Domingo, 29 de octubre de 2017
LA SOMBRA DE SI MISMA
LA SOMBRA DE SI MISMO
Por Alexander Woollcott
Condensado del libro "Long, Long Ago"
Selecciones del Reader´s Digest
Noviembre de 1959
CUENTO la historia como me la contaron ... como algo que realmente le
aconteció a una muchacha norteamericana de Catonsville (Maryland), que,
en su primer viaje al extranjero, pasaba la luna de miel en Francia. Por
pura conveniencia permítaseme, que la llame María.
Sucedió la cosa cuando los recién casados iban en automóvil de Beaune a Bourges y, en las afueras de un villorrio, acertaron a pasar frente a un modesto predio rural con una casona que alzaba su fachada de estuco color crema a alguna distancia de la carretera. A medio camino había una fuente ovalada donde retozaban pececillos de colores. María tomó del brazo a su esposo, le pidió que detuviera el vehículo y la dejase bajar. Él se quedó viéndola correr hacia la verja donde se puso a atisbar por entre los barrotes, a observar la alta puerta de hierro y la calzada que desde allí penetraba en el jardín.
Cuando volvió estaba visiblemente emocionada.
—Mi amor; es mi casa, la misma, con todos sus detalles.
No era menester dar explicaciones. Durante muchos años toda la familia le había dado bromas acerca de su casa. María se había encontrado en sueños en ese mismo sitio ... en una casa que no había visto nunca, en una tierra que no conocía. Jamás llegó a creer que existiera tal lugar. Pensaba en él tan solo como en una creación de su subconsciente. Pero ahora, viajando en automóvil por un camino de Francia, tropezaba con él y lo veía, despierta, con los ojos abiertos.
Pasada la primera impresión, se sintió encantada, resuelta a explorar el sitio inmediatamente. ¡Vamos, hasta sería posible tomarlo en arrendamiento por una o dos semanas ... y llevar a su joven esposo a la casa de sus sueños ... y pasar allí su luna de miel!
En el momento en que se acercaban a la puerta de hierro salía por ella un sacerdote joven. María empezó a preguntarle, en el francés que aprendió en la escuela de Catonsville, si la familia estaba en casa. El clérigo se quedó mirándola como quien ve visiones, se santiguó y echó a correr camino abajo hacia el pueblo.
El marido, sin saber, qué pensar de toda aquella aventura, celebró con risas el efecto que el mal francés de su mujercita le produjo al santo varón. Rieron ambos, empujaron la puerta y se encaminaron al sitio donde el jardinero estaba podando unos arbustos.
—M'sieu, est-ce que vous pouvez me dire ...
María no alcanzó a decir más. El jardinero, que se había enderezado para responderle, la miró, soltó la podadera y corrió como si hubiera visto al mismo diablo.
Eso era para desalentar a cualquiera. Con todo, siguieron hasta la casa. Al verla de cerca, cien detalles más acabaron de convencerla: no cabía duda, era su casa. Esa hilera de ventanas salientes bajo el alero, la inscripción latina sobre la puerta ... exactamente iguales. María temblaba de emoción cuando su marido tiró de la cuerda de la. campanilla. Oyeron el apagado tintineo a la distancia. En seguida pasos, luego el ruido del cerrojo que se descorría. Abrió la puerta una vieja de cofia y delantal. Antes que pudieran ensartar tres palabras, la vieja sacó medio cuerpo afuera, se quedó mirando a María como si hubiera visto un monstruo y les dio con la puerta en las narices. Volvieron a oír el crujido del cerrojo al correrlo.
Con menos rabia que desconcierto, nuestros amigos volvieron al automóvil, y no es extraño que sintieran cierto alivio al encontrarlo, sin que se hubiera vuelto humo y desaparecido sobre las copas de los árboles.
—Mi amor —le dijo él—: parece que no les hemos caído en gracia.
En la aldea dieron con una posada de, buen aspecto. El posadero, un buenazo, muy afable, se dejó hacer mil preguntas acerca de la casona de las afueras. ¿De quién era? ¿ Quién vivía en ella? ¿ Cuándo la hicieron? ¿Seria posible tomarla en arrendamiento?
Sobre esto último el buen hombre tenía sus dudas.
—Que no se sepa que yo lo digo ... pero todo el pueblo lo sabe: esa casa está embrujada. Ya va para 10 años que la familia, los criados y hasta los mismos amigos, como el señor cura, se encuentran de vez encuando con un alma en pena que ronda silenciosamente por aquellos lugares.
