jueves, 9 de noviembre de 2023

EL HONOR "INCOMPRENDIDO" DE SUFRIR POR JESUCRISTO

LA BÚSQUEDA FINAL

Rick Joyner

1997

Miré al líder de la compañía de ángeles que me seguía. Nunca había visto a un ángel expresando profunda emoción en mi presencia, pero estas palabras estaban, incuestionablemente, moviéndolo grandemente, al igual que a los demás. Realmente pensé que estaba a punto de llorar. Luego el líder habló: «Hemos sido testigos de

muchas maravillas desde la Creación. Pero el sufrimiento voluntario de los hombres por el Señor y por sus prójimos, es lo más maravilloso de todo. Nosotros también debemos luchar en algunos momentos y sufrimos, pero moramos donde existe tal grado de luz y gloria que es muy fácil hacerlo.

 Cuando los hombres y mujeres que moran en tal clase de oscuridad y maldad con tan poco estímulo, sin poder contemplar la gloria sino tan solo llevar una esperanza en ella, optan por sufrir por aquella esperanza que tan sólo pueden ver someramente en sus corazones, esto ocasiona que aun los ángeles más grandes inclinen su rodilla y gratamente sirvan a estos herederos de la salvación. Al principio no comprendíamos por qué el Padre había decretado que los hombres tuvieran que caminar por fe, no pudiendo contemplar la realidad y las glorias de la esfera celestial sufriendo tanta oposición. Pero ahora comprendemos que, a través de estos sufrimientos, ciertamente es comprobada su dignidad de recibir la gran autoridad que le será otorgada como miembros

de su propia familia. Ahora, este caminar en fe es la maravilla más grande del cielo. Aquellos que pasan esta prueba son dignos de sentarse con el Cordero en su trono, ya que Él los ha hecho dignos, y ellos han comprobado su amor.»

Luego el águila intervino: «El valor es una demostración de fe. El Señor nunca prometió que su camino sería fácil, pero nos aseguró que valdría la pena. El valor de aquellos que lucharon en el nivel de la salvación conmovió a los ángeles en el cielo para que estimaran lo que Dios ha labrado en hombres caídos. Recibieron sus heridas en la terrible batalla, mientras contemplaban tan solo la oscuridad y una aparente derrota de la verdad, de igual manera como

nuestro Señor lo hizo en la cruz. Aun así, no se dieron por vencidos y no retrocedieron.»

68 Nuevamente comenzaba a lamentar el no haber permanecido en el nivel de salvación y haber luchado con aquellas otras almas valientes.

Otra vez, comprendiendo mis pensamientos, el águila los interrumpió: «Al escalar la montaña también estabas demostrando tu fe y sabiduría, las cuales también liberan autoridad. Tu fe libró a muchas almas de manera que pudieran venir a la montaña en busca de salvación. Tú también recibiste algunas de las heridas, pero tu autoridad en el Reino ha venido más a causa de los hechos de fe que del sufrimiento. Puesto que has sido fiel en pocas cosas,

ahora recibirás el gran honor de regresar para sufrir, de manera que puedas llegar a ser un gobernante sobre muchos más. Pero recuerda que todos trabajamos juntos por los mismos propósitos, sin diferenciar si estamos edificando o sufriendo. Muchas almas más llenarán estos salones para gran gozo en el Cielo, si tú llegas a escalar más. Ahora has sido llamado a escalar y a edificar, pero más adelante recibirás el honor de sufrir si eres fiel a esto.»

 

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