miércoles, 7 de septiembre de 2022

B) SISTEMA DEFENSIVO ANTI-SATANICO- “…CUANDO HUYE SATANÁS” C.S.LOVETT

 “…CUANDO HUYE SATANÁS”

C.S.LOVETT

Covina, California.

1969

El CORAZON de este libro es una PERSONA : SATANÁS.

El OBJETO de este libro es entrenar cristianos para la lucha espiritual contra el demonio y equiparlos para AHUYENTARLO.

El SUPUESTO BÁSICO de este libro es la aceptación indubitable de lo que dice la Palabra de Dios sobre el MALIGNO.

El EXITO de este libro depende de la diligencia que aporte el lector para VERIFICAR lo que lea a la luz del Espíritu de Dios y para PRACTICARLO en el Nombre de Cristo.

El Traductor

 SISTEMA DEFENSIVO ANTI-SATANICO

PROTECCION CONTRA ASALTOS

En un programa de televisión fue presentado recien­temente un experto en protección hogareña. Mostró todos los procedimientos que hay para asegurar la casa con­tra ladrones. Se refirió a la preocupación que ha ido creciendo en las ciudades a medida que aumenta la criminalidad y que a muchos propietarios ha puesto "de nervios." El conferencista señaló la posibilidad de que el crecimiento -de la delincuencia haga que cada quien tenga que tomarse la ley en sus propias manos.

A mí lo que más me impresionó fue el despliegue de aparatos defensivos.

En primer lugar, secundó la iniciativa del jefe de policía de Los Angeles para que se dejen luces prendidas en la casa, siempre que se salga de noche. El experto mostró estadísticamente que los hogares con luces tienen una incidencia menor de robos. Hizo demostraciones con instalaciones foto-eléctricas ca­paces de iluminar automáticamente jardines y patios de la casa. También enseñó que pueden prenderse simultá­neamente las luces de la casa con sólo apretar un botón desde la cama.

Luego presentó unidades detectoras para conectar tapias y puertas a un timbre sordo.

Cualquiera sobre la tapia o al pasar la puerta activaría una llamada de atención en la recámara o en la estación policial. Tenía manera de avisar cuando al­guien había cercenado una cortina. Sus técnicas más elaboradas incluían circuitos cerrados de TV para su­pervisar cada rincón de patios, jardines y corredores.

A continuación produjo varios gongs y timbres de alarma. Aseguró que el ruido es algo muy efectivo contra merodeadores. Eso es algo que yo había comprobado con un amigo mío que puso un estruendoso timbre de alarma sobre el marco de la puerta de entrada a su casa. Cuando alguien tocaba por la noche, él mantenía su dedo en el botón del timbre mientras averiguaba de quién se trataba: Y, dicho y hecho, llegó el día cuando tuvo que usarlo. Un tipo mal encarado quiso entrar por la fuerza y cuando los campanazos le esta­llaron a unos centímetros de la cabeza,'casi revienta del susto. Lo último que se supo de él es que huía despavo­rido por toda la calle.

Por último, vinieron las armas. Vimos pis­tolas para gases y "sacudidores" eléctricos a control remoto. Vimos unas pistoleras muy originales aseguradas al colchón, para echar mano del arma sin despertar sospechas.

• Fue una exhibición impresionante de preparativos pa­ra sorprender y resistir intrusos.

Tome nota de su orden :

1.   Luz.

2.   Descubrimiento.

3.   Alarma.

4.   Arma.

¿No es buen ejemplo de cómo defender nuestros pensa­mientos contra el intruso espiritual ? Si algo así es efec­tivo para defender hogares, sus equivalentes espirituales seguramente serán efectivos para proteger nuestras men­tes.

Merodeador espiritual

Si necesitamos la combinación de LUZ-DESCUBRI­MIENTO-ALARMA-y-ARMA, para desanimar al posible ronda-casas, con cuánta mayor razón necesitaremos de­fendernos de quien ataca nuestra vida pensante. Es evi­dente el valor de un sistema así, si tomamos en cuenta que nuestras mentes son más valiosas que nuestras casas. Satanás, como enemigo, merece la mejor defensa que po­damos concebir.