Y era curioso que le preguntaran por la casa en esos momentos, pues acababa de saber que había en ella gran alboroto. El fantasma dizque había vuelto a salir ... a plena luz del día, y no mudo, como antes. El hijo de su cocinero, que era el jardinero de la finca y que, por más señas, estaba abajo en la cocina emborrachándose como una cuba y temblando como un azogado, lo había visto. Haría apenas una hora que, mientras podaba las lilas de la entrada, se le había aparecido y le había hablado. Sí, le había hablado ... la sombra de una mujer joven, que en esta ocasión venia acompañada del alma de un caballero . ..
Y ... aquí termina mi cuento. Hace algunos años salió en letras de molde, como obra de la imaginación de André Maurois, pero mucho antes de eso ya lo había oído yo de viva voz. Y me parece muy probable que realmente sucediera alguna vez,a alguien ... en alguna parte
Sucedió la cosa cuando los recién casados iban en automóvil de Beaune a Bourges y, en las afueras de un villorrio, acertaron a pasar frente a un modesto predio rural con una casona que alzaba su fachada de estuco color crema a alguna distancia de la carretera. A medio camino había una fuente ovalada donde retozaban pececillos de colores. María tomó del brazo a su esposo, le pidió que detuviera el vehículo y la dejase bajar. Él se quedó viéndola correr hacia la verja donde se puso a atisbar por entre los barrotes, a observar la alta puerta de hierro y la calzada que desde allí penetraba en el jardín.
Cuando volvió estaba visiblemente emocionada.
—Mi amor; es mi casa, la misma, con todos sus detalles.
No era menester dar explicaciones. Durante muchos años toda la familia le había dado bromas acerca de su casa. María se había encontrado en sueños en ese mismo sitio ... en una casa que no había visto nunca, en una tierra que no conocía. Jamás llegó a creer que existiera tal lugar. Pensaba en él tan solo como en una creación de su subconsciente. Pero ahora, viajando en automóvil por un camino de Francia, tropezaba con él y lo veía, despierta, con los ojos abiertos.
Pasada la primera impresión, se sintió encantada, resuelta a explorar el sitio inmediatamente. ¡Vamos, hasta sería posible tomarlo en arrendamiento por una o dos semanas ... y llevar a su joven esposo a la casa de sus sueños ... y pasar allí su luna de miel!
En el momento en que se acercaban a la puerta de hierro salía por ella un sacerdote joven. María empezó a preguntarle, en el francés que aprendió en la escuela de Catonsville, si la familia estaba en casa. El clérigo se quedó mirándola como quien ve visiones, se santiguó y echó a correr camino abajo hacia el pueblo.
El marido, sin saber, qué pensar de toda aquella aventura, celebró con risas el efecto que el mal francés de su mujercita le produjo al santo varón. Rieron ambos, empujaron la puerta y se encaminaron al sitio donde el jardinero estaba podando unos arbustos.
—M'sieu, est-ce que vous pouvez me dire ...
María no alcanzó a decir más. El jardinero, que se había enderezado para responderle, la miró, soltó la podadera y corrió como si hubiera visto al mismo diablo.
Eso era para desalentar a cualquiera. Con todo, siguieron hasta la casa. Al verla de cerca, cien detalles más acabaron de convencerla: no cabía duda, era su casa. Esa hilera de ventanas salientes bajo el alero, la inscripción latina sobre la puerta ... exactamente iguales. María temblaba de emoción cuando su marido tiró de la cuerda de la. campanilla. Oyeron el apagado tintineo a la distancia. En seguida pasos, luego el ruido del cerrojo que se descorría. Abrió la puerta una vieja de cofia y delantal. Antes que pudieran ensartar tres palabras, la vieja sacó medio cuerpo afuera, se quedó mirando a María como si hubiera visto un monstruo y les dio con la puerta en las narices. Volvieron a oír el crujido del cerrojo al correrlo.
Con menos rabia que desconcierto, nuestros amigos volvieron al automóvil, y no es extraño que sintieran cierto alivio al encontrarlo, sin que se hubiera vuelto humo y desaparecido sobre las copas de los árboles.
—Mi amor —le dijo él—: parece que no les hemos caído en gracia.
