miércoles, 21 de septiembre de 2022

1- GRANDEZAS Y MISERIAS DE LA VIDA DIPLOMÁTICA - ENRIQUE DEL CID FERNÁNDEZ

 


GRANDEZAS Y MISERIAS

DE LA VIDA DIPLOMÁTICA

 ENRIQUE DEL CID FERNÁNDEZ

(Originario de la ciudad de Huehuetenango)

GUATEMALA
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A LA JUVENTUD GUATEMALTECA.

Para que conociendo a, fondo el drama de nuestra historia limítrofe, sepa, en el futuro defender con honor el territorio de la Patria.

 La historia es necesaria, profundamente necesaria para que un estudioso de los hechos sociales los com­prenda mejor. No podría interpretarlos en su totalidad si no conoce esos mismos hechos sobre los fenómenos históricos que les dieron existencia y vida. Por eso nos entusiasma la idea del señor Ministro, de Educación, porque Guatemala, señores, es un triste pueblo sin histo­ria escrita, no obstante ser dueña de la historia más bien vivida y realizada. Porque Guatemala abunda en hechos, buenos o desgraciados, pero siempre abundan­tes, los que, le darían una mejor personalidad si ellos fueran conocidos. Pero resulta, que, mientras en México saben y estudian desde el punto de vista mexicanos, los sucesos de Chiapas, nosotros, en nuestra juventud actual, los desconocernos  absolutamente".

"Este suceso, que fue ocultado deliberadamente para no discutir en la escuela los hechos del General Barrios, es desconocido por la juventud que se educó desde los años del liberalismo: desde el 71 comenzó a ignorarse la historia para no enaltecer a Carrera; des­pués se siguió con esta misma tendencia para no denigrar a Barrios, enaltecido basta las nubes por muchos méritos indiscutibles, dignos también de bellas y severas páginas en nuestra historia. Nosotros hemos pedido siempre esa labor oficial. Pero ella debiera realizarse teniendo en cuenta las dos grandes tendencias que nos separan en criterio: La conservadora y la liberal; ambas tendencias son Importantes, son notables, dignas de ser conocidas, porque conociendo ambas, el estudioso se forma su propio juicio. . "

CLEMENTE MARROQUIN ROJAS

("Impacto" de 10-VII-1966 página 2)

PROLOGO

Las segregaciones y mutilaciones que Guatemala ha sufrido a través de, los años, constituyen su más trágica historia. Pocas repúblicas del continente, americano las han tenido en tal tal magnitud.

La fuerza de las armas, los laudos arbitrales, las presiones de partido, las conveniencias políticas y los intereses perso­nales contribuyeron para que en una u otra forma la patria per­diese una enorme extensión de tierra.

Solamente por el Sur y parte del Nor-Oriente, los límites se han conservado como antaño.

¿Por qué? Porque hasta el mar majestuoso e infinito, poderoso e invencible, respeta su límite con la tierra. En cambio, los hombres alteran a su gusto las posesiones de los países. Por ello, la cartografía de las naciones desfigúrase periódi­camente. .

Guatemala ha signado diversos tratados y convenios con Inglaterra, México, Honduras y  El Salvador,- no para ensanchar sus dominios sino para cederlos.

"En el resbaladízo terreno de las  concesiones, no hay más límite que el abismo".

Los guatemaltecos hicímonos de un vacío que alcanza una  centena de miles de kilómetros cuadrados. La Guatemala actual, no es sino la mitad del territorio primigenio que  here­damos de la tutela española.

¿Cómo se perdió parte de esa herencia? ¿Cuáles fueron las causas? ¿Quién dictó las instrucciones? ¿Quiénes son los responsables? Es el motivo que explica este libro. Y tiene por respaldo la nutrida documentación inédita del archivo de la an­tigua legación de Guatemala en México, el del Ministerio de Relaciones Exteriores, y varios archivos familiares que se abrie­ron para proporcionar papeles íntimos que no figuran catalo­gados en  los tesoros públicos.

