sábado, 20 de diciembre de 2025

GEOMETRÍA PROFÉTICA*17-20

 GEOMETRÍA PROTICA

DE UN AUTOR DESCONOCIDO.

MONTREAL

1859

GEOMETRÍA PROFÉTICA*17-20

Si analizamos el número de la bestia, que es 666, lo encontramos compuesto por tres múltiplos del número imperfecto 6: 600, 60 y 6, que corresponden en magnitud y poder a su terrible misión.

Si multiplicamos ese temido número 666 por cinco (el número de órdenes en el ministerio cristiano, y un múltiplo del número perfecto siete en 35, la mitad del sagrado y perfecto número 70), obtenemos 3330. Si contamos hacia atrás desde el año 1859 d. C., cuando la bestia y el falso profeta serán arrojados vivos al lago ardiente, 3330 años solares, llegaremos al año 1471 A. C., cuando Coré, Datán y Abiram (el tipo de aquellos que seguirán los caminos de Caín, Balaam y Coré, y perecerán igualmente) se rebelaron contra Moisés y Aarón, y fueron tragados vivos en el abismo. Y si, en contraste, multiplicamos el número perfecto, 700, por el mismo número cinco, obtenemos 3500 años, la mitad del número perfecto, 7000, que, si se fecha en el año 1635 a. C., cuando ocurrió la muerte de José y su cuerpo fue sepultado en Egipto, nos llevará al año 1865 //1967, año de reconquista Jerusalen// d. C., cuando las diez tribus, el José antitípico, saldrán de sus tumbas del Egipto espiritual y serán restauradas a su tierra. Este período y hecho, por extraordinarios que parezcan, confiaremos en que convencerán a los lectores espirituales de que hemos seguido el método correcto de interpretación propio de las Sagradas Escrituras; al menos a aquellos que han tenido la costumbre de hacer de la profecía una parte importante de sus meditaciones diarias de oración.

 Es curioso, en relación con el período de 1290 años, que si sumamos 1290 años solares al 570 d. C., año del nacimiento de Mahoma, llegaremos al 1860 d. C., ¡la probable caída del Anticristo y su desaparición! Además, si sumamos al 606 d. C. tres veces y media, o 1260 años solares, llegaremos al 1866 d. C., //1967, año de reconquista Jerusalen// cuando todo esto habrá terminado. Queda otra fecha importante en Daniel 12, pues forma la mitad de un período doble; está relacionada con los dos anteriores y depende del mismo tipo: es la de 1336 años lunares. Si los sumamos al año 570 d. C., cuando nació el falso profeta Mahoma, llegaremos a los años solares, después de haber transformado el lunar en solar, restando 38 años y 147 días a tantos años solares, cuando comenzará la era de la bienaventuranza. «Entonces, y solo entonces, cuando Dios se haya vengado de sus enemigos, de los de su iglesia y de su pueblo, la espada se convertirá en reja de arado y la lanza en podadera; entonces ya no alzará espada nación contra nación, y los hombres ya no aprenderán la guerra.»

Si duplicamos el período de Mahoma, tendremos 2670 años lunares. Convirtámoslos en años solares, restando 76 días a 2670 años, y obtenemos 2593 años solares. Si se suman al año 727 a. C., cuando el rey Ezequías ascendió al trono de Judá, tras la muerte del malvado rey Acaz, es un tipo adecuado del Anticristo o del mismo Satanás, nos llevará de nuevo al año 1866 d. C., cuando Cristo restaurará la verdadera adoración a Dios en la tierra, después de que Satanás haya sido encerrado en el abismo. De nuevo, si sumamos al año 727 a. C. 728 (cuando Salmanasar invadió el reino de Israel e hizo tributario a Oseas, su último rey, cuando Israel comenzó a ser pisoteado), el doble período mahometano, también convertido en años solares como se indicó anteriormente, nos llevará al año 1865 d. C. //1967, año de reconquista Jerusalen// cuando se podría esperar el probable regreso de las diez tribus. En Daniel se encuentra un período más, de inmensa importancia, que arroja luz adicional por su claridad comprendida, pero que hasta ahora ha frustrado los esfuerzos de los intérpretes debido a una importante omisión en nuestra versión inglesa. Se encontrará una visión, llamada por Gabriel "La visión de la tarde y la mañana", en su interpretación de la visión de la tierra y el macho cabrío. Está en conexión con el cuerno pequeño que surgió de este último, representando la tercera monarquía o monarquía griega, e interpretado como un rey de rostro fiero (el falso profeta Mahoma) que se levantó en el año 606 d. C., cuando los transgresores (los apóstatas romanos o papales de Occidente) llegaron a su colmo (también en el año 606 d. C. bajo el tirano Focas) y finalmente será quebrantado sin mano.

