abrirías el pico muy sorprendido!, “Ciao colibrí—
Pasaron unas semanas, y el colibrí terminó su nido, luego llevó a su compañera a vivir allí. Al poco tiempo, llegaron los polluelos de la familia, y veamos cómo se aprovisionaron de alimento.
Bella Flor del Campo Moliner, era hija de Artemius del Campo Quinteros. Era una bellísima joven de largos cabellos, y de un corazón inmensamente noble y piadoso. Ella tenía el corazón de una poetisa, gustaba de observar las flores en el verde prado de su mansión.
Bella Flor del Campo Moliner, les ponía unos pequeños trastecitos con pequeñas semillitas y migas de pan ; un poco de agua cada día, además las pequeñas avecillas visitaban las flores rojas del jardín de la familia. Cada mañana, las colibríes volaban fuera de la ventana del dormitorio de Bella Flor..
—Estimados oyentes, nuestro buen amigo Artemius del Campo y Quinteros, fue bendecido con una imponente mansión, vivió muy feliz con su familia, pero, desde otra perspectiva eterna, creo yo, que el trabajo de muchos trabajadores, y los 125,000 dólares que gastó en la edificación del a misma, en realidad fue para “construirle su vivienda a las pequeños colibríes de Dios”.
La Sagrada Escritura nos dice Aun el gorrión halla casa, Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus pollos En tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.
SALMO 84.3RV 1909
Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves! MATEO 6.26
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