SIERVO O DICTADOR RIOS MONTT
La Verdadera Historia del Controversial Presidente de Guatemala
Por
SIERVO O DICTADOR RIOS MONTT
JOSEPH ANFUSO Y DAVID SCZEPANSKI
Mientras tanto, en Eureka, un pequeño pueblecito costero en el norte de California, un grupo de hombres y mujeres jóvenes oyeron la noticia del terremoto en Guatemala y sintieron un peso en su corazón. Eran miembros de una Iglesia y deseaban servir. Habían abrigado la esperanza de ir como misioneros a algún país de habla hispana e incluso habían visitado México y Costa Rica para estudiar la posibilidad de instalarse allí. Pero al oír las noticias de la destrucción de Guatemala, la sintieron un aviso en su corazón.
El Jefe del grupo, Carlos Ramírez, relató más tarde: "Cuando oí las noticias, supe en mi corazón que era allí donde deberíamos ir, que era a Guatemala a donde Dios quería que fuéramos
A las pocas semanas del terremoto, este pequeño grupo de misioneros de la Iglesia "Gospel Outreach", de Eureka, California, compuesto de quince hombres y mujeres y 6 niños, salieron en una pequeña caravana de camiones, carros y un viejo autobús, rumbo a Guatemala. Inmediatamente que llegaron se dedicaron a colaborar en el trabajo de reconstrucción y ayuda.
Al poco tiempo, organizaron una pequeña Iglesia. Y a esta Iglesia llegó un día aquella acaudalada dama guatemalteca que en el mes de Octubre de 1975, tuvo la visión del terremoto y creyó en ella. La había contado a su familia y a sus amigos, e incluso había preparado su propia casa para la emergencia, porque sabía que era inevitable. Muchos de sus amigos y parientes la juzgaron loca. Otros se reservaron su opinión.
Pero en aquel 4 de febrero, todos los que recordaron sus palabras de advertencia quedaron profundamente impresionados. Varias personas que ni siguieran eran Cristianas reflexionaron sobre la visión del terremoto y del estado en que quedó Guatemala. También se pusieron a meditar sobre la condición espiritual de sus propias vidas y, como resultado, entregaron sus vidas a Jesús.
A una de estas personas le tocó orar junto a un joven visitante de nombre Luis Chang, que había servido en el `Ejército a las órdenes del General Efraín Ríos Montt. También había sido su Jefe de Seguridad durante la campaña presidencial de 1974.
Mientras tanto, allá en Madrid, la familia Ríos Montt estaba consternada por las noticias del terremoto. Se tranquilizaron al saber que sus hijos y el resto de su familia estaban sin novedad. Pero de la visión sobre el terremoto y que su amigo Luis Chang era ahora Cristiano, Efraín no supo nada. En esos momentos, él estaba pasando por su propia crisis de fe.
Regularmente acompañaba a su hijita Zury a la Iglesia en Madrid, pero sentía a Dios muy distante. Trataba desesperadamente de sentir algo cuando oraba; tomaba los sacramentos con frecuencia, pero internamente sabía que estaba haciéndolo más por disciplina que por fe verdadera. Estaba lleno de dudas. Aunque todavía creía que el asistir a la Iglesia era parte de ser persona de principios, sentía que su fe en Dios la perdía cada vez más y más. Su decisión por regresar a la política, por una nueva oportunidad, se mezclaba con una tremenda inseguridad respecto al futuro. Lentamente su decepción se transformó en amargura, a la que vino a agregarse el rencor de María Teresa, creando todo ello una tensión que crecía día a día en su corazón.
A finales de 1977 Efraín recibió noticias de la construcción de la nueva Escuela Politécnica en las afueras de la ciudad de Guatemala, y la invitación a la inauguración que sería a medio año. Primero decidió que aprovecharían la invitación para gozar de unas buenas vacaciones en Guatemala, pero conforme los días pasaban, empezó a empacar no sólo lo necesario para unas vacaciones sino todo lo que había en el apartamento.
"No regresaremos a Madrid", le anunció a María Teresa',' que me metan a la cárcel si quieren, pero no voy a dejar Guatemala otra vez".
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