sábado, 26 de noviembre de 2022

EL CIELO ES TAN REAL CHOO THOMAS Parte 30

  EL CIELO ES TAN REAL

CHOO THOMAS Parte 30

 DANZAR EN LA PLAYA

En capítulos anteriores, mencioné algunos de nuestros días en la playa. Cada lunes en la mañana, el Señor me despierta después de las doce, y mi cuerpo tiembla por exactamente treinta minutos. Él nunca llega un minuto antes, ni un minuto después. Si me quedo dormida por sólo cinco minutos, el temblor de mi cuerpo comienza otra vez.

Después de temblar por treinta minutos, la presencia del Señor aparece, y Él me dice: "Hija, debemos ir a laplaya: Al minuto de decir estas palabras, mi cuerpo tiembla más fuerte y una unción poderosa viene sobre mí, entonces puedo ver mi cuerpo transformado caminan­do de la mano del Señor Jesús en la playa. Caminamos por la orilla de la playa por unos momentos, entonces subimos una colina y nos sentamos en una enorme roca de forma alargada. Esta playa y esta roca fue el lugar donde me mostró la revelación del cielo.

Cuando llegamos allí y nos sentamos, pongo mi brazo derecho bajo su brazo, y entonces el Señor me dice: "Debes ver el agua: dice estas palabras, puedo ver el agua de la playa frente a nosotros.

Esta misma escena tuvo lugar, momentos después de haberme explicado muchas cosas acerca de mi danza y su verdadero propósito. Luego de conversar unos momentos, me dijo: "Debes cantar". Entonces canté. Después de cantar, hablamos por un rato, y me dijo: Ahora debes danzar': Instantáneamente, me arrodillé delante del Señor, y comencé a cantar y danzar.

El Señor siempre se sienta frente a mí con sus piernas cruzadas mientras yo danzo. No puedo ver su cara, pero sé cuando está alegre o triste. Con esta danza, Él siempre se ve alegre, y puedo saber que está sonriendo. Yo le sonrío continuamente mientras danzo.

Cada vez que estoy con el Señor en la playa, me siento igual que me sentí cuando Él me llevó al cielo. En momentos como ese, estoy completamente enfocada en el Señor. No puedo pensar en nada más. No hay palabras que puedan expresar mi alegría cuando estoy con ÉL. ¡Cuánto deseo que esos momentos de dulce comunión perduren por siempre!

Cuando estoy con Él en la playa, le digo al Señor que no deseo que ese tiempo termine. Ese lunes en particular, la danza duró por más de cuarenta minutos. Cuando termino de danzar, el Señor me hace muchos cumplidos maravillosos, y yo siempre me siento avergonzada, porque lo que Él me dice parece demasiado bueno para ser verdad.

Después de esos momentos de profundo aprecio, me dice: "¡Debes ver esto!" Entonces yo comienzo a cantar otra vez, y veo todo el océa­no por unos instantes. Luego, la escena cambia a una vista de todo el mundo. Después de esto, hablamos otra vez, y me dice: "Debo llevarte de regreso, para que puedas dormir': Con cada palabra que Él pronuncia, nuestros cuerpos se mueven como si fueran figuras en un vídeo.

Estos sucesos toman entre dos a dos horas y media. Al final de nuestro tiempo juntos, el Señor siempre me da un abrazo, entonces le veo caminando por la orilla del agua. Siempre puedo ver su espalda claramente mientras Él va caminando.

Todo lo que sucede en la playa envuelve mi cuerpo transformado. Mi cuerpo físico permanece acostado en la cama, participando en la danza y los cánticos. Recuerda, el Señor usa mi cuerpo espiritual, pero todos los pensamientos y sentimientos toman lugar en mi cuerpo físico. Esto significa que el cuerpo espiritual de Jesús y mi cuerpo espi­ritual están juntos. Si sentía dolor en mi cuerpo antes de su visitación, la mayoría de las veces mi dolor es sanado después estar con el Señor en la playa. _)

Quiero explicar todas estas experiencias con la mayor claridad posi­ble, para que cuando los niños las lean, puedan entender claramente. Los niños tienen una maravillosa capacidad de entender por qué este libro es tan importante para el Señor, porque ellos son inocentes, con­fiados y abiertos a Dios.

Fue el lunes, 27 de mayo de 1996, cuando el Señor me llevó a esta playa y me dijo: "Te traeré a esta playa cada lunes". Hasta ahora, Él nunca ha fallado ni una vez. Él dijo que esto continuaría sucediendo hasta el último día.

Finalmente, he comprendido que mi fe ha sido débil, y es por eso que me he desalentado y quejado ante el Dios Todopoderoso. Desde que comprendí esto, busco sólo el rostro del Señor, y no me preocupo por nada ni nadie más cuando estoy danzando.

Me había quejado de la danza, porque había pensado que con cada danza grandes sanidades y liberaciones ocurrirían en la iglesia. Había pensado esto porque Él me había mostrado muchas sillas de ruedas en la iglesia. Nuestro Señor Dios nunca explica con detalles. Sus palabras son breves y van al grano.

GRANDES PRUEBAS

El Señor comenzó a probarme en cada área de mi vida. La mayor prueba de todas tuvo que ver con mis seres queridos. También creo que mis quejas sobre la danza causaron que Él demorara el cumplimien­to de sus promesas. El Señor pudo haberme dicho lo que yo estaba haciendo bien o mal, pero Él desea que yo aprenda a mi manera. Mi preparación para la obra que Él me llamó, no ha sido fácil.

He aprendido que Él no desea que alcancemos las cosas de manera fácil. Su Palabra nos dice que debemos atravesar muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios (ver Hechos 14:22).

DANZAR SOBRE LA PLATAFORMA

El 17 de junio de 2000, después de mi oración para acostarme, y al final de nuestra conversación, el Señor me dijo: 'Debes escuchar lo que yo digo acerca de la danza"

Yo respondí: "Cualquier cosa que tú digas, Señor. Yo esperaré y lo recibiré".

Él dijo: 'Debes danzar sobre la plataforma mañana en la mañana. Debes ir a la iglesia temprano y hablar con el pastor, y decirle que vas a danzar en la plataforma".

Cuando escuché esto, mi corazón decayó. Esto era algo que yo no quería hacer, hasta el momento en que los milagros comenzaran a suceder con mi danza. No obstante, le dije: "Te obedeceré, Señor".

Mi corazón estaba muy turbado en cuanto a esto, porque desde el 9 de enero de 2000, había estado haciendo la misma danza cada domingo, mirando hacia la congregación. Ya había escuchado de uno de los pastores que algunos miembros de la congregación estaban pre­guntando por qué yo no me volteaba hacia los adoradores. Le respondí que tenía que obedecer al Señor. No está en mí hacer esto. Mi mayor preocupación ha sido no molestar a los adoradores. Mi única respuesta debe ser obedecerle a Él.

Hace alrededor de tres meses, pensé: "¿Y si el Señor desea que yo suba a la plataforma a danzar?". Así que hablé con el pastor principal, el pastor Wolfson, y le pregunté si podía danzar en cualquier lado, aun sobre la plataforma.

El pastor me dijo que podía danzar en cualquier lugar, aun sobre la plataforma. Después de él decirme esto, yo pensé que no habría ningún problema si yo danzaba sobre la plataforma, si el Señor me lo pedía.

Cuando me levanté en la mañana del domingo 18 de junio, me sentí feliz de hacer cualquier cosa que el Señor me pidiera. Fui a la iglesia temprano esa mañana, pero no pude encontrar al pastor Wolfson Mientras lo buscaba, me encontré con un pastor asociado, y le dije que el Señor me había dicho que danzara sobre la plataforma.

El pastor me dijo: "Eso no es posible".

Entonces le dije: "Pastor, usted está poniendo a la gente antes que  la palabra de Dios. El Señor me ha dicho que dance sobre la plataforma, para bendición de la iglesia".

Entonces el Señor me dijo:”No te preocupes por esto; yo me encargaré"

Mientras oraba antes de comenzar a danzar, mi corazón decía, no importa la negativa del pastor, subiré a la plataforma a danzar, porque debo obedecer al Señor, y no me importa si me echan de la iglesia. Si no hay suficiente lugar al frente, me iré detrás de los adoradores, si e Espíritu Santo me lleva allí. Cualquiera que fuera el resultado, no quería desobedecer al Señor.

El Señor siempre conoce mis pensamientos. Su voz agradable )ytranquilizadora me dijo: "Hija, no tienes que ir a la plataforma hasta que yo esté listo para ti. Estoy agradado de tu obediencia. Siéntete feliz Cuando te pares allí, lo harás al frente, nunca detrás de los adoradores Toda la plataforma es tuya".

El Señor sabía que yo no quería pararme en la plataforma a danzar con el grupo de adoración. Creo que Él quería asegurarse de cuán lejos yo estaría dispuesta a ir para obedecerle, agradarle y ponerlo a Él pri­mero. Le obedecí, y todo salió bien.

ASISTIR A LA IGLESIA POR LAS RAZONES CORRECTAS

Después de construido el nuevo templo del Puget Christian Center (la iglesia que previamente asistíamos), ellos tuvieron que esperar por una ofrenda para cubrir los gastos del alfombrado. A mí se me ocurrio que Roger y yo podríamos ayudar a pagar por las alfombras, así que le pregunté al Señor acerca de este asunto.