Estas cuatro palabras

LUZ, DESCUBRIMIENTO, ALARMA y ARMA son las bases de nuestro plan defensivo. Dios ya nos había dotado con equipo para defendernos. Lo que necesitá­bamos era sólo un procedimiento sistemático y efectivo que nos permitiera usarlo para resistir victoriosamente al diablo. Es posible que le parezca a usted que todo esto suena demasiado simple. Y bien, ¿ por qué no había de serlo? Nada de lo que Dios nos pide resulta complicado. Lo que se requiere es deseo y voluntad para hacerlo. Aquí se ofrece una manera sencilla de usar lo que Dios había ya provisto para permitirnos triunfar sobre Sata­nás. Al estudiar el plan encontrará que es asombrosa­mente simple y lo usará confiadamente al ver la mano de Dios en él.

SISTEMA DEFENSIVO

Primer Paso:

LUZ

La oscuridad invita al atracador. El cristiano que no se ocupa de Satanás le da toda la libertad que necesita. No hablando del diablo contribuimos al "apagón." Todos estos años pudo disfrutar de la oscuridad porque el pue­blo de Dios rehusaba tomarlo en serio. ¿Sabe usted de algún programa de escuela dominical sobre Satanás? Una situación como ésta debe cambiar a medida que la hora del maligno se acerca rápidamente. Al conocer más de la persona y la obra de Satanás, más cristianos esta­rán alerta y la tarea diabólica quedará seriamente limi­tada.

En los archivos policíacos están clasificados los métodos delictuosos. Quien roba de la misma

manera por varias veces, es conocido por su M. O. ("modus operandi") o método de trabajo. Sin tener pistas ni testigos, frecuentemente se identifica al criminal por su modo de operar. Si el M. O. denunciado corresponde a un formato archivado, la policía puede tener rápidamente una idea muy aproximada de quien hizo "el trabajo."

Satanás tiene su M. O. que usted ha venido estudiando para recibir más luz sobre sus procedimientos. La luz se prende cuando usted trasmite estos conocimientos a otros cristianos. Cuando las clases de escuela dominical comienzan a profundizar el tema y a aplicarlo, la luz se vuelve más intensa. Las sombras van desapareciendo a medida que los creyentes tocan más y más el tema de Satanás en sus conversaciones. Y la iluminación se vuelve meridiana cuando el pueblo de Dios da testimonio de haber presenciado la huida de Satanás.

Cuando predicadores y maestros toman en serio a Satanás e instruyen a sus congregaciones, se asemeja al momento cuando sale el sol. El diablo es noctámbulo y odia la luz del día. Existen muchas cosas que no puede hacer cuando se le está observando. Su asombrosa efec­tividad desaparece en gran parte cuando se publican sus métodos y los hermanos aprenden a estar en guardia contra él. Tal es el tipo de victoria que necesitamos en la actualidad. Es de suma importancia enseñar a otros lo que el Señor puede hacer a favor de quienes aprenden a ahuyentar a Satanás.

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El simple hecho de hablar de Satanás le hace a usted ser más vigilante. Menciónelo aquí y allá. Diga a otros cómo• usa él la sugestión para sembrar ideas. Que su acceso a nuestras mentes es semejante al del Espíritu Santo. Que es fácil comprender cómo puede dominarnos apelando a debilidades, apetitos y ambiciones personales. Y cuando sus ideas parecen ser nuestras, bueno . . . no es de admirar que nos maneje a su antojo. Descubrir cosas así es arrancarle la máscara ; hablar de esto es veneno para él. ¿Que no harían caso a usted? ¿Y cómo podrán desatender si ven que es lo mismo que están viviendo diariamente?

El primer paso, pues, se refiere a la luz. Luz que brilla cuando aprendemos de Satanás y hablamos contra él. ¿Pensó usted alguna vez que podría ser tan urgente hablar contra el diablo como lo es hablar por Cristo? Ilay ocasiones en que puede hacerse. El Espíritu de Dios testifica en ambas direcciones: Su Palabra exalta a Cris­to y se opone a Satanás. El Espíritu Santo da testimonio de ambas verdades y el cristiano puede ministrarlas fiando en el poder de Dios.

Segundo Paso: DESCUBRIMIENTO

Aquí es donde vamos a aplicar la advertencia de Cristo . . . "i VELAD !"

Recuerde : "Velar" viene primero que "orar." ¿ Velar a quién? A USTED MISMO. Por demás será que se quede contemplando el aire pues allí no podrá ver jamás a Satanás. Si algo ha de mirar, mírese al espejo. Y al verse recordará que el disfraz del diablo es USTED, el yo. i Cada sugestio- satánica le llegará vestida de usted!

