HISTORIA DEL CRISTIANISMO EVANGELICO EN COLOMBIA
Por
Francisco Ordóñez
Profesor del Instituto Bíblico "Bethel"
Armenia — Caldas — Colombia
1956
Las Misiones Protestantes en Colombia.
375-376
"Colombia no es país para misiones. Somos un país totalmente católico. Más del 99% de la población colombiana es católica. Protestamos por la presencia de misioneros evangélicos en Colombia." Esto y muchas cosas más por el estilo se dicen y se escriben a menudo en este país. Hagamos algunas consideraciones al respecto.
1.¿ Es cierto que Colombia no es tierra de misiones?
Puede ser que se resienta algo el orgullo nacional, pero debemos resignamos a saber lo siguiente: las tres cuartas partes del territorio nacional son tierras de misiones en las cuales los misioneros católicos, en su mayor parte extranjeros, ejercen poderes que sobrepasan a la labor puramente religiosa; y esto en virtud de un tratado suscrito a largo plazo por el gobierno con el Vaticano en virtud del concordato. Así, pues, no hay derecho a decir que este no es país de misiones, y que por lo tanto los misioneros protestantes tengan que salir.
2. No estamos quitando adeptos a la iglesia católica. Si estudiamos a fondo la situación religiosa en el país, veremos que la petulante afirmación del 99% carece de fundamento; al menos no corresponde a la realidad. Puede ser que la mayor parte de las personas digan que son católicas y hasta puede ser que hayan sido bautizadas en la iglesia católica. Pero decir no es ser. Las juventudes, los intelectuales, las gentes más bien preparadas, en su gran mayoría, carecen de fondo religioso y han caído en un vano deísmo sin orientación clara o definida.
Son barcos en busca de puerto donde echar el ancla. No pertenecen a religión ninguna, porque puede decirse que cada uno tiene su credo personal, aunque superficialmente traten de adaptarse al rito católico, como puro cumplimiento social.
Hablando de esto, pero en términos generales, refiriéndose al catolicismo en América Latina, dice el famoso conferencista Dr. Jorge Howard: "Los estudiantes y las clases preparadas en la América Latina, no han sido ganados para el cristianismo. Son personas tradicionalmente indiferentes y aún hostiles a la religión. Ser religiosos o concurrir a la iglesia consideran que
es signo de inferioridad para muchos intelectuales. Han roto los grillos de una religión obscurantista llena de superstición y todavía no se les ha enseñado que se puede ser cristiano y seguir conservando el decoro intelectual."
El P. Alberto Hurtado Cruchaga, de la Sociedad Jesuíta, en un libro hace algunos años publicado en Chile con la aprobación eclesiástica dice: "Creen algunos que la fe persevera en la
casi totalidad de los chilenos. Los resultados que arrojan las en cuentas y estadísticas nos obligan, sin embargo, a pensar de otra manera. En verdad que aún en la mayoría de nuestro pueblo hay un fondo de religiosidad que se manifiesta por el bautismo de los niños, por las imágenes que se conservan en las casas, y por algunas prácticas, muchas de ellas más supersticiosas que religiosas. La vida cristiana, empero, se va debilitando casi hasta desaparecer en algunas regiones." Esto que el jesuita mencionado dice refiriéndose a la república de Chile se puede repetir sin variación alguna a la realidad colombiana.
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