8 MARZO- MUJERES HEROINAS DEL PRGRESO MODERNO

 

HEROINES OF MODERN PROGRESS

BY ELMER C. ADAMS AND WARREN DUNHAM FOSTER

1915

PREFACIO

En todas las causas, en todos los países, la mujer que se aparta del camino trillado, la mujer pionera, debe tomar su decisión y atenerse a ella: debe vivir su vida sola. Puede estar rodeada de familia y amigos, pero si no rehúye lo que ellos proscriben ni busca lo que ordenan, su vida interior debe transcurrir en soledad. No le importan los credos ni las filosofías, a menos que pueda aplicarlos, aunque haya probado todos los inventos del hombre

En el pasado, la mujer ha ocupado una posición económica mucho más importante de la que se le ha concedido.

 Si bien las generalidades a menudo inducen a error, se puede hacer la siguiente distinción entre las actividades del hombre y la mujer. El intelecto y el poder del hombre se han dedicado a la conquista de la tierra —las fuerzas naturales— primero para su propio uso, como en la era individualista; luego para su tribu o clan; y, en una civilización más avanzada, para su país.

La mujer, por el contrario, ha centrado sus actividades en el desarrollo de los agentes que conservan la vida. Primero, como madre en la tienda del nómada, ella vestía las pieles para que su hombre y sus hijos pudieran vestirse; cultivaba el maíz alrededor de la tienda para que la familia pudiera tener un suministro permanente de alimentos; conservaba la carne para el invierno.

En la vida tribal, las mujeres se encargaban de los oficios que se relacionan con el hogar, trabajando en grupos.

Ahora, en la vida urbana moderna, las mujeres están tratando de adaptarse a la especialización necesaria en las condiciones actuales, tanto para el hombre como para la mujer.

 En las civilizaciones primitivas, la mujer era la única que aplicaba las artes industriales a los artículos de uso diario. El hombre no se preocupaba de la forma ni de la ornamentación de sus prendas; la mujer no sólo fabricaba las prendas que usaba la familia, sino que también las adornaba. Estas condiciones todavía existen entre todas las razas primitivas: las mujeres hacían el trabajo y daban a luz y cuidaban a los niños.

Incluso hoy en día, en muchos países civilizados, el estrés económico o el deber militar, que deben cumplir los hombres, imponen una carga, completamente desproporcionada a su limitada capacidad de realización, sobre los hombros de la mujer.

Se calcula que la mujer alemana mantiene la lista civil del gobierno. En los Estados Unidos, donde se considera que las mujeres son más afortunadas que en otros lugares, el último censo muestra que aproximadamente ocho millones de mujeres son asalariadas y esta cifra no incluye aquellas mujeres que realizan sus tareas domésticas, sólo a las asalariadas.