Usted tiene sus debilidades. Todos las tenemos. Sata­nás concentra sus ataques en ellas. Tan pronto como ataca, por todos los puntos débiles de usted comienzan a brotar problemas.. San Pablo enlista algunos puntos de ataque en Gálatas 5:19-21 y sigo ese orden para pre­sentárselos a usted, sin pretender que una debilidad sea peor que la otra. Es posible que usted pueda así localizar alguna área débil que pudiera tener en su propia vida.

1.  LUJURIA. La mente reacciona a los estímulos que se le presentan. Frecuentemente la imaginación se recrea repasando impu­rezas. A Dios no le interesa donde pecamos pues la mano ejecuta sólo aquello que la mente fabricó previamente. Para El, lo mismo da el pensamiento lujurioso de usted que el adulterio consumado. La lujuria incluye delirios de grandeza y anhelos de utilizar a otros como objetos de placer egoísta.

2.  IDOLATRIA. Usted es idólatra cuando permite que algo se interponga entre Dios y usted. Ordinariamente esto se presenta en el orden de: situaciones familiares, pagos extras, prestigio, excursiones dominicales, etc. Cualquier cosa que ponga usted antes que su obligación cristiana, es idólatra.

3.  PEREZA. ¿Recluido en sus habitaciones? Entre las excusas más frecuentes para que usted no participe en alguna fase de la obra del Señor están el cansancio, el agotamiento y los compro­misos previos. Sin embargo, la Gran Comisión es un llamamiento continuo a todo cristiano.

4.  SUSCEPTIBILIDAD. ¿Se enoja usted fácilmente cuando alguien le lleva la contraria? ¿Siente usted que le sube la sangre a la cabeza cuando la esposa, el niño o el empleado se le "atravie­san"? ¿Resiente usted las diferencias doctrinales de otros herma­nos? ¿Qué hace cuando se entera que alguien ha hablado mal de usted?

5.  CRITICA. ¿Mide a otros por lo que usted es? "No entiendo cómo esa fulana permite que sus hijos anden tan sueltos." ¿Qué tan rápidamente condena usted a quienes son diferentes? Es posible condenar a otros por la ropa que use o los lugares que frecuente. ¿Desaprueba usted otros modos de hablar o la apariencia ajena, sus posesiones, vacaciones, gastos, iglesias o usos del tiempo?

6.  DIVISIONISMO. ¿Provoca usted divisiones al menor pre­texto? ¿Es usted como aquel diácono, celosísimo de la verdad en reuniones congregacionale s, y que siempre deja dividida a la iglesia? ¿Habla bien pero si habla no hace bien? ¿En sus pensa­mientos ocupa lugar preferente la unidad? ¿Es usted faccioso por su tendencia a aferrarse a una idea aunque provoque divisiones? ¿Rechazaría una obra buena en la iglesia sólo porque se la ha calumniado o presenta diferencias teológicas mínimas?

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7. CHISME. "No sé si hago mal, pero se lo cuento para que ore usted por. . . ." Algo así fue inspirado en el infierno. Frecuente­mente se origina en el placer satánico de transmitir alguna expresión denigrante. Peor que el hecho carnal, impulsado por tendencias corporales, el chisme es pura ponzoña espiritual. ¿Chismea usted so capa de piedad?

8. PREOCUPACION. ¿Le preocupa el futuro? ¿Está ansioso por el seguro social, la póliza de seguro, la salud, deudas, familia, trabajo? La preocupación normal nos permite planear cuidadosa­mente. Pero hay también una preocupación obsesiva que hace mofa de la bondad de Dios. El promete suplirnos cada necesidad. Cualquier angustia, toda presión mental sugiriendo que hay algo que Dios no puede resolver o que algo se le escapa, es, simplemente, preocupa­ción impía.

9.  PESIMISMO. ¿Tiene usted algo contra la vida, la iglesia o los hermanos? ¿No es fácil complacerlo? ¿Nada le agrada o satis­face? ¿No se le dificulta quejarse del trabajo, del cónyuge, el vecindario y las circunstancias personales?

