MARÍA
IMPRESIONES DE UN LIBRO DE JORGE ISAACS
Á Ignacio M. Altamirano
Mientras María repetía en su alma las palabras de Julieta, Efraín depositó sobre su frente el primero, el último beso; ella, sacudiendo estremecida la cabeza, hizo ondular los bucles de su cabellera, y escondiendo en el pecho de su amante su faz bañada en lágrimas, extendió uno de sus brazos para señalarle el altar
Pocos meses después, María había muerto esperando á Romeo el canto había sido cortadopor una cadencia fúnebre. El libro de Isaacs es dúo coreado por la poesía ignorada del Nuevo Mundo, por la voz de las grandes florestas, por las salvajes armonías del Dagua bordado de selvas profundas, rumorosasy sombrías, por la risa perlada de las cascadas aljofarando los ásperos picos de la sierra, por el rugido del jaguar herido y el canto apacible del ave de la montaña, por los sones melancólicos del bambuco y la greguería de los loros cruzando bajo el cristal azul de los cielos como un jirón de cachemira arrebatado por los vientos por el misterioso romanticismo de las noches americanas llenas de ecos vagos y fugaces, impregnadas de música sin nombre, de melodías sin notas…..
Y aquel idilio brotó y creció como la mata de azucenas sembrada por María en una tierra fértil, regada por el sudor de los padres y de los hijos, cuyos hogares alegraba el canto y la charla del pimpollo del esclavo al caer la tarde, cuando los pastores recogen el ganado y las sombras bajan al valle desde la cresta de los montes, y el cielo se ruboriza con los últimos
besos del sol….. ¡Oh! ¡bendito el amor que nace y se conserva puro en el regazo de la familia, hijo de los campos consagrados por la santa poesía del trabajo, que engendra las afecciones castas y la serenidad de la conciencia.
Cuando se cierra la última hoja del libro sudamericano,
después de un largo rato de tristeza y de lágrimas, ¿será cierto? se pregunta á sí misma nuestra alma. ¿Será cierto que se puede querer así? ¿Con que el amor existe todavía?
¿con que esta misma mujer que acepta en nuestras ciudades con tal descaro un papel miserable en la comedia humana, es capaz de sentimiento y de pureza? ¿Psiquis no abandona
aún la tierra? ¡Quién sabe! María (el nombre más poético en el lenguaje humano), María es quizá la última mujer, la última digna de encarnar el ideal de un poeta, el último corazón; y esa es su historia que parece un suspiro en medio de un himno, es
la oración fúnebre del amor sin impureza y sin cálculo.
Para nosotros ¡ay! hijos de nuestro siglo, presidiarios de la civilización actual, ese libro es un consuelo. Feliz el que así amó, y así fué amado; después de eso se tiene el derecho de creer en el cielo.
Todos debemos colocar una corona funeraria en esa tumba; allí descansa el vástago postrero de nuestros sueños de poeta. ¿Quién no tiene una María muerta en su corazón? De hoy más, el ideal solo
existe en la mansión celeste …..otro ideal quizá….
Para los que luchamos por no perder la fe en la
mujer, para los que batallamos sin tregua por conservar en nuestra alma la sombra siquiera de una ilusión; los que contagiados por la enfermedad de nuestra época, quisiéramos arrancar ese cáncer que va invadiendo nuestra existencia, y creer y amar con el corazón entero , porque cuando se empieza por dudar del amor, se acaba por dudar de todo lo que es generoso y grande, idea ó sentimiento. ..... nosotros saludamos el libro de Isaacs, como un faro en latormenta. …..Ese libro nos ha sorprendido : peregrino en medio del mar de libros infiltrados de materialismo y de corrupción, que invade los pueblos modernos, ese hijo de la América virgen nos habla de fe, de esperanza y de amor…. Si el faro sólo fuera un fuego fatuo que vaga sobre las olas y se
desvanece;
si sólo fuera el producto de una imaginación romántica, sería una decepción muy amarga;...,,
pero no : detrás de tanto sentimiento y de tanto dolor, debe existir una triste verdad : la solitaria tumba que guardan celosas las azucenas del Cauca,
JUSTO SIERRA.
París, Imprenta de Garnier hermanos, 6, calle des Saiats-Pérea.
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