13 - USEMOS EL PLAN - “…CUANDO HUYE SATANÁS” C.S.LOVETT

“…CUANDO HUYE SATANÁS”

C.S.LOVETT

Covina, California.

1969

El CORAZON de este libro es una PERSONA : SATANÁS.

El OBJETO de este libro es entrenar cristianos para la lucha espiritual contra el demonio y equiparlos para AHUYENTARLO.

El SUPUESTO BÁSICO de este libro es la aceptación indubitable de lo que dice la Palabra de Dios sobre el MALIGNO.

El EXITO de este libro depende de la diligencia que aporte el lector para VERIFICAR lo que lea a la luz del Espíritu de Dios y para PRACTICARLO en el Nombre de Cristo.

CAPITULO SIETE

USEMOS EL PLAN

Un seminarista preguntó a su pastor, "¿ Cree usted que sea malo que el cristiano aprenda el arte de la de­fensa personal'?"

"Seguro 'que no," fue la contestación, "eso es algo que yo aprendí y aplico constantemente."

"¡De veras, pastor!" El joven no cabía en sí del asom­bro. "¿ Aprendió usted boxeo, judo. . . ?"

"Nada de eso. Yo aprendí el sistema de Santiago." ¿El Sistema de Santiago. . . ?"

"Precisamente. Puede usted hallarlo en el versículo siete del capítulo cuatro del libro de Santiago: "¡Resistid al diablo y huirá de vosotros!" Es el mejor sistema de defensa personal que conozco."

NO HAY TRAVESIAS

No existe método fácil y rápido para aprender a luchar. Tiene que dedicarse a ello por completo, sea para aprender boxeo, lucha libre, milicia o resistencia anti­satánica. Se necesita dedicación completa pues las nue­vas habilidades se adquieren a base de tiempo. Lo cual significa práctica, paciencia y entrenamiento intensivo.

Sería un engaño si yo hiciera creer a usted que la resistencia anti-satánica es gracia que se adquiere instan­táneamente. Con sólo leer este libro no se convertirá en experto de la resistencia, como tampoco llegará a ser consumado ganador de almas con sólo oir conferencias. Son habilidades que se adquieren a base de práctica. Se necesita práctica y experimentación. La habilidad es resultado de la aplicación.

Al principio tendrá que pasar por muchas vacilacio­nes pues está usted entrando a territorio inexplorado. Lo

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cual siempre produce inseguridad. Los primeros intentos de hablar al demonio viviente no están exentos de un sin­número de ansiedades. Pero este "temor de principiante" acompaña a toda nueva tarea por Cristo. Sobre todo, tome en cuenta que ahora ha pasado usted de la doctrina a la acción. Lo cual también no deja de ser extraño y depara no pocas sorpresas.

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DE LA DOCTRINA A LA ACCION

No trate de memorizar el aspecto teórico de este libro. Basta con que retenga las verdades básicas sobre la per­sona y la obra de Satanás. Con ellas tendrá toda la pre­paración doctrinal necesaria para resistir al diablo. Voy a dárselas, en una cápsula, a continuación.

1.  Satanás, quien en el cenit de su gloria fue tal vez inferior solamente al Señor Jesús, sigue siendo mandatario destacado en el mundo espiritual. Aún gobierna y mantiene reino aparte. Su caída corrompió su grandiosa sabiduría pero conserva sus prodigiosas facultades. Todas ellas las desvió de la gloria de Dios al interés satánicocéntrico. Todo lo que Dios depositó en Luzbel cuando lo hizo, está ahora utilizándolo para producir una raza de ciudadanos probados. Cuando haya terminado el programa terrestre, Satanás será expelido para siempre (Apocalipsis 12: 10).

2.  Cuando Adán se rebeló contra la voluntad de Dios, entonces Satanás vino a ser el "dios de este mundo." Adán se adhirió a los desobedientes dirigidos por Satanás. Ese día el dominio de la tierra pasó a manos del diablo. Desde entonces, cada hijo de Adán nace bajo control satánico. Los cristianos son liberados de este control mediante el nuevo nacimiento, que los integra en la familia de Dios (Col. 1: 13). Con lo cual, también adquieren doble perso­nalidad: parte de su sér es de Cristo y parte de Satanás.

3.  El nuevo nacimiento equipa con nueva naturaleza (Nuevo Hombre) al cristiano, la cual está controlada por el Espíritu Santo. La naturaleza antigua (Viejo Hombre), que permanece hasta la muerte física, está controlada por Satanás. La persona del cristiano viene a ser como un tercero, libre para escoger cuál de las dos naturalezas manifestará en su vida. Ya no tiene que servir a la naturaleza antigua, si no quiere. Esa es la manera como Dios libra a los cristianos del PODER de Satanás. La naturaleza que el cristiano escoja obedecer, determinará si ha de vivir para Cristo o para el diablo. Como resultado de la lucha entre las dos natura­lezas, viene el crecimiento espiritual.

El Espíritu de Dios y el de Satanás tienen igual acceso a la parte inconsciente de nuestras mentes. Ambos pueden activar todo el material enviado por los sentidos y mandarlo al intelecto enormE de su^gestión. El ser humano puede aceptar o rechazar dichas sugestiones. Por tanto, es responsabilidad del cristiano decidir si el Espíritu Santo o el espíritu anti-santo dominará su vida.

S. El espíritu del hombre (naturaleza antigua) y el espíritu de Satanás tienen funciones idénticas. Cuando Satanás activa alguna idea depositada en el inconsciente, brota al consciente como si el cristiano la hubiera pensado. Jamás sospecharía que viene de uu intruso, puesto que surgió de su propia mente. Satanás no siembra ideas que exaltan a Satanás porque no habría cristiano que lo obedeciera. En tierras paganas inspira el culto satánico. Entre nosotros, su meta es conseguir que los cristianos vivan. para ellos mismos, no para Cristo. De esta manera se venga del Señor quien lo derrotó en el Calvario.

6.   Satanás controla al cristiano bombardeándole la mente con sugestiones que apelan al interés EGOISTA. EGO (yo) es la máscara de la actividad satánica en la mente del cristiano. Es tan efectivo el disfraz que nunca llega a descubrirse que toda la basura y la maldad del cristiano vienen de Satanás. Tiene éxito porque sus sugestiones apelan a las pasiones bajas del cristiano, a sus instintos, apetitos y a sus ambiciones legítimas. Cuando alguien vive para sí es porque está lleno del espíritu anti-santo. Cuando vive sólo para Cristo, está lleno del Espíritu Santo. Si cada quien estudia su conducta podrá determinar cuánto de su vida está con­trolado por el diablo. En la medida que viva para sí, indicará la medida en que esté lleno del espíritu anti-santo.

7.   El Señor advirtió a los cristianos que deben velar en espera del ataque satánico. El cristiano puede resistir a Satanás si llega a sorprenderlo en el momento cuando aplica presión a sus debili­dades carnales. En el Nuevo Testamento se describe la vida cris­tiana como guerra continua. La estrategia necesaria para enfrentarse al conflicto satánico, la tenemos en el ejemplo que nos dejó el Señor cuando fue tentado en el desierto.

• Si usted absorbe esas verdades básicas, estará prepa­rado doctrinalmente para enfrentarse al diablo. A partir de eso, todo lo que usted necesita es tener un plan para ponerlas en acción. Aquí tomamos tres factores,

VIGILANCIA, recomendada por Nuestro Señor (Mar. 26:41). %

RECURSOS Y ARMA, citados por San Pablo (Efesios 6: 14-17).

RESISTENCIA, aconsejada por Santiago y Pedro (Sant. 4: 7 y la. Ped. 5: 8-9).

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tejidos en sencillo sistema defensivo. Es una adaptación De la idea de proteger la casa de uno, contra merodea­dores. El campo de batalla está en el pensamiento del cristiano "porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él." Controle el pensamiento de la persona y con­trolará a la persona. Tal es la meta de Satanás. Así que no hay mejor manera de "Resistir al diablo" que defen­der la mente contra sugestiones satánicas. La instalación y funcionamiento del sistema defensiv(^, anti-satánico pro­duce grandes victorias para Cristo. Veámoslo nuevamente en forma gráfica:

 LUZ DESCUBRI­MIENTO  ALARMA    ARMA

((Penetración del entendi­miento en la operación satá­nica)

(Hable a Dios,

(Vele sobre sus                             luego a Satán

propias flaque­                  en el nombre de

zas)                                 Cristo)      Use la Pala­bra de Dios para refutar sugestión dia­bólica)

EN ACCION

Supongamos que acaba usted de recibir carta de una empresa, solicitando informes personales sobre alguien a quien usted empleó en otro tiempo. Le piden su opinión pues saben que usted lo conoce. Lo que ellos no saben es que el solicitante de empleo causó a usted muchos dolores de cabeza. La pluma está lista. Usted va a con­testar.

¿Alguna sugestión, don Satanás? Seguro que la tiene. ¿Cómo hará para filtrarla hasta le mente de usted ? Fí­jese como la mente vuelve a los dolores de cabeza que usted sufrió. Todos los sórdidos detalles almacenados en el subconsciente por tantos años, Satanás puede telegrafiarlos a la imaginación. Satanás cuenta con esas sensa­ciones almacenadas para motivar en usted un informe desfavorable al solicitante. Luego manda el disparo: "Siempre pensé que llegaría el día en que este tipo la­mentaría las que me hizo." ¿Alguien oyó a Satanás? Cla­ro que no, ¿verdad? Se oyó a usted mismo. ¿Se da cuenta del disfraz? Satanás que habló . . . como si fuera usted mismo.

El diablo pegó en el blanco pero usted se repuso a tiempo. Al momento que el Espíritu Santo da su "empujon cito," usted comprende que esta es una idea vengativa lo cual no puede ser cris­tiano. Que el espíritu vengativo perjudica al prójimo. ¡Magnífico! Su detector de mentiras funciona. Se oye el zumbador de alarma, lo que indica que el enemigo está en las inmediaciones. Y ahora, i Rápido! (preparación instantánea) . . . .

"Mi Señor Jesús, perdóname por dejar entrar la ven­ganza a mi corazón y ayúdame para resistir al maligno. . . ."

ENTONCES . . . "¡SATANÁS!"

La sorpresa lo estremece. ¿Pero cómo puede ser esto si Satanás oyó la oración que acababa usted de hacer a Cristo ? Seguro que la oyó pero, recuerde, a él no lo afec­tan nuestras oraciones. En cambio, ahora usted se ha dirigido directamente a él, llamándolo por su nombre. Se estremece porque es raro que alguien lo haga. Pero usted s^í lo hizo. Y ahora Satanás siente que lo invade una sensación horripilante:

"EN NOMBRE DEL SEÑOR JESÚS"

Se tapa los oídos. Ahí está otra vez el temible Nom­bre. Pero eso no es todo. En ese Nombre hay algo que apunta directo contra el maligno y lo hace temblar. To­das las huestes infernales se echan a temblar cuando el sagrado Nombre se usa contra el príncipe de las ti­nieblas.

Ya Satanás no tiene manera de pensar en las debili­dades de usted y en cómo manipularlas. Sólo puede pensar en la Cruz. Tiembla de sólo recordar el imponente poderío de CRISTO, su vencedor. En lugar de herir, las viejas heridas reviven en él al recordar la hora de su derrota. El Nombre no hace sino repetir la agonía de su propia ruina. Satanás siente algo horrendo. Es cuando usted aprovecha la oportunidad:

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"¡VETE! ¡FUERA!"

