THE
DIVINE INSPIRATION
OF THE BIBLE
ARTHUR W. PINK
DEPÓSITO DE LA VERDAD BÍBLICA EDITORES Y LIBRERÍAS SWENGEL, PA.
OCT 31 1917
(31 Octubre -95 tesis clavadas en ouertas de Wittenberg)
LA INSPIRACION DIVINA DE LA BIBLIA *PINK*14-15
La naturaleza sabe ella no perdona y no muestra misericordia,//erupciones de lava arrasando pueblos donde hay niños recién nacidos, animales devorando a lsos cachorros de otros para ellos mismos no morir de hambre, rayos cayendo sobre algunos hombres, lluvias y tormentas destruyendo cosechas de los pobres, tsunamis…etc// y si no tuviéramos otra fuente de información, nunca descubriríamos que Dios perdona a los pecadores. El hombre, entonces, necesita una revelación escrita de Dios
Nuestras limitaciones e ignorancia revelan nuestra necesidad. El hombre está en tinieblas respecto a Dios. ¿Acaso deberiams borrar la Biblia de la existencia y lo que deberíamos saber sobre su carácter, sus atributos morales, su actitud hacia nosotros o sus exigencias? Como hemos visto, la naturaleza no es más que un medio imperfecto para revelar a Dios.
Los antiguos tenían la misma naturaleza que nosotros, pero ¿qué descubrieron de su carácter? ¿A qué conocimiento del único Dios verdadero llegaron?
El capítulo diecisiete de los Hechos responde a esa pregunta. Cuando el apóstol Pablo se encontraba en la famosa ciudad de Atenas, famosa por su erudición y cultura filosófica, descubrió un altar con las palabras: "Al Dios desconocido".
La misma condición prevalece hoy. Visiten aquellas tierras que no han sido iluminadas por la luz de las Sagradas Escrituras y descubrirán que sus pueblos no saben más sobre el carácter del Dios viviente que los antiguos egipcios y babilonios
. El hombre está en tinieblas respecto a sí mismo. ¿De dónde vengo? ¿Qué soy? ¿Soy algo más que un animal racional? ¿Tengo un alma inmortal o no soy más que un ser sintiente? ¿Cuál es el propósito de mi existencia? ¿Por qué estoy aquí en este mundo? ¿Cuál es el fin y el propósito de la vida? ¿Cómo debo emplear mi tiempo y mis talentos? ¿Viviré solo para hoy, comeré, beberé y me alegraré? ¿Qué hay después de la muerte? ¿Pereceré como las bestias del campo? , o ¿es la muerte la puerta a otro mundo? Si es así, ¿adónde voy?
¿Parecen estas preguntas absurdas e irrelevantes?
Si desparecieran las Escrituras,(por obra de sus enemigos) y eliminaran toda la luz que arrojaron sobre estos problemas, y ¿adónde acudiremos en busca de una solución? Si la Biblia nunca se hubiera escrito, ¿cuántas de estas preguntas podrían haber recibido una respuesta satisfactoria?
Un testimonio muy contundente de la necesidad del hombre de una revelación divina fue dado por el célebre pero escéptico historiador Gibbon. Comentó: «Dado que, por lo tanto, los esfuerzos más sublimes de la filosofía no pueden ir más allá de señalar débilmente el deseo, la esperanza o, como mucho, la probabilidad de un estado futuro, nada, salvo una revelación divina, puede determinar la existencia y describir la condición del país invisible destinado a recibir las almas de los hombres tras su separación del cuerpo»
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