LA BÚSQUEDA FINAL
Rick Joyner
1997
EL RETORNO A LA BATALLAAntes de abandonar las puertas de entrada al jardín, le pregunté a Sabiduría si podía simplemente sentarme allí por un tiempo para pensar en todo lo que había experimentado. «Sí, puedes hacerlo », respondió, «pero tengo un lugar mejor donde lo puedes hacer.»
Seguí a Sabiduría pasando por las puertas principales y comenzamos a descender de la montaña. Para mi sorpresa la batalla aún continuaba, pero no tan intensamente como lo había estado cuando ascendíamos. Todavía había flechas de Acusación y Calumnia volando en los niveles más bajos, pero la mayor parte de la hueste del enemigo que había quedado estaba atacando furiosamente a las águilas blancas.
Las águilas estaban prevaleciendo fácilmente.
Continuamos descendiendo hasta que estábamos casi en la base. Justo encima de los niveles de «Salvación» y «Santificación» estaba el nivel de «Agradecimiento y Alabanza». Recordé este nivel muy bien porque uno de los ataques más grandes del enemigo vino cuando intenté alcanzarlo primero. Una vez que llegamos allí, el resto del ascenso fue mucho más fácil y cuando una flecha penetraba en nuestra armadura, la sanidad venía más rápido.
40
EL MONTE SANTO
Tan pronto como mis enemigos me vieron en este nivel (no podían ver a Sabiduría), una lluvia de flechas comenzó a llegar hacia abajo, sobre mí. Las detuve con mi escudo tan fácilmente que dejaron de disparar. Ahora, sus flechas casi se acababan y no podían darse el lujo de desperdiciarlas.
Los soldados que luchaban aún desde este nivel me miraron asombrados y con consideración, lo cual me hizo sentir incómodo.
Fue entonces que me di cuenta por primera vez que la gloria del Señor estaba emanando de mi armadura y de mi escudo. Les dije que escalaran a la parte superior de la montaña sin detenerse, y que ellos también verían al Señor. Tan pronto como estuvieron de acuerdo para ir vieron a Sabiduría. Comenzaron a arrodillarse para adorarlo, pero él los detuvo y los envió a seguir su camino.
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