Con una voz algo desagradable, me dijo: "Hija mía, no te debe, preocupar por esto. Yo no miro las alfombras de mi casa; yo sólo busco e corazón de la iglesia':

"La mayoría de las iglesias tratan de invertir tanto dinero en la belleza de la iglesia, pero no muchas de ellas tratan de agradarme a mí. Deseo que cada iglesia adiestre a su gente para predicar el evangelio y enviarlos a las misiones. "

Él también expresó su desagrado por las personas que vienen a la iglesia sin enfocar su atención primeramente en Él. En este día en par­ticular, mientras oraba por treinta minutos antes de comenzar la ado­ración, noté que podía escuchar a las personas hablando en voz alta y riéndose; compartían las experiencias de la semana los unos a los otros.

El Señor me habló: “Ves, hija mía, en lugar de arrodillarse y orar delante de mí, ellos prefieren hablar sobre cosas triviales. Puedes ver por qué algunas iglesias nunca son bendecidas".

Capítulo 26

EVANGELIZAR Y DAR

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

JUAN 3:16

La visión del cielo que he sido tan bendecida en recibir, me impulsa a testificar a otros. Compro Biblias y Nuevos Testamentos para dar a los demás. Marco en sus páginas versos importantes, escribo notas explicando acerca de Jesús, e incluyo una cinta concerniente a la sal­vación. Distribuyo este material cada vez que tengo la oportunidad de salir a evangelizar.

Desde diciembre de 1999, incluyo también con este material que distribuyo, el boletín de nuestra iglesia y la versión de audio del libro de Mary K. Baxter, Una revelación divina del infierno. Formo varios grupos de este material y, cada vez que salgo, llevo varios conmigo para repartirlos. He estado distribuyendo este material según el Señor me dirige a hacerlo.

Nunca traigo nada de regreso. Hablo con gente en todas partes, en supermercados, estacionamientos, centros comerciales, el correo y las líneas de espera en los bancos o cualquier otro lugar. ¡Qué gran privi­legio es testificar de mi Señor dondequiera que voy!

Mi deseo de hablar de Jesús es tan irresistible que realmente no lo puedo evitar. En ocasiones, esto suele ser irritante para los que están conmigo; por eso, normalmente, salgo sola.

He aprendido que la mejor manera de testificar a los demás es simplemente preguntándoles si creen en Jesús. Muchos responden: "Creo en Dios". Esto, generalmente significa que ellos no conocen nada acerca de Jesús. Es entonces cuando comienzo a presentarles el mensaje del evangelio.

A veces, experimento rechazo cuando estoy evangelizando, pero esto no me es molestia. He encontrado que los jóvenes y los afroame­ricanos son personas muy fáciles de evangelizar.

Casi un noventa y nueve por ciento de los inconversos jóvenes a quienes les testifico, aceptan el paquete de materiales que les ofrezco. Hay ocasiones cuando el Espíritu Santo me dirige a orar por ellos en ese momento. Oro por salvación, y siempre echo fuera al enemigo. Cuando echo fuera al enemigo, una fuerte unción cae sobre mí y doy un brinco. Creo que esto sucede porque el Espíritu Santo se siente complacido conmigo. Nunca planifico lo que voy a orar; el Señor siempre me dirige.

Muchas de las personas con quienes hablo, conocen al Señor, pero no tienen tiempo para Él. Me he dado cuenta de que muchos cristianos trabajan los domingos. También me ha sucedido que al evangelizar en el estacionamiento de un centro comercial, que cuando menciono el nombre de Jesús, me responden: "No quiero escuchar nada de eso", y se van huyendo de mí. En una ocasión, una dama me dijo: "Es por personas como usted que no deseo ir a la iglesia".

Estoy segura que su respuesta se debió a que le mencioné el nom­bre de Jesús. Para ella, desgraciadamente, yo estaba haciendo algo terri­ble. No comprendió mi deseo de que ella fuese salva. Le pedí al Señor que la bendijera y la salvara.

Mi corazón se conduele por aquellos que no desean conocer acerca de Jesús. Nunca podré olvidar aquellos que vi en el infierno, tratando de escapar del fuego, sin poder hacerlo. Esto le ocurrió a mis padres, porque nunca tuvieron la oportunidad de escuchar acerca de Jesús. Esa es una de las razones por las que yo deseo compartir el nombre de Jesús y su evangelio en todo lugar. El mundo necesita conocerle. Gracias le doy a Dios, que muchos de los que no conocen a Jesús desean escuchar de Él, y reciben con gozo el mensaje y los materiales que les ofrezco.

