LOS PRIMEROS DIAS DEL CRISTIANISMO
THE EARLY DAYS
OF
CHRISTIANITY.
BY
FREDERIC W. FARRAR, D.D., F.R.S. ;
LATE FELLOW OF TRINITT COLLECT, CAHRRIDOE j
ARCHDEACON AMD CANON OF WESTMINSTER; AND CHAPLAIN IN ORDINARY
TO THE QUEEN.
LONDRES
1884
i-vi
PREFACIO.
En este volumen termino el trabajo que me ha absorbido tanto tiempo libre como pude ahorrar de muchas y onerosas obligaciones durante los últimos doce años.
Mi objetivo ha sido proporcionar a los lectores ingleses un compañero, en parte histórico y en parte expositivo, de todo el Nuevo Testamento.
Al prestar atención a los detalles más minuciosos del original, al aprovechar al máximo mis posibilidades los resultados de la crítica moderna, al tratar de concentrarme en los escritos de los Apóstoles y Evangelistas con la luz que pueda derivarse de fuentes judías, paganas o cristianas, me he esforzado por cumplir mi voto de ordenación y mostrar diligencia en los estudios que ayuden al conocimiento de las Sagradas Escrituras. La "Vida de Cristo" fue pensada principalmente como un comentario sobre los Evangelios. Fue escrito de tal manera que reprodujera todo lo que había podido aprender del examen minucioso de cada palabra que contienen, y al mismo tiempo expusiera la realidad viviente de las escenas registradas. En la "Vida de San Pablo" quise incorporar los detalles de los Hechos de los Apóstoles con los incidentes biográficos que se pueden derivar de las Epístolas de San Pablo; y llevar al lector a través de las Epístolas mismas de una manera que le permitiera, con mayor interés, juzgar su propósito y peculiaridades por separado al captar las circunstancias en las que cada una de ellas fue escrita. Los presentes volúmenes son un intento de exponer, en sus características distintivas, la obra y los escritos de San Pedro, Santiago, San Judas, San Juan y el autor de la Epístola a los Hebreos.
Si mi esfuerzo ha tenido algún grado de éxito, el lector debería llevarse de estas páginas una concepción de las variedades de pensamiento religioso que prevalecieron en las escuelas de Jerusalén y de Alejandría, y también de aquellas fases de la teología que están representadas por los escritos de los dos más grandes de los doce Apóstoles.
Para llevar a cabo este plan, he repasado, casi versículo por versículo, las siete epístolas católicas, la epístola a los Hebreos y el Apocalipsis de San Juan, explicando sus dificultades especiales y desarrollando sus características generales. Entre muchos cristianos hay una singular ignorancia de los libros de la Escritura en su conjunto.
A pesar de un amplio conocimiento de textos particulares, hay una extraña falta de familiaridad con las implicaciones de cada Evangelio y epístola por separado. He tenido la esperanza de que al considerar cada libro en conexión con todo lo que podemos aprender de su autor y de las circunstancias en las que fue escrito, tal vez podría contribuir al estudio inteligente de la Sagrada Escritura. Puede haber algo de verdad en el antiguo lema, Bonus textnarius bonus Theologus ; (=Un buen escriba, un buen teólogo ) Pero aquel cuyo conocimiento se limita a los "textos", y que nunca los ha estudiado, primero en su contexto, luego como fragmentos de libros enteros y, por último, en su relación con la totalidad de las Escrituras, corre el riesgo de convertir la teología en un sistema erróneo y artificial.
Así es como se ha malinterpretado la Biblia al sustituir palabras por cosas; al hacer de la letra muerta un instrumento con el cual asesinar al espíritu vivo; y al leer en las Escrituras una multitud de significados que nunca se pretendió que expresaran.
Las palabras, como el camaleón, cambian de color con el entorno. La misma palabra puede, en épocas diferentes, implicar connotaciones casi opuestas. Las nociones vagas y diferentes asociadas al mismo término han sido las fuentes más fructíferas de amargura teológica y de la oposición interna de sectas en pugna.
El abuso de las frases sagradas ha sido causa, siglo tras siglo, de increíble miseria y maldad. Los textos( de la Biblia) han sido pervertidos para afilar la espada del tirano y fortalecer la vara del opresor, para encender la hoguera del inquisidor y remachar las cadenas del esclavo.
Los terribles daños que se han infligido a la humanidad en su nombre se han debido exclusivamente a su aislamiento y tergiversación ( manipulación)
El remedio para estos males mortales se habría encontrado en el debido estudio y comprensión de la Escritura en su conjunto.
La Biblia no se encuentra toda en un nivel muerto de homogeneidad y uniformidad. Es una revelación progresiva.
Su sabiduría polifacética se dio a conocer "fragmentariamente y de múltiples formas", en muchas partes y de muchas maneras. En el esfuerzo por dar una concepción más clara de los libros aquí considerados, he seguido métodos tan diferentes como cada pasaje en particular parecía requerir.
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