En la aldea dieron con una posada de, buen aspecto. El posadero, un buenazo, muy afable, se dejó hacer mil preguntas acerca de la casona de las afueras. ¿De quién era? ¿ Quién vivía en ella? ¿ Cuándo la hicieron? ¿Seria posible tomarla en arrendamiento?
Sobre esto último el buen hombre tenía sus dudas.
—Que no se sepa que yo lo digo ... pero todo el pueblo lo sabe: esa casa está embrujada. Ya va para 10 años que la familia, los criados y hasta los mismos amigos, como el señor cura, se encuentran de vez encuando con un alma en pena que ronda silenciosamente por aquellos lugares.
Y era curioso que le preguntaran por la casa en esos momentos, pues acababa de saber que había en ella gran alboroto. El fantasma dizque había vuelto a salir ... a plena luz del día, y no mudo, como antes. El hijo de su cocinero, que era el jardinero de la finca y que, por más señas, estaba abajo en la cocina emborrachándose como una cuba y temblando como un azogado, lo había visto. Haría apenas una hora que, mientras podaba las lilas de la entrada, se le había aparecido y le había hablado. Sí, le había hablado ... la sombra de una mujer joven, que en esta ocasión venia acompañada del alma de un caballero . ..
Y ... aquí termina mi cuento. Hace algunos años salió en letras de molde, como obra de la imaginación de André Maurois, pero mucho antes de eso ya lo había oído yo de viva voz. Y me parece muy probable que realmente sucediera alguna vez,a alguien ... en alguna parte
"... .Esto
nos viene a confirmar que HAY UNA MEMORIA GENÉTICA, QUE PASA DE GENERACIÓN EN GENERACÍON Y QUE NI EL TIEMPO, NI LA MUERTE PUEDEN BORRAR, y en mi particular manera de PENSAR Y CREER NO SE TRATA DE REENCARNACIÓN DE ALMA, PORQUE ESTA TEORÍA ES UNA TRETA Y ENGAÑO MÁS DEL ARCHIENGAÑADOR LLAMADO SATANÁS- c Yo soy creyente Firmemente de la Sagrada Biblia y por tanto estoy seguro " Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de
esto el juicio," Hebreos 9.27- ¿Entonces por qué?
¿Entonces por qué? Hay personas que sienten que ya han vivido alguna experiencia en particular
.Porque en cada uno de nosotros hay una especie de microfilmadora que registra sensaciones, aromas, ilusiones, deseos, pasiones, angustias, miedos, frustraciones, amor y odio hacia ciertas situaciones o hechos de nuestra vida. Esto va quedando registrado o archivado en nuestra memoría genética y pasa en forma codificada a nuestos descendientes. Luego nuestro ADN posee la asombrosa y milagrosa capacidad de entrar a "investigar y leer dichos registros genéticosd, al igual que si nosotros entrasemos a la biblioteca de nuestro abuelo a registrar sus notas y apuntes. Es como si nosotros queremos leer tal o cual archivo en diferente formato y poseemos la tecnología y aún más el programa adecuado para leer tal archivo lo leeremos tecnólogicamente. Asi es nuestro ADN , puede asombrosamente leer los archivos que nuestra madre y nuestro padre nos transmitieron. No somos ellos, pero llevamos casí todo de ellos, pues no nacimos de la nada. Insisto, esto NO ES REENCARNACIÓN, QUE EN SÍ ES UNA GRAN MENTIRA DEL DIABLO. Somos seres que no han vivido una vida anterior, pero nuestros ojos por ejemplo fueron formados con codigo identico a los ojos de nuestros antepasados. Solo imaginese ¿que pudieron haber visto y sentido los ancestros.? ¿Cuál era el color de ojos preferido de sus amores?
Si un antepasado mío gustase de los libros, o bien se deleitase en las puestas magnificas de sol, o mirar las aves volando por el cielo azul, ese tipo de impresiones o memoria se transmitió a travéz del ADN mitocondrial hasta llegar a mí. Y ahora heme a mí observando con deleite las aves volar por el cielo azul de mi tierra, considerar a los libros como mis mejores tesoros. etc..Mis antepasados no reencarnaron en mi, solamente me transmitieron su memoria genética. En este caso un alto e intenso sentido de Amor a Dios, de responsabilidad, de intensa Justicia y de sensibilidad que a veces siento es extrema"
He aquí otra historia misteriosa que me narró una.amiga íntima.
En compañía de algunas condiscípulas, hacía una excursión en bicicleta
por las Islas Británicas. Subían por una cuesta cierto día, cuando una de las muchachas se puso pálida, se detuvo y exclamó:
—Es absurdo, pero sé con toda exactitud lo que hay al lado de allá de esa colina.