Satanás echa una doble ojeada. A un lado, usted. Pero ¿qué es lo que ve? El UNIFORME del Dios Todo­poderoso que "aplastó su cabeza" en el Calvario. No es un hombrecillo el que le ordena irse. Lo que tiene auto­ridad es ese UNIFORME del Nombre de Cristo. Tiene que obedecer automáticamente. Como el soldado ante el uniformé del general. Inspira respetuoso temor.

¿Acaso Satanás reacciona contra usted por darle la orden ? No. No puede. El uniforme que usted porta es oficial. Representa a Quien es mucho más poderoso que Satanás. Desquitarse con usted por correrlo, sería tanto como pelear con Cristo. Cristo ya lo derrotó definitiva­mente. Esa victoria es la que revive en la mente de Sata­nás cuando habla usted a Satanás y le recuerda:

"PORQUE ESCRITO ESTA.  Desenfunda el arma ofensiva y dispara:

"No os venguéis vosotros mismos . . . mía es la ven­ganza, yo pagaré, dice el Señor" (Rom. 12: 19).

i Hecho! Eso es todo.

¿ Qué tal se siente ? Primero, esa sensación de alivio. La idea satánica de usar vengativamente el informe confidencial, ha desaparecido. En su lugar está el deseo ferviente de agradar a Dios con lo que ha de escribir. La mente vuelve al Señor. La emoción de poder hacer su voluntad lo embarga todo. Cierto que el solicitante abusó de usted en el pasado. ¿Y eso qué? Delante de usted está la oportunidad de agradar a quien murió por usted en la cruz. Tan pronto como Satanás retrocede, usted busca rápidamente hacer la voluntad del Señor.

Mientras usted escribe la recomendación, el espíritu le salta de gozo. Fue un milagro. Luego a usted se le ocurre que, después de todo, fue divertido hacer huir a Satanás. Pero sobre todo, es una delicia hacer lo bueno a la vista del Señor. El Salvador está complacido y usted lo siente así. Ahora el Espíritu Santo tiene para usted una sugestión que embarga toda la mente:

"Bien, buen siervo y FiEL"

Eso, amado lector, es realmente delicioso. FORMULA MAGICA?

¿Por qué es tan efectiva nuestra fórmula de resisten­cia anti-satánica? ¿Son palabras mágicas que producen pánico en Satanás? Ciertamente no. Sin embargo, apa­rentemente aquí está un cristiano ordinario pronunciando palabras que hicieron huir al poderoso príncipe de los infiernos. Si el secreto no está en la fórmula, ¿entonces dónde está ?

La contestación desempolva una antigua doctrina. Por alguna razón, se ha hecho caso omiso de que la acción de nuestra parte produce acción de parte de Dios. Esta es una verdad que ya no se enseña. Tal vez la he expresado de manera un tanto rústica. Si así es, permí­tame formularla nuevamente como el

CONCEPTO DEL "VE TU PRIMERO."

Si usted ha sido activo en el testimonio cristiano sabe de qué se trata. Apenas habla usted unas palabras de Cristo y es como si apretara un botón eléctrico y toda la maquinaria celestial entrara en acción. Sin aparente esfuerzo de usted, el prospecto siente la convicción del pecado, la realidad de Cristo y se da cuenta de que lo necesita como Salvador. Qué es lo que hace que esto suceda ? ¿La elocuencia de usted? No, el poder del Espíritu Santo.

Pero usted tiene que hablar. El Señor espera que el cristiano abra la boca. Dios viene tras de él. Este es el concepto de PRIMERO VE TU. Siempre ha sido así. ¿No fue el Maestro quien dio la orden de "ID por todo el mundo . . . YO ESTARÉ CON VOSOTROS?" ¿Lo ve ? Primero vamos nosotros. Hablamos y entonces actúa. Abrimos la boca y el Espíritu Santo unge nuestras pala­bras. Ese es el verdadero poder: palabras consagradas.

