SIERVO O DICTADOR RIOS MONTT
La Verdadera Historia del Controversial Presidente de Guatemala
Por
SIERVO O DICTADOR RIOS MONTT
JOSEPH ANFUSO Y DAVID SCZEPANSKI
Pero la castidad no era el único principio que Ríos Montt defendía. También era leal a la fe Cristiana, aunque no siempre abiertamente. Siendo Director de la Escuela Politécnica, llegó de visita Luis Palau, el famoso predicador, y le pidió permiso para distribuir ejemplares del Nuevo Testamento.52
"No es necesario", le dijo Ríos Montt, "ya tenemos Nuevos Testamentos aquí. A cada Cadete se le exige tener uno". Palau, que había esperado oposición, quedó gratamente sorprendido.
Cuando Ríos Montt fue Comandante del fuerte "Mariscal Zavala" exigió a cada Oficial tener dos libros básicos: Ordenes Generales para Oficiales y el Código de Honor del Ejército y una edición de bolsillo del Nuevo Testamento. Siempre que tenía que llamarle la atención a un oficial Ríos Montt le preguntaba: "Tenemos dos Códigos aquí por los que regimos nuestra conducta. ¿Cuál de los dos ha violado usted?".
Frecuentemente, tanto en la Escuela como en las diferentes bases militares en donde sirvió, Ríos Montt hablaba de Dios a sus hombres. Muchas veces les decía "Aun el mejor de los padres fuede fallarle al hijo, aún la mejor de las madres también puede fallarnos. Nuestras esposas podrían fallarnos. Nuestros hijos podrían fallarnos. Pero hay alguien que nunca podrá fallarnos: Dios. Por lo tanto, Cristo debe ser el Ancla de la vida de todo hombre y con toda su fuerza deben ustedes acogerse a esa Ancla porque El nunca les fallará o los abandonará".
Es más, Ríos Montt era tan firme en sus convicciones que frecuentemente instaba a sus hombres no sólo a seguir su ejemplo sino también a ponerlo a prueba. Durante un incidente sucedido en el "Mariscal Zavala" contó a su tropa de un Especialista arrestado por llevarse a su casa cosas de la Base. "El se llevó de la cocinados sacos de harina. Eso es robo, por lo tanto, ordené su arresto y ahora está en la cárcel, pues no tenía ningún derecho de llevarse las cosas de allí: Ahora quiero decirles que si ustedes alguna vez me ven a mí llevándome algo de aquí que no es mío, yo los autorizo para que me arresten y me pongan en la cárcel".
El 30 de Julio de 1972, después de 29 años de servicio en el Ejército, Efraín Ríos Montt alcanzó el honor que había ambicionado desde que era niño: ascendió al grado de General de Brigada del Ejército de Guatemala.
Su carrera en ascenso no se quedó sólo ahí. Antes de un año fue nombrado por el Presidente como Jefe del Estado Mayor del Ejército, el puesto de más alta jerarquía en el Ejército, después del de Ministro de la Defensa.
Desde esta posición, con mayor autoridad e influencia, Ríos Montt creyó que podría conducir al Ejército de Guatemala a nuevos niveles de disciplina, moralidad y profesionalismo. Pero lo que no sabía era que muchos otros dentro de la jerarquía militar y política de Guatemala no compartían esos ideales. Tampoco sospechaba la fiera oposición que su posición de líder despertaría, causándole gran decepción.
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