10. DUDA. ¿De vez en cuando como que le da por pensar que esto del cristianismo pueda ser una gran farsa? Que si su fe resultara ser mera superstición sentiría como que le faltaba algo. Que el cristianismo tiene cosas no muy creíbles.

11. EGOISMO. Siempre al frente de todos. Quiere la mayor parte, el lugar preferente, la mejor "ganga" en todo. No le importa el interés ajeno cuando busca el propio. Prefiere gastar en usted antes que en los suyos. "Agarrado" con Cristo.

12. DISTRACCION. Imposible fijar la atención en Cristo. Difícil leer la Biblia y entenderla. Vuelan los días sin hacer nada. No existe plan definido para servir al Señor.

13. MENTIRA. Se deja arrastrar por la "emoción" al narrar una historia. Falsea estadísticas al calor del fervor evangelístico. Cuando habla, siempre agrega algo "personal."

14.  INSATISFACCION. No hay nada que hacer en casa. Algo necesita cambiarse en el trabajo, el vecindario o la iglesia. Sería magnífico si pudiera escapar "de todo esto" siquiera por un rato.

15.  DESANIMABLE. Renuncia a la primera señal de fracaso. Deja un plan sólo porque fue rechazado. Escapa si no resulta todo tan fácil como pensaba.

16.  DESPERDICIO. Malgasta la rutina diaria en usted mismo. Derrocha horas que podría usar preparándose espiritualmente; invierte noches enteras frente al televisor; gasta en "aficiones" el tiempo que corresponde al servicio cristiano. Siente como si tuviera en el futuro todo el tiempo disponible para servir a Cristo.

17     ABUSIVO. No controla su mal carácter. Castiga severa­mente a sus hijos cuando está enojado. Dice lo que piensa sin considerar qué consecuencias tendrá en los demás. Humilla pública­mente a quienes lo sirven. Delante de la gente le da por "demostrar" el personaje tan importante que es.

17. AVARICIA. Como está obsesionado por poseer, sólo piensa en acumular cosas. Gran parte de su energía se le va en ambicionar cosas ajenas. ¿De ver le dan ganas? ¿Y si no lo tiene lo goza imaginariamente?

18. ABATIMIENTO. ¿Se desalienta cuando piensa en sus problemas? La vida parece ser demasiado dura. El abatimiento puede hundir a la persona. ¿Hay veces que está totalmente depri­mido? ¿Como si las paredes se cerraran contra usted?

19. TEMOR. Miedo a la oscuridad, a que lo asalten. Miedo a hablar de Cristo. Miedo al fuego, a la muerte, a la soledad, a las alturas, a enfermarse, etc. Las noticias periodísticas le aterran. A veces no sabe ni a qué teme. Lo único que sabe es que tiene miedo.

20. APLAZAMIENTO. Quisiera vivir la vida a profundidad y vivirla para Cristo. Pero, quién sabe por qué, hoy no es precisamente el día para empezar. Sabe que debe hacerlo y tal vez, allá en el fondo, hasta quiere hacerlo, pero siempre mañana es mejor que hoy para "arrancar." Eso de obrar ahora mismo, como que parece ir demasiado de prisa. Consecuentemente, siempre se aplaza el mo­mento decisivo. Sigue pensando que, quién sabe cómo, ha de hacer mañana lo que no quiso hacer hoy.

Más tantas otras.

En la lista anterior, se tocan ligeramente algunos de tantos desórdenes espirituales causados por Satanás. El control diabólico origina muchos de los padecimientos nerviosos y emocionales que pueblan los consultorios médicos. He mencionado estos para que usted pueda apre­ciar el grado en que Satanás invade nuestras vidas.

REPASE LA LISTA

No ha sido mi propósito escribir un tratado sobre perversiones. La idea es mencionar algunas de las debi­lidades más comunes en la esperanza de que usted llegue a identificar alguna en su propia vida. Nos daría un punto de partida, si a usted le interesa seguir adelante.

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No digo que estudie la lista sino que le dé una leída. Mientras busca algo que se aplique a usted, vaya notando que todos los puntos están relacionados con el YO. ¿Se fija ? Ahora tome sólo el que usted escogió y pregúntese :

"¿Alguna vez noté que esto venía de Satanás?"

