domingo, 5 de marzo de 2023

UNA REVELACION DIVINA DEL INFIERNO Capítulo 20:

  19-1-21

Una  Revelacion  Divina
del Infierno

Queda Muy Poco Tiempo!
por
Mary Katherine Baxter

Capítulo 20: El cielo

Estuve enferma por muchos días después de haber sido dejada en la quijada del infierno y dejaba la luz prendida cuando me iba a dormir. Necesitaba tener la Biblia conmigo todo el tiempo y la leía constantemente. Mi alma se encontraba en un choque profundo. Yo sabía ahora lo que padecerían los perdidos cuando iban a quedarse al infierno. Jesús decía “Paz estad quieta” y la paz fluiría por mi alma. Pero unos minutos después me despertaría con miedo gritando en forma histérica. Durante este tiempo, yo sabía que nunca estaba sola, Jesús siempre estaba conmigo. Pero aún así, algunas veces no podía sentir su presencia. Yo estaba tan asustada de tener que regresar al infierno y hasta algunas veces me entraba miedo cuando Jesús estaba cerca mío.  Traté de contarles a otros acerca de mi experiencia en el infierno, pero no me escuchaban. Yo les rogaba “Por favor arrepiéntanse de sus pecados antes que sea demasiado tarde”. Era difícil para cualquiera el creer lo que les decía así como todo por lo que había pasado y como Jesús me había dicho que escribiera sobre el infierno.El Señor me aseguró que El fué el Señor que me había curado y aunque yo pensaba que nunca me iba a recuperar, sí me curé.

Y entonces sucedió de nuevo. Nuevamente estuve en el espíritu con Jesús y salímos hacia lo alto en el cielo. Jesús dijo: “Quiero enseñarte el amor y bondad de Dios así como algunas partes del cielo. Quiero que veas los trabajos milagrosos de Dios que son tan maravillosos.

Delante mío ví dos planetas gigantes, bellos y gloriosos en todo su esplendor. Dios mismo era la luz allí.

De pronto un ángel, se acercó y me dijo: “Mirad el poder, y la omnipotencia y la majestád del Señor tu Dios. Su misericordia es perpetua. El habló con un intenso amor y ternura que ya casi me iba a poner a llorar, cuando dijo: “Mira la fuerza y gloria y majestad de Dios, déjame enseñarte el lugar que El ha creado para los niños.”
De pronto se acercó a nosotros un planeta grande y voluminoso, un planeta tan grande como la tierra y escuché la voz del Padre que decía: “ El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, son todos uno. Yo envié a mi Hijo a morir en una cruz para que nadie tenga necesidad de perderse.” “Pero,” dijo Dios con una sonrisa, “yo estoy por enseñarte el lugar que hice para mis niños. A mí me importan mucho todos los niños y siento cuando una madre pierde un niño —aún cuando el fruto de tu vientre, mi hija, fue abortado antes de su tiempo. Tu ves, yo conozco todas las cosas y me importa.
Desde el momento que existe vida en la matriz, yo lo sé. Yo se de los bebés que son asesinados mientras están todavía en el cuerpo de su madre —las vidas abortadas que son cortadas e indeseadas-. Yo se de los que nacen muertos y de los niños que nacen con defectos que los dejan aislados. Desde el momento de concepción ya existe el alma.
Mis angeles bajan y traen a los niños a mi cuando mueren. Yo tengo un lugar donde pueden crecer, aprender y ser amados. Yo les doy cuerpos completos y restauro cualquier parte del cuerpo que les falte. Yo les doy cuerpos glorificados.

En todo el planeta había un sensación de ser amado, una sensación de que todo es perfección. Todo era perfecto. En todas partes la yerba verde y los estanques de aguas cristalinas. Habían parques de niños con asientos de marmol y bancos de madera bien pulidos para sentarse.

Allí habían niños por todas partes. Dondequiera que miraba habían niños haciendo toda clase de actividades. Cada niño vestía con una bata blanca sin mancha y sandalias. Las túnicas blancas eran tan brillantes que se veían luminosas ante la luz magnificente del planeta. Una diversidad de colores por doquiera acentuaba lo blanco de las túnicas de los niños. Angeles cuidaban las rejas y los nombres de los niños estaban escritos en un libro.
Ví niños aprendiendo la Palabra de Dios y se les enseñaban música de un libro dorado. Me sorprendí al ver toda clase de animales acercarse a los niños o sentarse a su lado - ¡Aleluya¡ -mientras estaban en esta escuela angelical.
No habían lágrimas ni llantos. Todo era supremamente hermoso, y había gozo y felicidad en todos los lugares.
Entonces el angel me enseñó otro planeta que brillaba como una gran luz delante de mi. La luz brillaba con el fulgor de un millón de estrellas, y todo en el planeta era hermoso y viviente.A la distancia ví dos montañas hechas de oro puro. Mientras que cerca de mí habían dos puertas de oro, adornada con diamantes y otras piedras preciosas. Yo sabía que ésta era la nueva tierra y que la ciudad que estaba esplendorosa delante mio era la nueva Jerusalén - La ciudad de Dios que bajará a la tierra.

