sábado, 4 de marzo de 2023

LIBRO DE ADAN Y EVA Capítulo VIII

EL PRIMER LIBRO DE ADAN Y EVA

El primer libro de

’Âthâ´m (Adán) y Xauwâ´h (Eva)
אָדָם וְחַוָּה ב

Capítulo VIII
La naturaleza brillante del hombre es quitada.
1 Entonces Adán lloró y dijo: "Oh Dios, cuando vivíamos en el jardín, nuestros corazones se alegraban porque veíamos a los ángeles cantando alabanzas en el cielo, pero ahora no podemos ver como antes y cuando entramos en esa cueva toda la creación se nos fue oculta y no la podemos apreciar. "
2 Entonces el Señor Dios dijo a Adán, "Cuando estaban sometidos a mí, ustedes tenían una naturaleza brillante por dentro, por esta razón podían ver las cosas celestiales. Pero después de su transgresión, su naturaleza brillante les fue quitada y ya no pueden ver las cosas celestiales, solo lo que es de la tierra y que está al alcance de sus manos, la capacidad de la carne, que es brutal.
3 Cuando Adán y Eva escucharon estas palabras de Dios, referente a su camino, lo alabaron y adoraron con un corazón triste.
4 Y Dios se apartó de ellos.

Capítulo IX
El agua de El Árbol de la Vida. Adán y Eva, cerca de ahogamiento.
1 Entonces Adán y Eva salieron de la cueva de los tesoros, y se dirigieron cerca de la puerta del jardín, y allí se echaron a llorar pues solo habían llegado a las afueras, mas no pudieron entrar.
2 Adán y Eva fueron a la puerta sur del jardín, y encontraron allí el agua que regaba el jardín, desde la raíz del árbol de la vida, y que se divide de allí en cuatro ríos de la tierra.
3 Se dirigieron cerca del agua, aguardando, y vieron que era el agua que daba vida a la raíz del árbol de la vida en el jardín.
4 Y lloraba Adán amargamente, y golpeó su pecho, por haber sido echado del jardín, y dijo a Eva:
5 ¿Por qué has traído sobre mí, sobre ti y principalmente sobre nuestros descendientes, estas plagas y castigos?
6 Y Eva le dijo: ¿Qué es lo que has visto que te ha causado tal tristeza y te ha hecho hablarme de esta manera?
7 Respondiéndole Adán, le dijo, ¿no ves esta agua que estuvo con nosotros en el jardín y que regaba los árboles del jardín, y se divide en ramas?
8 Y nosotros, cuando estábamos en el jardín, no nos preocupábamos por él, pero desde que vinimos a esta tierra extraña, todo ha sido difícil y hasta lo necesitamos para nuestro cuerpo.
9 Pero cuando Eva escuchó estas palabras, lloró, y era tanto el dolor de su llanto, que cayeron en el agua, y quedándose tendidos en el agua, empezaron a ahogarse, pues así estaba estipulado que la vida de los seres debía terminar de alguna manera.
Capítulo X
Su cuerpo necesita agua después de salir del jardín.
1 Entonces Dios, que es clemente y misericordioso, extiende su mano en el agua, y viendo que estaban cerca de la muerte, envía a su ángel, el cual los sacó del agua y los llevó a la orilla y estaban como muertos.
2 Entonces el ángel subió a Dios y dijo: "Oh Dios, tus criaturas han dado su último respiro
3 Entonces Dios envió a Su Palabra a Adán y Eva, y los levantó de la muerte.
4 Y dijo Adán, después de haberse levantado, "Oh Dios, mientras nosotros estábamos en el jardín, no necesitábamos del agua, pero desde que vinimos a esta tierra no podemos vivir sin ella."
5 Entonces Dios dijo a Adán, "Mientras ustedes estaban en obediencia a mí y eran como un ángel brillante, no sabían de esta agua.
6 Pero ahora que han transgredido mi mandamiento, no pueden hacer nada sin el agua, pues la necesitan para lavar su cuerpo y hacerlo crecer, por ahora es igual que la de las bestias, y es por falta de agua. "
7 Cuando Adán y Eva escucharon estas palabras de Dios, exclamaron con un grito amargo, y Adán suplicó a Dios que les permitiera regresar al jardín, y les dé una segunda oportunidad.
8 Dios le dijo a Adán, "te he hecho una promesa, cuando esa promesa se haya cumplido, yo te  llevaré de nuevo al jardín, a ti y a tus descendientes justos".
9 Y Dios dejó de hablar con Adán.
Capítulo XI
Un recuerdo de los gloriosos días en el Jardín.
2 Y dijo Adán a Eva: "No vamos a beber de esta agua, aunque tengamos que morir. Oh! Eva, cuando esta agua entra en nuestro interior, nos aumenta nuestras penas y la de nuestros descendientes."
3 Tanto Adán como Eva se alejaron del agua y sin probar de ella entraron en la cueva de los Tesoros.
4 Ya adentro, Adán no podía ver a Eva, ni Eva podía ver a Adán, por la profunda oscuridad que allí había, solamente escuchaban los ruidos que hacían.
5 Entonces gritó Adán, en una profunda aflicción, y se golpeó el pecho, y levantándose dijo a Eva, "¿Dónde estás?"
6 Y ella le dijo: "estoy de pie en esta oscuridad".
7 A continuación, le dijo, "Recuerdo la naturaleza brillante que teníamos cuando vivíamos en el jardín”
8 ¡Oh Eva! Recuerdo que la gloria descansaba sobre nosotros en el jardín. ¡Oh Eva! Recuerdo que los árboles nos tapaban en el jardín mientras nos mudamos entre ellos.
9 ¡Oh Eva! Recuerdo que mientras estábamos en el jardín, no conocíamos ni el día ni la noche. Pienso en el Árbol de la Vida, debajo del cual fluía el agua, y que arrojaba sobre nosotros mas luz. Recuerdo, ¡Oh Eva!, la tierra del jardín, y el brillo del mismo.
10 En el jardín no había oscuridad, mientras vivíamos en el.
11 Pero ahora que hemos entrado a esta Cueva de los Tesoros, la oscuridad nos rodea por todas partes y no podemos vernos el uno al otro y todo el placer de esta vida ha llegado a su fin.
Capítulo XII
¿Cómo llegó la oscuridad entre Adán y Eva?
1 Entonces Adán se golpeó el pecho, El y Eva, lloraron toda la noche hasta que rompió el amanecer y suspiraron a lo largo de toda la noche.
2 Y Adán golpeándose a sí mismo, se tiró sobre el terreno en la cueva, lleno de amargo dolor, y debido a la oscuridad, y se mantuvo allí como muerto.
3 Y Eva escuchó el ruido que hizo Adán al caer sobre el terreno. Y tanteando, lo toca y lo siente frío como si fuera un cadáver.
4 Entonces con miedo se quedó sin palabras, y se mantuvo cerca de él.
5 Pero el Señor que es misericordioso aguardaba a Adán y Eva en el silencio de la oscuridad.
6 Y la Palabra de Dios vino a Adán y le levantó de su estado, y abrió la boca de Eva para que
hablara.
7 Adán se puso de pie en la cueva y dijo: "Oh Dios, ¿por qué se ha ido la luz de nosotros y ha llegado la oscuridad? ¿Por qué nos dejas en esta larga oscuridad? ¿Por qué dura esta peste?
8 Y esta oscuridad, oh Señor, ¿dónde estaba antes? no podíamos vernos entre sí.
9 En todo el tiempo que estuvimos en el jardín no la vimos, ni siquiera sabíamos que existía, Eva no me era oculta, ni yo a ella y no había oscuridad que nos separara.
10 Tanto ella, como yo, estábamos ambos en una luz brillante. La veía y me veía. Sin embargo, ahora, dentro de esta cueva, la oscuridad nos ha cubierto, y nos separa el uno del otro, y no
podemos vernos.
11 Oh Señor, ¿entonces es una plaga esta oscuridad? "
Capítulo XIII
La caída de Adán. ¿Por qué el día y la noche fueron creados?
1 Entonces cuando Dios, que es misericordioso y lleno de piedad, escuchó la voz de Adán, le dijo:
2 ¡Oh Adán, siempre, cuando el ángel bueno me era obediente, una luz brillante recaía sobre él y sobre sus anfitriones.
3 Pero cuando transgredió Mi mandamiento, yo le privé de ese carácter brillante, y se convirtió en oscuridad.

4 Y cuando él estaba en los cielos, en los reinos de la luz, él no sabía nada de oscuridad.
5 Pero él transgredió, y le hice caer del cielo a la tierra, y esta oscuridad es la que venía con él.
6 Y Tú, oh Adán, mientras estabas en mi jardín y eras obediente a mí, la luz brillante de descanso era sobre ti también.
7 Pero cuando me enteré de tu transgresión, te privé de esta luz brillante. Sin embargo, por Mi misericordia, Yo no te convertiré en oscuridad, pero te he hecho un cuerpo de carne, y te di una piel que pueda soportar el frío y el calor.
8 Si yo hubiera dejado que toda mi ira caiga sobre ti y sobre Eva, entonces los hubiera destruido  convirtiéndolos en oscuridad y hubiera sido como si los hubiese matado.
9 Pero en mi misericordia, te he hecho así como eres ahora y aún cuando transgrediste mi mandamiento, te saqué del paraíso, te mandé a esta tierra y te ordené que entraras en esta cueva, la que se llama la Cueva de los Tesoros, con la oscuridad a la que te refieres.
10 Esta oscuridad, ¡Oh Adán!, es la noche y que no te engañe, no dura para siempre, solo doce  horas y cuando haya terminado, volverá el día.
11 No te aflijas y no te turbes y no digas en tu corazón que esta oscuridad es larga y que te envié una peste.
12 Fortalece tu corazón, y que no tenga miedo. Esta oscuridad no es un castigo. Pero, oh Adán,
he hecho el día, y hemos puesto el sol en ella para dar luz, con el fin de que tu y tus hijos puedan hacer su trabajo.
13 Porque yo sabía que habría pecado y transgresión y que saldrías a esta tierra. Sin embargo hablemos sobre tu caída y tu salida del jardín y tu entrada a esta tierra.
14 Te hice de la luz y he querido poner esto de manifiesto a los hijos de la luz y a ti así como eres.
15 Pero un día no se guardó mi mandamiento, después que había terminado la creación y vi que
todo era bueno y lo bendije.

16 Entonces, en relación con el árbol, yo te mandé que no comieras de él; sin embargo Satanás que es engañador por sí mismo, te engañó a ti también.
17 Yo te dí a conocer la existencia de este árbol, no para que te acerques a él, y te dije que no comieras de su fruto, ni que gustes de el, ni aún que lo veas atractivo ni codiciable.
18 Pero si yo no te hubiera dicho sobre este árbol, ni te hubiera puesto un mandamiento sobre él y hubieras comido del fruto, hubieras pecado, esto sería un delito mío por no haberte dado una orden y toda la culpa sería solamente mía.
19 Pero yo te mandé, y te advertí y caíste. Así mis criaturas no me pueden culpar y la culpa cae solo sobre ellos.
20 Y, oh Adán, he hecho el día para que tú y tu descendencia pueda trabajar. Y he hecho la noche para que descansen de sus trabajos, y para que las bestias del campo puedan ir por la noche a buscar sus alimentos.
21 La oscuridad de la noche seguirá un poco mas, oh Adán, la luz del día pronto aparecerá.
Capítulo XIV
La primera profecía de la venida de Cristo.
1 A continuación, Adán dijo a Dios: "Oh Señor, tome usted mi alma, y quisiera no ver este pesimismo más, o me retírame a algún lugar donde no haya oscuridad".
2 Pero el Señor Dios dijo a Adán, "De hecho yo te digo que esta oscuridad pasará sobre ti, todos los días que he determinado sobre ti, hasta el cumplimiento de mi pacto, cuando te traiga de vuelta a este lugar, y tendrás una casa de luz que durará por siempre, y en ella no habrá oscuridad, yo te llevaré al reino de los cielos.”
3 Una vez más dijo Dios a Adán, "Toda esta miseria que ha caído sobre ti a causa de tu transgresión, no te libra de la mano de Satanás ni te puede salvar”.
4 Pero yo lo haré, yo te salvaré, cuando baje del cielo y me convierta en carne como la de tus descendientes y sufriré de lo mismo que tu sufres, y entonces esta oscuridad que ahora sientes en esta cueva yo la llevaré a la tumba, cuando venga entre tus descendientes.
5 Y yo, que estoy sin años, estaré sujeto a la cuenta de los años, de los tiempos, de los meses y
de los días y voy a ser contado como un hijo más de los hombres, con el fin de salvar.
6 Y Dios dejó de hablar con Adán.
* Referencia: Juan 12:46

 

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