El estudio de los documentos no hubiera sido posible sin la generosidad y confianza del licenciado Alberto Herrarte Gon­zález, Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Gua­temala, a cuya diligencia y empeño se debe que este libro vea la luz pública.

A mi querido amigo, gran poeta y escritor César Brañas, agradezco la oportunidad de haberme permitido publicar parte de él en el diario El Imparcial, como primicia reveladora que enseñó la importancia de las conveniencias políticas que consu­maron los hechos...

Del estímulo de otras personas amigas, nació el deseo de complementarlo para que llegase a ser un libro.

A la bondad de doña Josefina Herrera Ubico viuda de González Vassaux, a la de doña Mercedes Guirlta viuda de Aceña Durán y a la de don Arturo Taracena Flores; (todas, personas para mí muy apreciadas) el haberme permitido obte­ner de sus valiosos archivos interesantes documentos y foto­grafías que enriquecen y dan mayor prestancia a este volumen.

La experiencia del Teniente Asimilado Oscar Cifuentes , Jefe de la Editorial del Ejército, y la de don Ernesto López, Jefe de talleres, hicieron posible la edición cuidadosa y revisada de la obra y sus ilustraciones.

Ultimos en esta jerarquía, primeroseun la espiritual— mis hijos que soportaron con paciencia la vigilia de lar­gas noches y días festivos que robo tiempo a su descenso y orillaba ayuna a sus quehaceres; y, aun a sus propias y justas

Distracciones absorbidas todas por el padre en        horas de aparente marcada indiferencia. ..

La generosidad y confianza de unos; la paciencia y bon­dad de otros; el estímulo de muchos y la abnegación  de pocos, han dado como fruto esta compilación documental. Ellos, hicie­ron posible el esfuerzo desplegado en este trabajo...

Si algún aplauso o palabra encomiable se e tributase, ellos la merecen. Si adolece de defectos o se hace acreedor a justa crítica, el único responsable soy yo.

ENRIQUE DEL CID FERNANDEZ.

DOCUMENTOS INEDIT0S PARA NUESTRA HISTORIA

I. DON JUAN DE DIOS MAYORGA Y LA IDEA PRIMIGENIA
DE CESION TERRITORIAL

DE SU CONTENIDO

iI Antecedentes.

II El ambiente: Egoísmo e intriga.

III. Acusado de sedicioso.

IV. Fl diplomático.

V  Idea primigenia de la cesión territorial.

VI. CIen mil pesos hubieran bastado. . . acompañándolos de unos cajones de cigarros y otros de puros:

VII Ilusiones,

VII. Epílogo.

NOTAS

 “Estamos en el caso de afianzar nuestra independencia aunque sea á costa de al~ sacrificio. En el tratado puede ó cederse a Soconusco, ó dar alguna pequeña porción del partido de Totonicapán lindante con lo demás de Chiapas que está de este lado de la sierra madre".

I. ANTECEDENTES.

Un pequeño pueblo del antiguo Reino de Guatemala fue el escenario donde destacó por vez primera don Juan de Dios Mayorga y Lanuza, espíritu inquieto de discutibles ejecutorias y casi desconocido para las actuales generaciones...

Metapas, Metapam o Metapán nominaban por entonces al pueblecillo perdido entre montañas, sierras y caudalosos ríos. Asentado en una hermosa llanura cercada de profundas barran­cas de difícil acceso, movió __en el íntimo tercio del siglo XVIII—al entonces jerarca de la diócesis guatemalana a describir su estado y sus gentes:

"Desde el pueblo de la Asumpcion de Mita al de Metapas hay diez leguas, rumbo como de poniente a oriente. Como a tres cuartos, que se salió del pueblo se cruza el Río Grande, que lleva cuasi el mismo rumbo. Las tres primeras leguas son de camino bastantemente llano, aunque molesto, porque hay mucha arena y hoyos que por su figura llaman sartenejas. Hay por todos lados montañas y aunque arboladas poco frondosas, porque los más de sus árboles son jícaros".