Y después estaba de regreso en la vieja tierra - la tierra como estaba antes del fuego final que la purificará y la limpiará para el propósito glorioso de Dios. Y aquí también, estaba una nueva Jerusalén —la ciudad. capital del Milenio. Y ví gente saliendo de cuevas y de las montañas y caminando hacia esta ciudad.

Aquí Jesús era Rey y todas las naciones de la tierra le trajeron regalos y le ofrecieron homenaje.Jesús me dió la interpretación de La visión. El dijo, “Pronto regresaré y me llevaré al cielo, primero, los muertos justos y después de ellos los que están vivos y perceberan serán arrebatados para estar conmigo en el aire. Después de eso, el Anticristo reinará en la tierra por un tiempo designado y habrán tribulaciones como jamás han habido antes o volveran haber otra vez.”Entonces regresaré con mis santos y satanás será lanzado en el abismo sin fondo, donde permanecerá por mil años. Durante esos mil años yo reinaré sobre la tierra de Jerusalén. Cuando pase el milenio, satanás sera soltado por un tiempo y yo lo derrotaré con el esplendor de mi venida. La vieja tierra terminará.”He aqui, habrá una nueva tierra y una nueva Jerusalén vendrá sobre ella —y yo reinaré para siempre y por siempre.

  Capítulo 21: La Religion falsa

Dios dijo: “Si la gente de la tierra me escucha,” “y se arrepienten de sus pecados, yo detendré las obras del anticristo y la bestia hasta que llegue un tiempo renovador. No se arrepintió la gente de Nínive cuando Jonas les predicó? Yo soy el mismo, ayer, hoy y por los siglos. Arrepiéntanse y yo enviaré un tiempo de bendición.”

Entonces escuché a Jesús que dijo, “Mi pueblo se debe de amar los unos a los otros y ayudarse los unos a los otros. Debe de odiar el pecado y amar al pecador. Así todos sabrán que ustedes son mis discípulos.”Según Jesús hablaba, la tierra se abrió y estábamos de regreso en el infierno. Ví una colina llena de troncos de árboles muertos y en todo su alrededor había una tierra gris. Yo también ví pequeñas fosas en los lados de la colina, y las figuras grises de gente caminando y hablando.
Yo seguí a Jesús por cada camino y vereda sucia que llevaban al lado de la colina gris. Cuando nos acercamos, ví que la gente estaba completa, pero muerta. Estaban compuesta de carne gris muerta, y estaban amarradas juntas con una soga de esclavitud, un tipo de cuerda de materia gris que se amarraba alrededor de toda la gente en La colina.
Aunque no se veía fuego, yo sabía que esto era parte del infierno, pues carne muerta caía de los huesos de la gente allí y después volvía a crecer rápidamente. La muerte estaba por doquier, pero parecía que la gente no se daba cuenta , estaba ofuscada profundamente en su conversación.

Jesús dijo, “Escuchemos lo que ellos están diciendo.”

 
Un hombre le dijo al otro, “ Has escuchado del hombre llamado Jesús, que vino a quitar los pecados del mundo? Otro respondió, “Yo conozco a Jesús. El lavó mis pecados. Es más, yo no sé lo que estoy haciendo aquí.”
Ni yo,” dijo el primer hombre.
Otro dijo, “Yo traté de testificarle a mi vecino de Jesús, pero él no me quiso escuchar. Cuando su esposa murió, él vino donde mi a pedirme dinero prestado para su entierro, pero me acordé que Jesús dijo que seamos sabios como serpientes y mansos como palomas. Así fue que no se lo presté. Yo sabía que él iba a gastar el dinero en otra cosa. Sabes, tenemos que ser buenos mayordormos de nuestro dinero.”
El hombre que había hablado primeramente, volvió a hablar. El dijo, “Si, hermano, un muchacho en nuestra iglesia necesitaba ropa y zapatos, pero su padre se emborracha, así es, que rehusé comprar algo para su hijo —verdaderamente que le enseñamos a ese hombre una lección.
Bueno,” dijo otro hombre, mientras aguantaba la soga de esclavitud en sus manos y la torcia sobre sí muy nervioso, “siempre tenemos que enseñar a otros a vivir como Jesús. Ese hombre no tenía derecho a beber. Déjenlo que sufra.”
Jesús dijo, “Oh gente necia y de corazón lento, despierten a la verdad, y ámense los unos a los otros con amor ferviente. Ayúden a los indefensos. Denle a los necesitados sin pensar que van a recibir algo en retorno.
Si ustedes se arrepienten, Oh tierra, yo los bendeciré y no los maldeeciré. Despertad de vuestro sueño y venid hacia mí. Humillensen e inclinen sus corazónes hacia mi y yo vendré y moraré con ustedes. Ustedes serán mi pueblo y yo seré vuestro Dios.”

