Sábado, 22 de octubre de 2016
¿FUE ANGEL O PERRO?-ÁNGELES ENTRE NOSOTROS Por NEVA JOYCE COIL
ÁNGELES ENTRE
NOSOTROS
Por NEVA JOYCE COIL
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Dirigí mi auto hada
la entrada, Apagué el motor y abrí la puerta
del auto, enfrentándome al viento helado y
a la lluvia. Mientras me dirigía
a toda prisa hacia la
casa. Miré hacia la casa del perro, dándome cuenta
que Skipper no había ladrado cuando entraba
con mi auto. Miré de nuevo. iSkipper no
estaba allí ! Mi corazón se desplomaba mientras me aercaba para ver mejor. No solamente se había
escapado, sino que estaba arrastrando su cadena
con él. ¿Por qué de todos los días. ocurre hoy, gruñí
para mis adentros, el día más frio del año? Si su cadena so enreda en
un arbusto y no se puede zafar , morirá congelado
en el lugar, antes que llegue la mañana.
Skipper
era nuestro perro que había
quedado ciego desde pequeño como resultado de un atomizador
con substancia química que le tiraron mientras
perseguía una bicicleta. A pesar
de su ceguera. él era un compañero
maravilloso, un animal muy hermoso e inteligente, y un excelente
perro guardián. El cuidaba nuestro hogar con pasión
: siempre parecía conocer cuando las pisadas no eran de
la familia o amigos. Y siempre podíamos reconocer cuando
su ladrido era un saludo amigo o un aviso inminente de que se acercaba un extraño. Yo no podía dejar un amigo tan maravilloso afuera en un día
como este.
Nosotros
vivimos cerca de Toronto, en el este de
Obio, en cuatro acres de un hermoso bosque.
Mi esposo y yo amamos el lugar, donde
con cada cambio de la
estación del año. Dios practica todas sus habilidades artísticas en los
bosques que nos rodean. Pero el invierno puede
ser muy crudo.
Entré
en la casa y comencé la tarea de buscar una ropa más caliente. Luego
llamé por teléfono a mi hija Linda, que vivía en el pueblo, para dejarle
saber que iba a salir al
bosque. Linda insistió
en venir conmigo. Mientras esperaba por su
llegada, le escribí una nota a mi esposo
diciéndole lo que había sucedido y
en qué dirección planeábamos ir. Siempre
que vamos al bosque, tenemos por costumbre hacérselo
saber a alguien antes de marchamos.
Vestidas
con ropas abrigadas, Linda y yo nos dirigimos en medio de la lluvia helada
hacia el bosque que estaba directamente detrás de la casa. Ahora podíamos escuchar
a Skipper ladrando, el sonido hacía eco a través del bosque. Parecía estar
cerca. Pero sabíamos muy bien que esos sonidos procedían de las colinas , y
aunque ellos pueden muy bien venir del sur, usted puede escuchar cl eco viniendo
del norte. No, no podíamos depender de los sonidos para guiamos. En la tierra que aún no estaba
helada, buscamos pistas. Encontramos huellas de venado y
muchos otros animales, pero ninguna lo suficientemente grande para
compararse con las huellas de las patas de nuestro enorme perro. Nada
que nos señalara que Skipper había ni siquiera estado allí. Nos quedamos
en el bosque hasta que nuestros abrigos se cubrieron de hielo.
Luego con trabajo caminamos por la colina y volvimos a la casa para calentarnos y cambiamos
la ropa por otra seca para el próximo viaje.,
En esta
ocasión, tomamos el lado este del bosque. Nada. La tercera vez, tomamos
el lado oeste. Cada vez, oramos en voz alta y en
silencio, "Señor, por favor, ayúdanos a
encontrarlo". A medida que el frío penetraba
nuestros huesos, nos desanimábamos pero ambas
sabíamos que el darnos por vencidas significaba que para el otro día ya Skipper habría muerto por congelación. Así que
continuamos caminando. El sonido de.
sus ladridos nos animó para tratar una vez más. La obscuridad se acercaba y la lluvia se estaba convirtiendo en nevada,
cuando decidimos volver a salir.
Podíamos
escuchar aún a Skipper ladrando. El estaba comenzando a ponerse
ronco, y nosotros orábamos con desesperación: "Dios, por favor ayúdanos a encontrarlo antes que obscurezca".
Nos detuvimos
al borde del bosque para determinar qué camino tomar. De momento nos encontramos con un perro blanco, bien grande, el cual nunca había visto antes. Era un animal
hermoso, muy parecido a un perro pastor alemán, pero de un color blanco
puro.
El perro vino hacia nosotros, luego se detuvo y se quedó allí moviendo
su cola. Nosotros nos
quedamos mirándolo y tratando de decidir
qué hacer. Mientras lo mirábamos, él corrió un tramo corto hacia el bosque, luego regresó al mismo lugar
frente a nosotros. Por segunda vez
él corrió hacia el bosque y regresó. Después de la tercera vez, Linda dijo:
"El está actuando como Lassie lo hace en los programas de la televisión, cuando ella quiere que alguien la
siga".
Así que con
mucha cautela, nosotros lo seguimos mientras él iba corriendo
delante de nosotros, y luego regresaba para estar
seguro de que nosotros lo
seguíamos. Poco a poco el ladrido de Skipper comenzó a escucharse
más y más cerca, hasta que al rodear un grupo de arbustos, lo encontramos
delante de nosotros.
.
Todo su piel de pelo largo estaba cubierta de
hielo y
su cadena estaba enredada en un grupo de arbustos y alrededor
de una torre eléctrica. Mientras corríamos hacia Skipper el
gran perro blanco retrocedió, como diciendo: "No se preocupen que no les voy a
molestar". Tratamos de mantener la mirada sobre él, mientras
trabajábamos fervientemente por zafar la cadena de Skipper pero luego nos
olvidamos completamente de él.
Cuando finalmente pudimos soltar a Skipper, buscamos
alrededor por el gran perro blanco; pero no lo encontramos
en ningún lugar.
El se esfumó de nuestras vidas tan
misteriosamente como había entrado en ellas.
Skipper
vivió otros cinco años. Una mañana a finales del otoño, después
que las hojas de hermoso colorido se habían
vuelto obscuras y se habían caído de los árboles, miré por la ventana
hacia afuera y Skipper se había ido de nuevo. La cadena estaba
allí, en la casa del perro y su collar estaba tendido en
la tierra, como si lo hubiesen zafado. Una
vez más Linda y yo buscamos por el bosque alrededor de la casa, caminando
sobre las hojas que eran casi del mismo color que su hermoso abrigo de
piel cubierto de pelo largo.
En
mi Corazón sabia que en esto ocasión no lo encontraríamos . No había había ningún
sonido de su ladrido en la distancia, sólo el eco de nuestras voces que regresaban hacia nosotros mientras lo llamábamos. Limpiándonos las
lágrimas, hablamos del día en que ese perro
blanco había venido y nos había guiado hacia Skipper.
Aun a menudo nos
preguntamos: " ¿era un perro, o un ángel que hizo que nuestros ojos le
vieran como perro, porque no hubiéramos seguido a un extraño
dentro de un bosque Nunca sabremos la respuesta a esa pregunta. Todo lo que sabemos es que nunca antes habíamos
visto ese perro blanco, y nunca la hemos vuelto a ver, pero él vino como una respuesta a nuestras oraciones
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