Posiblemente no. Cuando esto pasa nunca lo achaca­mos a Satanás. Lo natural es culparnos a nosotros mismos. Puesto que las pensamos, asumimos que son ideas propias. Culpar a Satanás parece una pobre excusa. Cosa que el diablo tiene muy en cuenta. En ello reside la aparente perfección de su disfraz. Pero no es tan perfecto. Una vez que usted experimente lo que es hacer huir a Satanás, se asombrará de la enorme participación que tiene en la producción de tales males. Le parecerá increíble el alivio que se experimenta cuando se retira temporalmente el ataque satánico.

• Muchas de las debilidades enlistadas las encontré en mi. La presión que ejercen va de lo más débil a lo más intenso. Pero hallo que tengo algo de todas ellas en grado mayor o menor. ¿Cómo procedo ? Concentrándome en una a la vez. He aprendido por experiencia que resulta mucho más conveniente enfocar debilidades una por una. ¿Por cuál comienza? Por la peor. ¿Por qué? Porque cualquier cambio se nota mucho. Triunfar sobre el peor defecto cambia radicalmente la vida. Nos permite seña­larlo inequívocamente. Cuando ve que puede cambiar tanto así, recibe grandioso estímulo. Por eso le digo que es más conveniente comenzar por atacar la peor de las debilidades.

ARME LA TRAMPA

Procedamos a tender la trampa a Satanás. Como él se esconde tras el yo, toca a usted armarla. Establecerá usted vigilancia constante sobre la debilidad que escogió. La trampa consiste en que vigile continuamente ese as­pecto, de su carácter a fin de que sorprenda el primer intento que haga por ceder a esa tentación especial. No me cabe duda de que el experimento le resultará nove­doso. Nunca espere pescar a Satanás en el momento que inicia el ataque. Es posible que pasen 5 o 10 segundos antes de que usted se despabile: "¡Hey, no tan de prisa!" Sería magnífico principio. Después usted aprenderá a reaccionar al instante que lo asalte la sugestión res­pectiva.

 De los cuatro pasos del sistema defensivo, el más di­fícil es este del descubrimiento de Satanás. Desde que usted aprende a sorprenderlo "in fraganti", lo demás resulta más fácil. Tenga en cuenta que él hará lo más que pueda para impedir que usted penetre su disfraz. Lo peor que podría pasarle es que usted reconociera el papel preponderante que juega en la vida de usted. Conoce el poder que tiene el Nombre de Jesús para ahuyentarlo cuando se le descubre. Entienda, pues, que no va a resultarle del todo fácil aprender a enfocar la atención en las flaquezas propias.

Satanás pondrá en juego todos sus trucos para que usted distraiga la atención del área que escogió para atacar. Produce interrupciones distractoras. Más duro será cuando él presione con un problema para que usted aparte su atención de la debilidad enfocada. Si consigue triunfar, desde que comienza el día usted estará ocupado en muchas cosas, menos en atraparlo. A veces basta con una llanta desinflada al salir, para olvidarse de Satanás por todo el día.

En vista que no es nada fácil entrampar a Satanás, le daré en seguida algunos ejemplos que aclaren a usted esta técnica defensiva.

Supongamos que escogió usted el área de la PREO­CUPACION. Ultimamente anda usted en ascuas, finan­cieramente, a causa de los cobros inesperados que echa­ron abajo su presupuesto. La cosa va clavándose más y más en la mente y usted desearía sobreponerse y contro­larse. Como que ya va creyendo que Satanás es capaz de manejar la situación financiera para que usted se preocupe exageradamente.

Pues bien, extraiga de su Tarjetero Anti-Satánico la tarjeta que arriba lee:

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Satanás dice ... PREOCUPACION.

Dice Dios: . . . "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda ora­ción y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús" (Fil. 4: 6-7).

Tome la tarjeta que escogió y colóquela a la vista en la mesita de noche. Queda lista para trabajar por usted.

Al levantarse por la mañana, arme la trampa antes que nada. Despierta, mira la mesa y allí está la tarjeta para recordarle el plan defensivo contra Satanás. Con eso, queda la mente enfocada. En lugar de atormentarse pensando en el dinero, está ocupado en rechazar al dia­blo. Al tomar la tarjeta, eleve su mente a Cristo para agradecerle su presencia, en unas cuantas palabras como :

"Señor Jesucristo, ayúdame para aprender a descubrir la intervención del diablo en mi vida y pueda así verlo huir fiado en el poder de tu Nombre."

¡Estas armas anti- satánicas son una ayuda tremenda!

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