SIERVO O DICTADOR RIOS MONTT
La Verdadera Historia del Controversial Presidente de Guatemala
Por
SIERVO O DICTADOR RIOS MONTT
JOSEPH ANFUSO Y DAVID SCZEPANSKI
Esa misma tarde le informaron que un gran número de
estudiantes se habían reunido en la Universidad de San Carlos, deseando hablar
con él. Los otros candidatos habían ignorado a los universitarios en su
campaña, pero los años de experiencia de Ríos Montt tratando con gente joven y
su propia inclinación intelectual le habían hecho acercarse a la Universidad y
los estudiantes lo habían apoyado. Sabía que tenía que ir a esa reunión.
Se hizo acompañar de muy pocos ayudantes. "Queremos armas, queremos luchar
por usted", le dijo un líder estudiantil a su llegada.
Efraín subió a la plataforma y se dirigió a todo el grupo: "Nó, les dijo
enfáticamente, "no vamos a salir a las calles a pelear. Estamos
equivocados si creemos que podemos cambiar las cosas con las armas. Debemos
usar de otros medios, de medios inteligentes".
Pero los estudiantes querían acción y la querían inmediatamente. "¿Y qué
de su compromiso con nosotros? Usted vino a pedirnos nuestro apoyo y se lo
dimos. Ahora debe de dirigirnos contra el Ejército".
"Mi compromiso", les contestó, "es primero cumplir con nuestras
responsabilidades civiles. La presidencia no vale una gota de sangre de Uds.
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Esta situación la debemos manejar pacíficamente. Les pido que mantengamos la
paz". Luego se retiró.
Más tarde recibió otro mensaje de un grupo de Cadetes de la Escuela
Politécnica, que querían verlo. Estaban listos, le mandaron a decir, para
iniciar un golpe a su favor.
Un grupo de estudiantes era una cosa, pero con Cadetes entrenados sería mas
factible organizar y conducir un golpe de Estado. Y habiendo sido Director de
la Escuela apenas el año anterior, sabía que ellos hablaban en serio. Se
preocupó mucho porque también sabía que si trataban de organizar un golpe
correría mucha sangre.
De pie frente a los Cadetes, muchos pensamientos cruzaron por su mente. No hace
mucho yo estaba aquí enseñando, pensó. Y vinieron a su mente ¡las palabras que
les decía a sus estudiantes: 'La mejor oración que un hombre puede hacer es el
cumplimiento de su deber ... Juren ante Dios, y por su honor de soldados de
Guatemala, que cumplirán con la Constitución, con la Ley y con el Código
Militar .. . No mientan, no roben, no engañen".
El había tratado de enseñarles a los cadetes y soldados bajo sus órdenes a
vivir con el sentido de orgullo personal y de honor que proviene de los valores
firmes. Ahora, cuando tenía ante sí la oportunidad de un golpe con éxito con la
ayuda de estos Cadetes que le eran intensamente fieles, Ríos Montt supo que su
propio orgullo y su honor de militar estaban siendo puestos a prueba.
"Recuerdo las muchas veces que les dije 74 que no debían manchar sus manos
con la sangre de sus subalternos. Debo entonces poner en práctica mis propias
enseñanzas. La Presidencia no vale una sola gota de sangre de un guatemalteco.
No va a haber ningún golpe de Estado".
Regresó a su casa agotado y nuevamente se aisló. A los pocos días recibió aviso
del Ministro de la Defensa informándole que había sido dado de alta en el
Ejército y que se le nombraba Agregado Militar en España. Nuevamente un exilio
con puente de plata, para asegurarse que este General peligroso para ellos
estaría lejos por bastante tiempo.
El 23 de marzo de 1974, el derrotado y cansado General Efraín Ríos Montt, en
compañía de su esposa y su hijita Zury, apenas de 6 años, abordaron el avión
que los conduciría a España. Sus dos hijos mayores y sus familias y su amada
patria, quedaban tras él. Adelante le esperaban la soledad y el desengaño.
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