JORGE ISAACS
MARÍA
NOVELA AMERICANA
CON UN PRÓLOGO
J. M. VERGARA Y VERGARA
Y JUICIOS DE
IGNACfO M. ALTAMIRRANO
GUILLERMO PRIETO Y JUSTO SIERRA
SÉPTIMA EDICIÓN
PARÍS
LIBRERÍA GARNIER HERMANOS
6 RUE DES SAINTS-PERES, O
1890
JUICIO CRÍTICO
María pertenece en literatura al género sentimental, pero no tiene sino una sola hermana,la Historia holandesa, porque es muy diferente de las novelas de esta clase, como Átala y Pablo y Virginia.
Pablo y Virginia es la historia de dos niños solitarios, donde con poco esfuerzo pudo el autor pintar un amor inocente ó, mejor dicho, infantil. María es la narración de los amores de dos jóvenes, rodeados de muchas personas, viviendo en una misma casa y profundamente enamorados.
Por lo tanto, la pintura de su amor es más fecunda, más interesante, pero más delicada por más peligrosa. Y sin embargo es tan casta, que así como los dos amantes no se dijeron una sola palabra que no pudieran oir sus padres, así en el libro no hay una página que no pueda leer una madre de familia. Virginia es la pintura de un hogar excepcional, en que lo excepcional mismo constituye su principal encanto. No todos los días se ven dos madres
viadas retiradas á una isla despoblada, teniendo la una una hija y una negra; la otra un hijo y un negro.
Aquella simetría podrá ser, como es, muy bella; pero tiene que ser, como es, muy rara.
Saint-Pierre tuvo que arreglar primeramente las cosas á su gusto para describirlas después, y cuando un jugador arregla primero y á su gusto las piezas de su ajedrez, no puede tener gran trabajo en ganar su juego. María no es un hogar excepcional, sino común, y muy común. No hay simetría ni resortes creados ad hoc ; no hay soledad, gran recurso para el caso, ni sociedad abundante, que es otro recurso muy grande. Lo primero fué el principal auxilio
de Chateaubriand y Saint-Pierre ; lo segundo es el mejor cómplice de Dumas y Sué. En María figuran el padre y la madre, dos hijos : Emma (personaje de comparza en el cuadro) y Efrain, joven que vuelve de Bogotá a la casa paterna y se enamora de María, huérfana criada por sus
tíos, los padres de Efraín. Hay un niño hermano de ésta, personaje innecesario para el inventor y del cual saca mucho partido el narrador, haciéndolo asistir á los castos y ardorosos diálogos de los dos amantes, como un garante de la pureza de aquellos amores. El niño Juan representa el papel del ángel de la antorcha en la Huida de Egipto de Vásquez : su antorcha sirve solamente para iluminar el rostro de la Virgen. Hay criados, colonos, vecinos que se visitan y un perro viejo llamado Mayo; cacerías, pasiones, deudas, trabajo, pesares, esperanzas, intriga, personajes secundarios útiles; hay, en fin, todo lo que se encuentra en una casa. María y Efraín no son dos niños en una isla desierta, como Pablo y Virginia, ni dos jóvenes solos en el Desierto, como Chactas y Átala ; María y Efraín son dos
jóvenes vestidos con telas europeas que vivieron en una hacienda del Cauca, se amaron, se fué él y…. ¿para quédecir el fin de la novela ? Es la prosa de la vida vista con el lente de la poesía; es la naturaleza y la sociedad traducidas por un castizo y hábil traductor. María es un idilio, un canto del hogar; una crónica casera, un conjunto de escenas dichosas y tristes, hábilmente descritas. El mejor carácter, el más sostenido, es el de María, la protagonista, y después de ella siguen, por su orden demérito, el del padre y el de Efraín. Los de la madre, Emma y el niño son los de una madre, una joven y un niño; quiero decir que no tienen nada de partcular ni de irregular : son las medianías del bogar.
Entre los caracteres externos ó extraños á la acción, el mejor de todos es el de Salomé, que está admirablemente descrito: el segundo el del boga del Dagua, y el tercero el de los colonos antioqueños. El picaro y enamorado amante que hace rabiar á Salomé se conoce donde se le
vuelva á encontrar; y si uno fuera á la choza de José, podría decir : aquella vaca es la Mariposa y aquel majadero es Lucas. Si uno va al Cauca y se cruza con un hacendado petimetre, de labios rosados y patillas peinadas, seguido de otro viajero de zamarros de chibo y cara de gaznápiro, puede saludarlos: ¡Adiós, señor don Carlos! ¡adiós, señor
don Emigdio !No hay cómo confundir á Tránsito con Salomé ó Lucía, ni al insultoso amante de la segunda con el marido de la primera. Si se encuentran con los del lector los ojos de la muchacha y los guiña, Salomé se echará á reir y Lucía se avergüenza. Es, pues, también una novela de caracteres. Tal es, en extracto, la preciosa novela que mencionamos. Dejamos sin tocar las demás cualidades que la recomiendan, para que el lector no encuentre mal contado aquí lo que en el libro encontrará preciosamente escrito. Por otra parte, ¿ cómo contar en resumen aquellas originales y bellísimas escenas de amor, todas diferentes, todas animadas, en que las palabras pronunciadas á medias, describen la marcha impetuosa de la pasión; en que á veces una flor de más
constituye una situación nueva? ¿ Cómo describir aquellos magníficos paisajes del Cauca, émulos de los paisajes orientales, si no es leyendo la novela? Para contar lo que es María, sería preciso escribir otra María. Se puede describir una montaña, pero no se puede describir una alborada de verano.
El que no la conozca, que la vea : no hay otro remedio para que se forme idea de ella.
Tal es María, obra que puede y debe obtener buena y cordial acogida no sólo en la patria sino en Europa.
María hará largos viajes por el mundo, no en las valijas del correo, sino en las manos de las mujeres, que son las que popularizan los libros bellos. Las mujeres la han recibido con emoción profunda, han llorado sobre sus páginas, y el llanto de la mujer es verdaderamente el laurel de la gloria.
Por lo que hace al autor, lo hemos saludado ya dos veces en sus dos triunfos : no desconfiamos de presenciar otro que consiga con su genio tan fecundo y tan múltiple; porque es de advertir que el autor de las poesías que se imprimieron hace dos años y de María, es también autor dramático, y tiene escritos cuatro dramas que han sido juzgados muy favorablemente por las personas que los han leído.
Estos primeros trabajos, unidos á la circunstancia de que su autor es muy joven, dejan vaticinar una carrera
llena y ….desgraciada talvez, porque no hay ejemplo de que los hombres de genio hayan vivido felices.
El privilegio de conmover los corazones se compra muy caro : ai precio del propio corazón.Mas sea lo que fuere lo que el destino guarde á Isaacs en lo porvenir, lo felicitamos por ser autor de tal obra; y al Estado del Cauca lo felicitamos por ser patria de tal autor.
Bogotá, junio de 1867.
J. M. VERGARA Y VERGARA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario