EL SALMO DEL PASTOR Y SUS OVEJAS*MEYER*13-16

THE SHEPHERD PSALM

By  B. MEYER, B. A.

AUTHOR OF "THE PRESENT TENSES OF THE BLESSEDLIFE," -'CHRISTIAN LIVING," ETC.

ILLUSTRATED BY

MARY A. LATHBURY

1895

13-16

Otros han hablado de él como de juglar. Ante mí hay una página que lo describe en términos como estos: que es un juglar peregrino encargado por Dios de viajar hacia arriba y hacia abajo a través del mundo, cantando tan dulce a un extraño que nadie que lo escuche puede recordar nada del dolor que ha  desgarrando el corazón! Esto también es cierto. Este salmo habla en un lenguaje que el corazón universal del hombre puede comprender. Ejerce un bálsamo  que puede curar  los dolores en un reto a la  Filosofía y mito.

Este salmo "Ha remitido a su calabozo, los pensamientos más criminales, más dudas negras, Más penas ladronas, que las arenas  que hay a la orilla del mar, ha consolado la noble hueste de los pobres. Ha  infundido valor a todo una muchedumbre de decepcionados.

Ha derramado bálsamo y consuelo en el corazón del enfermo ha visitado al prisionero y quebrantado  sus cadenas y, como el ángel de Pedro, lo ha guiado en su mente y cantando con sus versos lo ha regresado  nuevamente a su casa.

Ha hecho más libre al esclavo cristiazno moribundo que a su amo, y consuela a aquellos a quien, muriendo un familiar, quedan de luto sufriendo.

Su labor no ha terminado, sigue aún.

Seguirá cantando por todos lados en  las generaciones del tiempo, y no doblará sus alas hasta que el último peregrino esté a salvo y cuando el tiempo acabe; entonces volará de regreso al seno de Dios, de donde  brotó, y sonará  con todos esos armonías de alegría celestial que hacen al paraíso musical para siempre."

Pero también se puede comparar con el Lugar Santísimo de la antigüedad: el santuario interior de aquel templo espléndido que se alzaba, silencioso como una palma alta, por mandato de Salomón.

 Por muy ansiosa o ruidosa podría ser la marea de vida humana que palpitó  y surgió a través de las  estrecho calles de la Ciudad Santa, o incluso pulsadas en los atrios del templo, sin embargo, había siempre un recinto tranquilo y tranquilo donde los ángeles guardianes  extendieron sus alas en tranquilo reposo sobre el arca de Dios. Al menos hubo descanso ; y si los ocupantes sacerdotales sólo hubieran permanecido en ese secreto lugar del Altísimo, seguramente olvidarían la inquietud y el ajetreo de la vida diaria, cuando permanecían  debajo de ese reposo indescriptible. La prisa polvorienta y la ansiedad inquieta debían de  quitarse  de la ropa yde  los zapatos antes de poder  entrar allí.