Capítulo 22: La marca de la bestia

Escuché al Señor que dijo, “Mi Espíritu no siempre contenderá con el hombre. Ven a ver a la bestia. Durante los últimos días una bestia maligna se levantará y engañará a muchos de todas las naciones de la tierra. El demandará que cada persona reciba su marca, el número 666, puesto en sus manos o sobre su frente. Todo el que reciba la marca pertenecerá a la bestia y serán lanzados con él en el lago de fuego que arde con fuego y azufre.

La bestia se levantará bajo la aclamación del mundo, pues él traerá paz y prosperidad como nadie podría acordarse que hubo antes. Cuando halla alcanzado dominar el mundo, aquéllos sin su marca sobre sus frentes o manos, no podrán comprar ni alimentos, ropa, autos, casas o cualquier cosa que se tenga que comprar. Tampoco podrán vender lo que es de ellos a otra persona a menos que tengan la marca.

El Señor expresamente declara que los que reciban la marca han afirmado su lealtad a la bestia y serán cortados para siempre del Señor Dios. Ellos tendrán su lugar con los incrédulos y obradores de iniquidad. La marca simplemente declara que aquellos que la poseen han rechazado a Dios y se han volteado hacia la bestia para su sostén.

La bestia y sus seguidores perseguirán a los que rehusan ponerse la marca y matarán a muchos de ellos. Cualquier presión que ellos puedan traer será usada para obligar a los creyentes del Dios verdadero a ser marcados. Niños e infantes serán asesinados delante de los ojos de los padres que rehusen tomar la marca. Habrá un tiempo de grande luto.

Los que poseen la marca serán obligados a entregar sus poseciones a la bestia a cambio de las promesa que la bestia suplirá todas las necesidades de sus seguidores.

Algunos de ustedes se debilitarán y se rendirán a la bestia y recibirán su marca en vuestras manos o frentes. Ustedes dirán, ‘Dios me perdonará. Dios comprenderá.’ Pero yo no me arrepentiré de mi Palabra. Yo os he amonestado repetidamente por la boca de mis profetas y ministros del evangelio. Arrepiéntansen hoy, mientras es de día, pues la noche viene cuando el juicio será establecido para siempre.
Si ustedes no obedecen a la bestia y rehusan recibir su marca, yo cuidaré de ustedes. Yo no digo que muchos tendrán que morir por su fé en esos tiempos, porque muchos serán degollados por confiar en Dios el Señor. Pero benditos son aquellos que mueren en el Señor, porque grande será su recompensa.

Es verdad, que habrá un tiempo de paz y prosperidad cuando la bestia ganará popularidad y grande estima. El hará aparecer los problemas del mundo como si no fuesen nada —pero la paz terminará con derramamiento de sangre y la prosperidad en una hambruna por toda la tierra.

No teman lo que el hombre les pueda hacer, pero teman a aquel que puede lanzar vuestra alma y cuerpo en el infierno. Pues viene una gran persecución y aunque las tribulaciones sean multiplicadas, yo los libraré de todas ellas. 

Pero antes de ese día maligno yo levantaré un ejército poderoso que me adorará en Espíritu y en verdad. Los ejércitos del Señor harán grandes proezas y cosas maravillosas para mí. Por lo tanto, vengan unidos y adórenme en Espíritu y en verdad. Traed el fruto de la justicia, y demen lo que justamente me pertenece y yo os guardare de la hora mala. Arrepiéntanse hoy y sean salvos de las cosas terribles que le caerá a los rebeldes y a los que no son salvos.

La paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna. Clama a mi mientras puedas y yo te aceptare y te perdonaré. Yo te amo y no deseo que te pierdas.

Cree en este reporte y vivirás. Escogeos hoy a quien servir.”

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