El Señor quiso que yo incluyera la grabación del testimonio de Mary K. Baxter en el paquete de materiales que distribuyo. Esta es la versión en audio del libro Una revelación divina del infierno, que una persona de la iglesia me dio después de mi revelación del cielo. En aquel entonces, yo no sentía deseos de escucharlo, ya que recié había tenido las asombrosas experiencias del cielo y el infierno. En es momento, pensé que una visión era suficiente para una vida.

Dos años más tarde, sin embargo, el Señor me recordó acerca de aquella grabación y sentí un fuerte deseo de escucharla. Cuando escuché las palabras de Mary, inmediatamente creí todas sus experiencia del infierno.

Escuché que el libro de Mary había sido traducido en varios idiomas. Supe que fue traducido al coreano. Uno de mis sobrinos en Corea lo leyó, y sintió un gran temor. Él creyó cada palabra del libro, y ahora asiste a la iglesia.

Creo el cien por ciento de la revelación que recibió Mary, porque es muy bíblica. La Biblia dice que los mentirosos no verán a Dios (ve Apocalipsis 21:8). El Señor también me dijo que cada palabra que habla Mary sobre el infierno, es verdadera.

Él me dijo: "El castigo de algunas personas será peor de lo que Mary ha dicho" Continuó diciendo: Es muy importante que todos lean el libro de la revelación de Mary, porque este castigo le puede suceder a cualquiera, aún a muchos creyentes

Como resultado, siento un gran deseo de regalar esta grabación He regalado cientos de ellas, y creo que muchas vidas serán tocadas por medio de su mensaje.

He aprendido mucho de las personas que les ministro en las calles. Les he regalado el material de evangelismo a muchos cristianos qu no van o no pueden ir a la iglesia. También lo he regalado a alguno cristianos que van a la iglesia, para que puedan ministrar y compartí el material con otros.

Algunos católicos han recibido este material. Me sorprendió descubrí que algunos de ellos no se consideran a sí mismos cristianos. Por Io general, les digo: "Si crees en Jesús, eres cristiano".

De igual manera, he hablado con algunos mormones y Testigos de
Jehová. Esta gente preciosa, sin embargo, nunca reciben mi material
. Le
hablo de Jesús a todo el que recibe mi material, y les digo de qué trae
la grabación. Generalmente, la gente se siente a gusto con lo que le
entrego. Aún
algunos incrédulos han mostrado interés en tener la Biblia
Debemos recordar orar por los cristianos que tienen que trabaja
los domingos. Creo que la venida de Jesús está cerca, y que Satanás está tratando de mantener a los cristianos ocupados en el día del Señor. Mientras evangelizo, algunas personas me hablan acerca de su lugar de trabajo. He conocido de casos donde, por ejemplo, cinco personas trabajan juntas en un mismo lugar, y habiendo dos de ellos que son salvos, los que son inconversos nunca han escuchado hablar de Jesús.

En ocasiones, he hablado con personas que no conocen de Jesús, les explico acerca de la salvación y les ofrezco el material evangelístico. Muchos de ellos se sienten contentos de recibirlo. Algunos de ellos me han compartido que tienen un compañero de trabajo que es cristiano, pero que nunca le han escuchado hablar de su fe.

Necesitamos compartir nuestra fe con todos aquellos que conoce­mos, pues testificar es el trabajo más importante que podemos hacer por Jesús. Él murió por los pecadores. El Señor me dijo: "Si los salvados no testifican, ¿cómo llegarán los incrédulos a conocerme?". Creo que Dios se entristece cuando los cristianos no comparten de su salvación con los incrédulos.

LOS DOS VALLES

Cuando vayamos al cielo, veremos que hay dos valles diferentes en las afueras de la entrada del reino. Yo no quiero caminar alrededor de estos valles para siempre. El Señor me mostró estos valles en dos ocasiones. Aquellos que van al valle, permanecen fuera del reino de los cielos.

La vida en el reino de los cielos será mil veces mejor que la vida en la tierra, aunque la hayamos vivido en el Señor. Él ha preparado todas las cosas para nuestro deleite, porque Él conoce lo que nos gusta. Recuerda, casi todas las cosas en el cielo son como en la tierra. La belle­za de la tierra nunca se podrá comparar a la belleza del cielo. Algunos dirán que no pueden creer estas cosas porque no están en la Biblia.

Eso es cuestión de elección personal. Sin embargo, he descubierto que casi todo lo que el Señor me ha mostrado tiene sus raíces en la Biblia. El Señor me ha escogido para la profecía de los últimos días, para demostrar algunas cosas que no están claramente delineadas en la Biblia (ver Joel 2:28-30). Esto está sucediendo porque Él está listo para llevar su pueblo al cielo.

EL FIN DA MI MINISTERIO EN LAS CALLES
Después de seis meses de ministrar en las calles, el 30 de julio de 2000,
el Señor me dijo que mi ministerio en las calles había terminado. Me

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