Describió luego una iglesia y un cementerio parroquial, un bosquecillo de árboles aquí, otro allá, y las casas más allá de los árboles. Cuando llegaron a la cima, se les apareció el paisaje exactamente como lo había detallado la muchacha. Hubiera podido tratarse de un recuerdo latente, caso de existir postales con vistas de la aldea. Pero era un lugarejo apartado y desconocido. Mi amiga tuvo ocasión de ver luego en el cementerio varias lápidas de casi dos siglos de antigüedad que tenían grabado el apellido de la muchacha. Se explicaron el incidente por lo que más adelante resultó ser cierto: en aquella aldea, completamente ignorada de la muchacha y su familia, habían vivido algunos de sus antepasados.
¿Entonces por qué? Hay personas que sienten que ya han vivido alguna experiencia en particular
.Porque en cada uno de nosotros hay una especie de microfilmadora que registra sensaciones, aromas, ilusiones, deseos, pasiones, angustias, miedos, frustraciones, amor y odio hacia ciertas situaciones o hechos de nuestra vida. Esto va quedando registrado o archivado en nuestra memoría genética y pasa en forma codificada a nuestos descendientes. Luego nuestro ADN posee la asombrosa y milagrosa capacidad de entrar a "investigar y leer dichos registros genéticosd, al igual que si nosotros entrasemos a la biblioteca de nuestro abuelo a registrar sus notas y apuntes. Es como si nosotros queremos leer tal o cual archivo en diferente formato y poseemos la tecnología y aún más el programa adecuado para leer tal archivo lo leeremos tecnólogicamente. Asi es nuestro ADN , puede asombrosamente leer los archivos que nuestra madre y nuestro padre nos transmitieron. No somos ellos, pero llevamos casí todo de ellos, pues no nacimos de la nada. Insisto, esto NO ES REENCARNACIÓN, QUE EN SÍ ES UNA GRAN MENTIRA DEL DIABLO. Somos seres que no han vivido una vida anterior, pero nuestros ojos por ejemplo fueron formados con codigo identico a los ojos de nuestros antepasados. Solo imaginese ¿que pudieron haber visto y sentido los ancestros.? ¿Cuál era el color de ojos preferido de sus amores?
Si un antepasado mío gustase de los libros, o bien se deleitase en las puestas magnificas de sol, o mirar las aves volando por el cielo azul, ese tipo de impresiones o memoria se transmitió a travéz del ADN mitocondrial hasta llegar a mí. Y ahora heme a mí observando con deleite las aves volar por el cielo azul de mi tierra, considerar a los libros como mis mejores tesoros. etc..Mis antepasados no reencarnaron en mi, solamente me transmitieron su memoria genética. En este caso un alto e intenso sentido de Amor a Dios, de responsabilidad, de intensa Justicia y de sensibilidad que a veces siento es extrema"
En
este discurrir consigo mismo, seguiré añadiendo por ejemplo que esto ha
sido tan determinante en mi vida que me ha hecho darle vuelta a muchos
archivos coloniales y parroquiales con tal de buscar una respuesta que
confirmará el por qué de las interrogantes en mi ser. Y por ellos es que
tengo en mente preparar abundante información y escribir sobre el
respecto...." (Autor del blog-)
Por Diarmuid Russell
Seleciones del Reader´s Digest Junio de 1943
—Es absurdo, pero sé con toda exactitud lo que hay al lado de allá de esa colina.
Describió luego una iglesia y un cementerio parroquial, un bosquecillo de árboles aquí, otro allá, y las casas más allá de los árboles. Cuando llegaron a la cima, se les apareció el paisaje exactamente como lo había detallado la muchacha. Hubiera podido tratarse de un recuerdo latente, caso de existir postales con vistas de la aldea. Pero era un lugarejo apartado y desconocido. Mi amiga tuvo ocasión de ver luego en el cementerio varias lápidas de casi dos siglos de antigüedad que tenían grabado el apellido de la muchacha. Se explicaron el incidente por lo que más adelante resultó ser cierto: en aquella aldea, completamente ignorada de la muchacha y su familia, habían vivido algunos de sus antepasados.
COSAS QUE NO ALCANZO A EXPLICARME
.
Por Diarmuid Russell
Seleciones del Reader´s Digest Junio de 1943
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario