martes, 6 de septiembre de 2022

11- “…CUANDO HUYE SATANÁS” C.S.LOVETT

 “…CUANDO HUYE SATANÁS”

C.S.LOVETT

Covina, California.

1969

DEDICADO A SER NUESTRO ENEMIGO

La rabia que siente Satanás contra Cristo ha enconado su enemistad contra los cristianos. De manera inflexible está resuelto a destruir cada vida cristiana. Sabe cómo ama el Señor a los suyos. Los que somos padres sabemos lo que nos afecta aun el menor pesar de nuestros hijos. Así es el Señor. Satanás lo sabe y actúa sobre la base de que el dolor
del hijo hiere también al padre. Lo peor que puede
hacer un hijo de Dios es tratar de vivir para mismo y no para Cristo. No hay cosa más angustiosa para el corazón del Señor que contemplar a sus hijos viviendo para el diablo. El apóstol lo entendió cuando escribía:

"Voy completando en mi propio cuerpo lo que falta de los sufrimientos de Cristo por la iglesia, que es su cuerpo" (Col. 1:24 VP).

Sí; Cristo sigue sufriendo y luchando contra un Sa­tanás que vive sólo para atacarlo:

"Y pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu si­miente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el calcañar" (Gén. 3: 15).

·         Aunque el predominio satánico fue aplastado, el "cal­cañar" de Cristo sigue siendo herido. La ruina del diablo es segura pero, mientras tanto, sigue libre para probar todas sus artimañas. La peor de ellas no fue la cruz. El peor sufrimiento de Cristo es que nos hieran. Queda pues bien claro, estimado lector, que usted y yo somos blancos a los que dispara Satanás y que para alcanzarnos debe permanecer en las sombras. Si viniera abiertamente como enemigo del Señor, no conseguiría nada de nosotros. Si al cristiano se le da la oportunidad de escoger entre Cristo y Satanás, siempre se inclinará a favor de Cristo. La astucia satánica estriba en apelar al ego del cristiano. . . .

PUESTO A ESCOGER ENTRE CRISTO Y EL YO, EL CRISTIANO DESCUIDADO SE INCLINARA NA­TURALMENTE HACIA EL YO.

POR TANTO

Con mucho gusto, Satanás renuncia a recibir público homenaje si con ello consigue arruinar y anular la efec­tividad del cristiano. Sabe que quien ha nacido de nuevo tiene sólo una vida para crecer y desarrollarse a imagen de Cristo. Tampoco ignora que la ocupación que tendrá el cristiano en el cielo depende de la fidelidad con que viva en la tierra. Así que el enemigo se mueve de día y de noche para impedir el crecimiento espiritual del cristiano y dejarlo completamente inútil.

Un día, por fin, Satanás aparecerá personalmente ante la humanidad, pero ni entonces se presentará como quien es. Se sentará en el templo de Dios y posará como el Dios verdadero, sin descubrir su identidad (2a. Tes. 2: 4). No hay mayor Falsificador. Si se ofreciera a los creyentes como príncipe de los demonios y rey de los desobedientes, sería gran torpeza. Pero como busca a toda costa controlar al cristiano, no le queda otro remedio que esconderse tras el espíritu del YO.

El YO es la máscara perfecta del diablo. Tras su ingenioso disfraz, nos es difícil advertir que Satanás vive, es poderoso y siempre presente en el YO.

¿No es esto genial? ¿Pero podríamos esperar menos inteligencia de todo un dios, hecho por Cristo mismo, quien lo colmó de toda sabiduría ? ¿Deberíamos esperar que no actuara como el ser excepcional que es? Claro que esto encierra una profunda lección para nosotros. El

mero hecho de que Satanás pueda obrar libremente es prueba de que Dios lo está usando para Sus propios fines. El diablo es nuestro enemigo sólo porque Dios le permite y para nuestro provecho. Si Satanás no fuera útil para el propósito eterno de Dios, tenga usted la seguridad de que habría desaparecido del escenario hace muchas eras. Nuestro Dios está utilizándolo con sabiduría suprema. ¿Quién podría haber trazado un plan así para madurar a sus hijos ? Sólo Dios.

·         Ahora que vamos a ver en acción la máscara del yo, le repito que se prepare a sonrojarse un poquillo.

CRISTIANOS SATANIZADOS

¿Puede usted visualizar algo más espantoso que el cristiano lleno de espíritu satánico ? ¿Quién podría acep­tar que está inmiscuido en algo así, aun remotamente ? Pero el fuerte de Satanás está precisamente en que nadie sospecha que tal cosa pueda ser posible. ¿Por qué? Usted lo comprenderá cuando examinemos al cristiano satani­zado y hasta es muy posible que usted pueda reconocer de quién se trata.

El hombre satanizado

Se levanta temprano, listo para la primera taza de café. Le atrae más el olor del desayuno que un suspiro de oración pues el estómago reclama lo suyo y no hay que desairarlo. Come LO QUE QUIERE. ¿Para qué mezclar a Cristo en esto?

Ese día se viste COMO QUIERE. Las ropas nada tienen de cristianas. Pasa frente al espejo y estudia SU PROPIA cara; no faltan músculos que admirar. No está mal. Acaricia la tersura de SU piel a SU entera satisfacción y ni así piensa en agradecer ese rostro a Dios. Va a salir, pero antes dice adiós a SU esposa. ¿Orar juntos? No hay tiempo. Tiene que tomar SU auto para llegar puntualmente a SU trabajo. ¿Dónde es posible meter a Cristo en una rutina como esta, a no ser en unas palabritas de gracias al desayunar? Eso es algo que Satanás siempre está listo a conceder.

Sirve a SU patrón eficientemente pues, después de todo, de allí sale el dinero para sostener a SU familia. Pasan las horas. ¿Hablar con el Se­ñor? ¿Pero cómo? Eso sería deshones­to. Tiene que concentrar SU mente en SU trabajo pues para eso le pagan SU dinero. ¿Una escapadita a la cafe­tería para repartir porciones ? Muy difícil. ¿Qué dirá la gente de SU buen juicio? Bueno, ¿qué tal unos minutos devocionales mientras almuerza ? Tampoco. Necesita te­ner algo de recreación con SUS amigos. Ya veo. Fue imposible que diera testimonio cristiano en el trabajo. Otros pueden hacerlo pero "bien sabe Dios que en este trabajo tal cosa es imposible." No faltan "pases" a Cristo ocasionalmente pues sería el colmo que los cristianos no pensaran en El de vez en cuando. Ni Satanás puede ver algo de malo en eso.

Regresa a SU casa a engullir SU comida, sentado en SU silla, mientras lee SU periódico. Prende SU televisión y escoge SU programa favorito, lo cual lo hace sentirSE muy feliz. Cuando lo pide SU cuerpo, se arropa en SU cama. Tiempo de orar. Pero ya está muy cansado y tiene que levantarse muy temprano para ir a SU trabajo.

• ¿Cómo ve la rutinita? ¿Normal? No está demasiado mal si hasta allí llega su egocentrismo. Falta algo más. Observe.

Sale a la tienda. ¿Para servir a Cristo? No, no; para hacer SUS compras. ¿ Quiere decir que ni por un momento pensó "¿Qué puedo harer por Cristo en esta salida?" Me temo que sí. Cuando el cristiano satanizado va a la tienda es sólo para comprar COSAS. Nada más. Escoge lo que más apela a SU carne. Un cambio de palabras al pagar y vuelta a SU casa. ¿Qué relación hay entre ir a la tienda y Cristo? ¿Piensa usted que alguna vez se le ha ocurrido que si Cristo es el dueño absoluto de su vida eso abarca todo? No; es incapaz de razonar así. A Satanás

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no le conviene que, quienes han sido comprados con la sangre de Cristo, relacionen la tienda con el Señor.

Sigamos al satanizado por otros lugares

Fue a la peluquería a que le cortaran el pelo y sólo a eso. ¿Habla a otros de Cristo o hunde la cabeza en una revista mientras espera turno ? Eso es fácil de adi­vinar. Hace exactamente lo que Satanás sugiere. ¿Será que piensa dejar un folletico entre las páginas de la revista, para evangelizar ? En modo alguno. El cristiano satanizado lee sólo para divertirse y "matar el tiempo," mientras llega SU turno. El que un día tenga que dar cuenta de ese tiempo, no le preocupa pues Satanás tiene buen cuidado de desviar ideas como esas.

Luego va nuestro cristiano satani­zado a la botica. ¿Para testificar de Cristo ? No señor; necesita surtir la receta que le encargó SU esposa. Las boticas son para eso, no para hablar de Cristo. Y lleva SU coche a la ga­solinera. ¿Para poder testificar? No, para cargar gasolina. ¿Será que nunca piensa en Cristo? Por ahora no, sólo en SU automóvil. El coche absorbe toda Su atención. ¿Pero cuándo absorbe Cristo SU atención? Bueno, todo mundo sabe que para eso son los domingos. Entre semana, lo más importante es SU automóvil. Pero podría dejar algunos trataditos en el baño de la gasolinera. "Olvídalo, dice Satanás, tienes mucho quehacer."

Uno de los quehaceres es ir al correo. Magnífico lugar para dejar un folleto. ¿Piensa en Cristo al ir al correo? No, más bien en SU correspondencia y en que quiere leer SUS cartas. Lo mismo si va al banco. La idea es depositar o sacar SU dinero. Ah, veo que tiene tiempo para ojear una revista en el estanquillo. ¿Insertará por fin una hojita evangelística ? Lástima. No se le ocu­rrió. Lee para complacer SU gusto y tampoco se le ha ocurrido que Cristo también se vio obligado a ver esos grabados. o a la papelería? Nuevamente, hizo Sus compras a SU gusto. Es SU dinero y lo gasta como quiere. Lo mismo se aplica a SUS vacaciones invertidas para SU placer y para escapar de CRISTO por un tiempo. Es tiempo para DARSE GUSTO. Después de todo, tiene derecho a des­cansar de SU rutina. ¡ Vacaciones para Cristo ! ¿A quién se le ocurre algo así? Satanás dice ¡ Vacaciones de Cristo ! Se trata de gozar siquiera un poco la vida. Uno tiene derecho a descansar un poco de tanta iglesia y escuela dominical.

El satanizado también tiene derecho a practicar su pasatiempo favorito. Hasta en "el cuarto de triques" hace SU voluntad. Como que necesita algo que pueda en reali­dad llamar SUYO. ¿Más? Cualquiera diría que se trata de una broma. ¿Para quién más ha estado viviendo todo este tiempo ? No para Cristo, desde luego.

Supongo que usted no ha reconocido a la persona de quien estoy hablando. Nunca, con toda seguridad, conoció algún nacido de nuevo que dedique tanto de su rutina a vivir la vida del YO. Es posible que nunca le haya tocado tratar cristianos que van a la tienda sólo a com­prar COSAS y desperdicien días, semanas y años en vida tan egoísta. Le aseguro que los hay y que usted los trata pues los cristianos satanizados asisten a la iglesia.

En eso está precisamente la trampa y el engaño. Se ven como personas dedicadas a Cristo porque nunca fal­tan a la Escuela dominical y dejan caer el diezmo en el platillo de ofren­das. No digamos si asisten regular­mente a los cultos de oración. Son del círculo íntimo. Sí, además, enseñan en la Escuela Dominical, ¿qué más puede pedírseles? Y si se trata del pastor, no hay quién vaya más allá en entrega a Cristo, ¿verdad? Mas el cristiano satanizado siempre está envuelto en actividades eclesiásticas que le sirven de normas para medir su devoción a Cristo.

La mujer satanizada

Las damas cristianas son diferentes, ¿verdad? Espie­mos una ama de casa satanizada y veremos.

¿Qué hay de su ida al almacén, a la refaccionaría

.-AAllí está ahora mismo limpiando SU casa. ¿Habla con Cristo mientras desempolva? ¿Lo que tiene colgado en el lavadero es una lista de oraciones? ¿Pide por otros mientras lava platos ? A duras penas. "¡ Tan, tan!" y corre a la puerta. ¿ Ansiosa de recibir a quien mande el Señor? Satanás le sugiere otra pregunta: "¿Quién será?" Y riada más. A Jesús, ni en mientes.

Llegó el cartero. ¿Es tal su consagración que en cada carta busca la mano del Señor? NO000. "Cobros, cobros, cobros; nunca salimos de lo mismo." Pero quiere hermo­searse un poco y al salón de belleza. ¿Más bella a la vista de Cristo ? Bueno, allá usted. El propósito es her­mosearse primero para ella y luego para las demás mujeres.

En cuanto a los niños, hay que mandarlos a la escuela. Necesitan educarse para "triunfar en la vida." ¿En esta vida? ¿Qué hay del triunfo en la vida cristiana? "Oh, para eso los mando a la escuela dominical." Correcto.

Tal vez glorifica a Dios en SU jardín. ¿Es de El, verdad? El es quien da vida a las flores. Mas no. Eso es aparte. Se trata de una satisfacción muy DE ELLA, en el jardín que es DE ELLA. También ella necesita tener algo que pueda ver como PROPIO. ¿Será que mantiene su casa para la gloria de Cristo? No, sino para no ser menos que los vecinos. "No puedo permitir que piensen que somos gente mugrosa." Mientras lava vidrieras, sin duda se goza pensando: "me encanta esto porque me recuerda que Cristo limpió mi corazón." ¡Lucifer no le quiera! Lo que ella en realidad está susurrando es: "Tres más y se acabó este lío. ¡Qué lata! ¡Uf!"

• Oigame, señor autor. ¿Está usted insinuando que to­dos estos buenos cristianos viven egoístamente, influen­ciados por Satanás? Exactamente, querido lector. Re­cuerde la máscara: ego, YO. Dígame, ¿para quién están viviendo si comen lo que quieren, van a donde quieren, hacen lo que quieren, dicen lo que quieren,, gastar-como quieren tiempo y dinero y derrochan en boberías todos sus talentos? No me diga que estos finos hermanos acatan el llamamiento de Dios a sus vidas y que saben que, lo que son y tienen, todo lo deben a Cristo....

¿ Cuántas veces irá ese hermano a la gasolinera en toda su vida? Miles. ¿Dónde encaja Cristo en ellas? Piense en todas las conversaciones que podrá tener mien­tras viva. ¿No debiera incluir una que otra palabra de Cristo en ellas ? Imagínese todos los restoranes que visi­tará, la cantidad de veces que irá al banco, al correo y a las tiendas. ¿Debe excluir a Cristo de todo ello? Y qué del tiempo invertido en ir y venir del trabajo, en arreglar la casa, el auto y el jardín. En ver TV, leer periódicos, visitar amigos y pasear. ¡Caramba! Si en la rutina diaria no tiene lugar para Cristo, ¿entonces qué le deja?

Unas cuantas horas de iglesia. Des‑pués de todo, arguye Satanás, ¿no es
cierto que el cristianismo consiste en que los cristianos canten himnos y lean la Biblia ? Y así es como el cristiano, cuya vida ni siquiera le pertenece, es engañado a pensar que lleva una vida consagrada. Toda una vida pero con suficientes interludios piadosos

para hacerle creer que vive en Cristo. Muy lamentable. ¡ Y qué gran testimonio al poder de Satanás!

EL DISFRAZ NO PUEDE SER MAS EFECTIVO

Para frustrar los planes de Dios, todo lo que Satanás necesita es engañar al cristiano a vivir sólo para sí mismo. No es necesario siquiera invocar al diablo ni hacer algo que implique que se le está sirviendo. Sólo el YO. Dios es herido profundamente cuando uno de sus hijos se aparta así del crecimiento espiritual. Satanás se sale con la suya cuando consigue que los cristianos se aparten de la Biblia, de la oración, de cultivar el crecimiento cristiano invirtiendo tiempo, dinero y talentos en el Señor. El mayor placer de Satanás es ver cristianos que viven para sí. Para él eso es la gran vida pues ha conseguido golpear a Dios donde más le duele. Para el cristiano eso equivale a vivir para Satanás.

Sugestiones rastreras

Cuando una idea llega a la mente, ¿tiene usted alguna manera de saber si es idea propia o ajena? Lo natural es pensar que es idea propia hasta que uno conoce el acceso que tiene Satanás a nuestras mentes y su manera de plantar allí sus sugestiones. ¿Cómo podría uno creer seriamente que los pensamientos en nuestra mente son producidos por alguien extraño? Es algo increíble hasta que uno toma en serio la Palabra de Dios.

·         Vamos a suponer que usted se enlista en la comisión de visitación de su iglesia. Esta noche le toca salir a visitar, pero piensa : "Hoy estoy muy cansado. Creo que mejor me quedo y ya iré la próxima semana." Parece que la idea sale de usted, pero no es así. Es una sugestión de quien sólo vive para inutilizar vidas. Otro caso. Está usted conversando y sólo quiere hablar de usted. Bastaría con que contara los "yo", "me" y "mi" que emplea o implica ("Pienso que," "yo siempre," "yo en tu lugar," "si me preguntaras," "por ejemplo yo," "en mi caso," etc.). Observe su enfoque mental mientras otros hablan. ¿Está usted atendiendo o más bien pensando en usted y en lo que irá usted a decir? Note cómo le aumenta la presión emotiva cuando se menciona a alguien que no está de acuerdo con usted o que ha herido su amor propio. Vigile las palabras que tiene en la punta de la lengua. ¿ Observó cómo reacciona usted cuando alguien le con­tradice ?

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