Al observar nuestra versión en inglés, no sabemos cómo entender su nombre o título; sin embargo, leemos en el margen, como apéndice del versículo 14, que las palabras mañana y tarde se relacionan con el importante número de 2300 días, que culminará con la purificación o justificación del santuario. En referencia al texto hebreo, el versículo dice: «Y me dijo: Hasta la tarde (272), la mañana (302) y 2300 días, entonces será justificado el santuario». Así, encontramos dos de las tres partes de la fecha, que quedarían incompletas sin ellas. Al darles sus valores numéricos hebreos, que son 272 para la tarde y 302 para la mañana, y sumarlos al número mayor de 2300 días, la suma total será de 2874 años solares. Datando su inicio en el año 1015 a. C., cuando terminó el reinado de David y comenzó el reinado de Salomón, mientras ambos reyes vivían en ese momento, el final del reinado del Rey guerrero y el comienzo del Rey sabio por los juicios judiciales, llegamos al gran año antitípico de 1859 d. C., cuando el santuario de los judíos será purificado o justificado por la intervención del gran antitipo que interfiere a favor de los judíos y purifica el santuario de Jerusalén de las contaminaciones del Anticristo y de las generaciones atormentadoras. Desde que los períodos fueron impresos, lo siguiente, que corrobora fuertemente la información, ha impactado al escritor, y lo ha añadido: Babilonia, bajo su último rey, fue sitiada por Ciro en el año 541 a. C. Si se cuentan a partir de esa época 48 jubileos de 50 años, o 2400 años solares, se llega al año 1859 d. C., cuando la bestia y el falso profeta serán absorbidos por un terremoto, lo que marcará el preludio de la destrucción final de la Babilonia (moderna). Además, en el año 538 a. C., Ciro tomó Babilonia; y si se cuentan de nuevo los mismos años, se llega al año 1862 d. C., cuando es probable que la gran Babilonia del Apocalipsis sea quemada en fuego.

 En relación con el Nuevo Testamento, encontramos en Juan 5 un milagro que tuvo lugar en un estanque, llamado en hebreo Betesda (casa de misericordia).

 Es fácil entender que este estanque era un símbolo de Cristo, el gran lavacro antitípico, con cinco pórticos, símbolo de los cinco órdenes de ministros en la Iglesia cristiana. Bajo quien se sientan los ciegos y cojos espirituales, esperando la cura de las enfermedades de su alma; y también que el hombre impotente era un símbolo de la nación judía bajo su impotencia nacional y espiritual. Este período es de M. Hyacinth Remuzal, canónigo de Marsella.

Considerando los 38 años de impotencia de este hombre por otros tantos jubileos de 50 años solares cada uno, obtendremos 1900 años solares para la duración de la impotencia judía. Contados desde el año 40 a. C., cuando Herodes el Grande, un extranjero y, por lo tanto, no descendiente de David, se sentó en su trono, nos llevará al año 1860 d. C., cuando cesará la impotencia de la nación judía; cuando el Mesías, su Rey, descendiente de David, los restaurará a su antiguo poder mediante el derrocamiento del gran usurpador. El lector notará que algunos de los períodos que hemos considerado hasta ahora son dobles o giran en torno a un solo centro, mientras que otros son únicos. Entre los primeros se encuentra el sexto o Gran Período Gentil de siete tiempos, en el que no solo el comienzo es típico del final, sino que el medio o centro lo es doblemente, siendo un antitipo incipiente del comienzo del primer semiperíodo y un tipo germinal del final del segundo semiperíodo. Este centro es la toma de Jerusalén por el general mahometano Omar. El siguiente doble período es el decimotercero o Período mahometano de 2670 años lunares, cuyo centro es el nacimiento del falso profeta Mahoma. Esta propiedad entre el doble tipo y el antitipo armoniza con la naturaleza del número 7, que desempeña un papel importante en su formación. Pues el 7 se compone de tres partes: 1, 2 y 4; formando, como hemos observado, una proporción en la que la primera es la misma parte de la segunda o parte media que esta de la tercera. Estas observaciones sobre los Dobles Períodos en el Antiguo Testamento se aplican exactamente a los del Apocalipsis, con la diferencia de que estos últimos, que se refieren al tiempo del fin y la cesación de los misterios, son literales. Los siguientes semiperíodos apocalípticos son, por lo tanto, literales también, a saber: La pisada del Atrio del Templo por los gentiles, 42 meses. La profecía de los dos testigos durante días. La mujer alimentada en el desierto durante 1260 días. La mujer en el desierto, donde es alimentada durante tres tiempos y medio. La bestia que sube del mar, con poder para continuar durante cuarenta y dos meses. Cada una de estas fechas representa la duración de la última parte o mitad del reinado del Anticristo, quien, como hemos demostrado antes, gobernará una semana sabática o 7 veces 360, o 2 veces 1260, o 2520 días literales, comenzando en 1852 d. C. y terminando en 1859 d. C. Esta semana la hemos llamado la semana pospuesta.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ENTRADA DESTACADA

NUMEROS MISTERIOSOS* MAHAN* 27- 29

    PALMONI UNA PRUEBA DE INSPIRACIÓN. UNA INVESTIGACIÓN LIBRE. POR   M. MAHAN , NUMEROS MISTERIOSOS* MAHAN* 27- 29 CAPÍTULO V. ...