"En las dos leguas que se siguen se estrechan más los mon­tes y hay algunas cuestas, aunque no violentas, pero de malí­simo camino, porque todo es piedras, que nacen de la tierra res­baladizas y con muchas puntas que molestan demasiado a las caballerías, por no poder sentar bien los pies. Al fin de estas cinco leguas se cruza el río Matalapa caudaloso y tambien co­rre de poniente a oriente".

"Como a un cuarto de legua, que se cruzó dicho río, se da en una hacienda llamada de Santa Rosa. Está situada en hondura y en ella comienzan cordilleras de montañas muy em­pinadas. Esta hacienda de Santa Rosa y más de dos leguas an­tes de llegar a ella, es territorio de la parroquia de Metapas".

"Desde la hacienda hasta el pueblo hay cinco leguas, de pésimo camino; todo él es cuestas demasiado violentas y bos­ques con mucho encerramiento de árboles y cerros. A la pri­mera legua, después de la hacienda, se cruza el río Langue, que corre de norte a sur, muy caudaloso y que en tiempo de llu­vias es imposible que pueda pasarse; pues aun fuera de ese tiempo es muy crecido, profundo y ancho. Se camina bastante trecho por un barranco, que es cruce de un arroyo, que en el espacio de media legua se cruza veinticuatro a treinta veces, y las montañas que lo forman parecen dos paredes, que no de­jan otro paso que la madre de dicho arroyo".

"A] fin de una gran bajada se da con el pueblo de Meta­pas, que está situado en una llanura hermosísima, muy frondo­sa y fructífera; aunque a la frente de seis cordilleras de mon­tañas, unas sobre otras, y ya las primeras son muy empinadas. Estas montañas son las que corren desde Conchagua y termina un ramo de ellas en Esquipulas; de manera que al pie de ellas está Texuthla a diez leguas de Metapas; Chalatenango como a ocho leguas de Texuthla y a esta proporción Suchitoto, Ozicala, Gotera y Conchagua. Lo que me ha parecido prevenir para mejor inteligencia de la geografía, mayormente habiendo dicho en la parroquia de Yayantique, cabecera de Conchagua, que desde aquí comienza una cordillera de montañas elevadísimas, que dividen este Arzobispado de los Obispados de Nicaragua y Comayagua y forman un medio círculo de oriente a poniente por la banda del norte".

"Metapas es el único pueblo de esta parroquia y ocupa una legua de llanura por cualquier diámetro; el territorio de toda ella es de catorce leguas de oriente a poniente y nueve de norte a sur, en cuyo recinto se hayan treinta y cuatro sitios en­tre haciendas, trapiches y valles".

"Esta administración carga sobre un cura, que lo es ha como ocho meses, don Diego Lopes, como de treinta años; tie­ne talento y ha estudiado; pero opiniones relajadas, que mejor seria no las supiera. Es hombre satisfecho y vano. Su coadju­tor es don Miguel Portillo, que parece hombre de poquísimo talento y estudio; apenas sabe leer latín muy mal. Hay otro eclesiástico llamado don Pedro Samaña, atento y algo hábil: tiene bienes propios con que se mantiene. Hay otro llamado Pascual Ruiz, tonto en extremo, sin licencias algunas, ni aun de decir misa, ni ha parecido sacarlas como se le mandó, ni es sujeto que se pueda tratar porque no entiende razón, ni tiene bienes, ni beneficio con qué mantenerse y se ordenó a título de ministro de esta parroquia".

"El terreno de esta parroquia es muy fructífero, si se cultivara; produce maíz, frijoles, verduras, frutas, caña, algo­dón, ganados y hay fábricas de hierro. Cerca del pueblo hay dos lagunas, la una tendrá de diámetro como tres leguas y la otra una. La gente anda muy desnuda",

"Dice el cura en sus respuestas, que la renta. de este curato ascenderá a 1,941 pesos. Que el idioma que se habla es el castellano. Que los vicios que ha notado en el corto tiempo que sirve a esta, parroquia son: que este miserable territorio se compone de gente vagabunda y que  por lo regular to­dos se ejercitan, así en los valles como en el pueblo en Juegos v diversiones agrestes, y de pública voz y fama el vicio de hurtar está en todo este país muy arraigado. Y con no menos dolor se advierte, que con grande escándalo viven de asiento en concu­binatos; siendo la mayor parte de esta gente viciosa hombres, y mujeres casados y algunos de ellos parientes, causa, porque el pecado de incesto es muy frecuente entre esta gente, Que a la explicación. de la doctrina cristiana no asisten los grandes. porque se avergüenzan de que, se les enseñe".