El cristiano dirige unas cuantas palabras a Satanás en el Nombre del Señor Jesús y el Espíritu Santo entra en acción. El hace que la Palabra haga explosión en el co­razón de Satanás, tal como lo hace en el alma perdida. Pero fíjese: si no hay palabras, no hay poder. Sin acción

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del cristiano, tampoco hay acción del Espíritu Santo. Ya antes expliqué esto con el ejemplo del botón eléctrico que abre la puerta de mi garage. Aprieto y surge el poder. Si no aprieto no hay potencia. Así que toda esta fórmula no es sino simplemente un medio para ayudarnos a IR PRIMERO NOSOTROS. ¡E inmediatamente Dios efectúa la verdadera tarea delante de nuestros propios ojos!

PRINCIPIEMOS

0 Escoja una de las debilidades que tenga en su vida cristiana. Repase la lista que está en el Capítulo Seis para ayudarse a seleccionar alguna que se aproxime a usted. Decídase por una. Lo mejor es concentrarse en una sola. Todos tenemos varias debilidades pero estoy ansioso porque usted pesque a Satanás actuando, siquiera una vez. Eso será suficiente pues la victoria sabe muy bien y usted querrá repetir la experiencia. Tengo la segu­ridad de que, una vez que goce la emoción de esta lucha, usted aceptará la necesidad de tener su propio sistema defensivo.

DEBILIDAD: Supongamos que escoge usted algo así como dilación. Usted es maestra de escuela dominical y, por alguna razón, siempre parece tener algo qué hacer además de prepararse para su clase. Sospecha que el responsable sea Satanás. Le gusta enseñar pero hay cosas "más importantes" que parecen interferir con su hora de preparación.

Establezca vigilancia sobre esta debilidad. Si usted  tiene la tendencia natural a dejarlo todo para des­pués, Satanás debe saberlo perfectamente. El puede enga­ñar a usted con la idea de que "Hay tiempo suficiente." Si usted se la acepta, no le será difícil conseguir que usted aplace su preparación hasta el último minuto. Para en­tonces puede ser ya demasiado tarde. Ahora pésquelo. Instale el mecanismo detector

¿Listo para que usemos ese versículo de nuevo, Satanás?

a.   Tome la tarjeta donde se lee  SATANAS DICE: "DILACION."

DICE DIOS: "Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor. . ." (Col. 3: 23).

b.   Inserte la tarjeta en el tarjetero transparente, de modo que pueda ver esta parte. Póngala en el mueble de manera que sea lo primero que vea al despertar. Al levantarse llévelo consigo al lavabo para el ejercicio en el espejo. Estudie la cara que está allí reflejada; con eso recordará que Satanás trae un disfraz muy ingenioso ... ¡USTED! Su ataque vendrá en forma de una idea que parecerá ser enteramente de usted. Naturalmente, ape­lará de alguna manera a la carnalidad y al lado flaco de usted.

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"Sé que la sugestión satánica tratará de evitarme que prepare la lección del domingo. Pero voy a contestarle con la Palabra de Dios que me instruye a trabajar ardientemente,como para El. Jamás podré ser obrera diligente si todo lo dejo para después."

c.   Mientras contempla su YO en el espejo, mire a la tarjeta que tiene en la mano. Armese con el contra­ataque escritural a la sugestión satánica. Tenga el ver­sículo a flor de labio mientras se habla a usted mismo:

Mientras hace su trabajo casero tenga la tarjeta siempre a la vista. O, si sale a trabajar, póngala donde siempre le esté recordando su propósito. Cuando la re­grese al bolso, tómelo como una señal más a su mente. Mientras regresa a casa puede imaginarse preparando la lección y todos sus detalles. Al llegar a casa póngala en donde pueda verla mientras hace sus quehaceres. No es recordatorio de algo más por hacer sino uno que dice, "Vigila al enemigo". Todo lo que nos interesa por ahora es sorprenderlo en el momento preciso.