ADAN Y EVA
Capítulo
XXX
Adán recibe los primeros bienes mundanos.
1 Después de estas cosas, Dios mandó al ángel Gabriel a que bajara al jardín a decirle al querubín custodio “He aquí Dios me ha enviado entrar al jardín para tomar de él, el dulce olor del incienso y dárselo a Adán
2 Entonces el ángel Gabriel bajó por orden de Dios al jardín, y le dijo al querubín como Dios le había mandado.
3 El querubín entonces dijo: "Bien." Y pasó Gabriel y tomó el incienso.
4 Entonces Dios mandó a su ángel Rafael a bajar al jardín, y hablar con el querubín para que tomase mirra y dársela a Adán
5 Y el ángel Rafael bajó y le dijo al querubín como Dios le había mandado, y el querubín dijo, "Bueno". Luego pasó Raphael y tomó la mirra.
6 Las barras de oro fueron del mar de la India, donde hay piedras preciosas. El incienso era de la frontera oriental del jardín, y la mirra de la frontera occidental, del lugar donde Adán encontró mas amargura para su alma.
7 Y los ángeles traen estas cosas a Dios, por el Árbol de la Vida, en el jardín.
8 Entonces Dios dijo a los ángeles, "Tomen un poco del agua y rocíenla sobre Adán y Eva, para que sean reconfortados en su dolor y dénsela.
9 Y los ángeles hicieron como Dios les había mandado, y dieron todas esas cosas a Adán y a Eva en la cima de la montaña en que Satanás los había colocado, y donde él intentó asesinarlos.
10 Y cuando Adán vio la barras de oro, el incienso y la mirra, fue conmovido a punto de que se puso a llorar y se alegró porque pensó que el oro era un símbolo del reino de donde había salido, que el incienso era un símbolo de la luz brillante con la que estaba vestido, y que la mirra era un símbolo de la tristeza en la que le ha tocado vivir.
Adán recibe los primeros bienes mundanos.
1 Después de estas cosas, Dios mandó al ángel Gabriel a que bajara al jardín a decirle al querubín custodio “He aquí Dios me ha enviado entrar al jardín para tomar de él, el dulce olor del incienso y dárselo a Adán
2 Entonces el ángel Gabriel bajó por orden de Dios al jardín, y le dijo al querubín como Dios le había mandado.
3 El querubín entonces dijo: "Bien." Y pasó Gabriel y tomó el incienso.
4 Entonces Dios mandó a su ángel Rafael a bajar al jardín, y hablar con el querubín para que tomase mirra y dársela a Adán
5 Y el ángel Rafael bajó y le dijo al querubín como Dios le había mandado, y el querubín dijo, "Bueno". Luego pasó Raphael y tomó la mirra.
6 Las barras de oro fueron del mar de la India, donde hay piedras preciosas. El incienso era de la frontera oriental del jardín, y la mirra de la frontera occidental, del lugar donde Adán encontró mas amargura para su alma.
7 Y los ángeles traen estas cosas a Dios, por el Árbol de la Vida, en el jardín.
8 Entonces Dios dijo a los ángeles, "Tomen un poco del agua y rocíenla sobre Adán y Eva, para que sean reconfortados en su dolor y dénsela.
9 Y los ángeles hicieron como Dios les había mandado, y dieron todas esas cosas a Adán y a Eva en la cima de la montaña en que Satanás los había colocado, y donde él intentó asesinarlos.
10 Y cuando Adán vio la barras de oro, el incienso y la mirra, fue conmovido a punto de que se puso a llorar y se alegró porque pensó que el oro era un símbolo del reino de donde había salido, que el incienso era un símbolo de la luz brillante con la que estaba vestido, y que la mirra era un símbolo de la tristeza en la que le ha tocado vivir.
La Nueva Biblia de los Hispanos
Entrando en la casa, vieron al Niño con Su madre María, y postrándose Lo adoraron; y abriendo sus tesoros Le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra.
Mateo 2:11
Entrando en la casa, vieron al Niño con Su madre María, y postrándose Lo adoraron; y abriendo sus tesoros Le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra.
Mateo 2:11
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