"A todo se aumenta la soledad en que viven los indios, aun cuando están en los pueblos, pues cada cual está en su jacal cerrado; y con esto no es posible saber en qué se emplean; por­que ninguno entra en el jacal del otro y cada jacal está por lo común cerrado de árboles tan espesos, que no se pueden penetrar". 1

II. EL AMBIENTE: EGOISMO E INTRIGA.

En el año de 1811 figuraban como empleados de la coro­na, principales vecinos y hacendados, los siguientes: D. Benito Cerezo, natural de San Millán de la Castilla, mercader viandan­te; D. Ramón Pérez, Voluntario distinguido de la Segunda Compañía de la Capital del Reino; D. Juan Francisco Melén­dez, Administrador de Tabaco y Subdelegado de la Real Ha­cienda; D. Jorge Guillén de Ubico, Subteniente del Batallón de Milicias disciplinadas de Chiquímula; D. José Ygnacio Faro, na­tural de la provincia de Tlaxcala y Administrador del Estanco de Aguardiente; D. José Gregorio López del Moral, alcalde or­dinario; D. Nicolás Novales, D. Matías Arbizú, D. Domingo Ruiz, D. José Timoteo Menéndez, D. José Antonio Martinez propietario de un ingenio de azúcar-, D. Juan Palomo Hernán­dez, D. José Miguel Leal, D. Antonio Leiba, D. José María Peraza, D. Bonifacio Lemus, D. Manuel Figueroa D. Joaquín Vidaurreta, D. Francisco Carrascosa, D. Manuel Santiago González y otros más.

E] encargado de la feligresía era el Vicario don Manuel José Escobar, que tenía especial autorización de su Ilustrísima "para recibir cualquiera denuncia y averiguar por extenso atento a los que se profirieran con palabras subercivas contra el Gobierno"2: especialmente después de saberse los sucesos ocu­rridos en el Reino de la Nueva España y la Provincia de San Salvador.

En esta pequeña sociedad convivía de varios años, atrás el señor don Juan de Dios Mayorga y Lanuza, natural de Chi­quimula, nacido aproximadamente en el año de 1777 y de as­cendencia europea:

...se gloria de descender de ellos, de tener muy fresco su origen pues por parte materna es de la Ylus­tre familia de los Lanuza bien conocidos en el Reyno de Aragon en donde casi siempre era Justicia Mayor algun Lanuza, y aun llegaron a ser Virreyes de Sicilia: que por su padre su Visabuelo era Español etc". (Bol- AGN­Tomo II No. 4. Pág. No. 508) .-"

Huérfano desde muy niño, el señor de Mayorga y Lanu­za con esfuerzo y dedicación dignos de encomio, sin ayudas fa­miliares ni pecuniarias, allanando los valladares de la pobreza, logro, seguir por algún tiempo la "carrera Literaria" que aban­donó después, para dedicarse a la de comerciante logrando bue­nos frutos:

"Yo quedé huérfano de padres en una edad muy tierna, sin parientes ni recursos, ni menos haber tenido un cuarto de licencia. La mediana carrera de estudios que hice fue en fuerza de mi aplicación y venciendo, los obstáculos de la pobreza y horfandad; siendo estos los motivos de no haberla llevado a cabo. La necesidad me obligó a tomar la profesión de comerciante sin tener para esto capital ni un protector generoso: todas estas dificultades que lo eran para progresar fueron venci­das por mi conducta, por mi infatigable, aplicación al trabajo, y llegué en muy poco tiempo a tener un giro bastante extenso, y un capital de mediana consideración.

 (Ibidem. Pág. 554).

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