LO QUE IGNORAN *CHINIQUY* 1-4

  CINCUENTA AÑOS EN LA IGLESIA DE ROMA.

 PADRE CHINIQUY,

 APÓSTOL DE LA TEMPLANZA DE CANADÁ.

 AUTOR DE "EL MANUAL DE LA TEMPLANZA", "EL SACERDOTE, LA MUJER Y EL CONFESIONARIO", "LA IDOLATRÍA PAPAL", "ROMA Y EDUCACIÓN", «ETC.

 DECIMOQUINTA EDICIÓN

CHICAGO:

 ADAM CRAIG, 77 and 79 JACKSON STREET

1888

1-4

DEDICATORIA.

 AL CORONEL EDWIN A. SHERMAN.

 Permítame mencionar su nombre, el primero entre los muchos a quienes dedico este libro. Le debo esto como muestra de gratitud por su ayuda en mis investigaciones sobre los verdaderos asesinos de nuestro mártir presidente Abraham Lincoln.

 Lo encontré tan sabio y honorable en sus consejos como nuestro país lo encontró valiente en los campos de batalla de la Libertad

A LOS ORANGEMEN DE ESTADOS UNIDOS, CANADÁ, GRAN BRETAÑA, AUSTRALIA, TASMANIA Y NUEVA ZELANDA*

 Este libro también está dedicado por los más humildes de sus hermanos. ¡Orangemen! Lean este libro: no solo comprenderán el romanismo, algo que nunca antes habían hecho, sino que encontrarán muchas nuevas razones para ser, más que nunca, vigilantes, intrépidos y devotos, incluso hasta la muerte, en el cumplimiento de los sagrados deberes que les impone su amor por su país, sus hermanos y su Dios

AL PUEBLO HONESTO Y AMANTE DE LA LIBERTAD DE LOS ESTADOS UNIDOS,

También dedico este libro.

 ¡Americanos! Duermen sobre un volcán y no lo sospechan.

 Están oprimiendo contra su pecho una víbora que los morderá hasta la muerte, y no lo saben. Lean este libro y verán que Roma es el enemigo jurado, el más implacable, absolutamente irreconciliable y mortal de sus escuelas, sus instituciones, sus tan caros derechos y libertades.

•L. O. A. B. A. BOYNE L. O. L. N.° 401

. Montreal, 20 de septiembre de 1878.

 Por la presente se certifica que el Hno. C. Chiniquy fue debidamente iniciado en la L. O. L. Boyne N.° 411 y es miembro de pleno derecho. Por lo tanto, solicitamos a todos los Hermanos que lo reciban como tal, de lo cual damos fe nuestra firma y sello. Maestro N.° 401. John Hamuton, Secretario.

DEDICATORIA.

 Lee este libro y no solo comprenderás que es a Roma a quien debes los ríos de sangre y los horrores indecibles de la última guerra civil, sino que también aprenderás que el romanismo y la libertad no pueden coexistir. Esto ha sido declarado por los Papas cientos de veces. Lee este libro y no solo verás que Abraham Lincoln fue asesinado por Roma, sino que aprenderás que el romanismo, bajo la máscara de la religión, no es más que una conspiración política permanente contra los derechos más sagrados del hombre y las leyes más sagradas de Dios. En estas páginas no aprenderás a odiar a los católicos romanos. ¡No!

 Pero aprenderás a ser más vigilantes que nunca para proteger los preciosos tesoros de la libertad que te otorgaron tus padres

 Aprenderás a no dejar nunca que caigan en manos de quienes, con el nombre sagrado de la Libertad en sus labios y la máscara de la Libertad en sus rostros, han jurado destruir toda Libertad.

A TODOS LOS FIELES MINISTROS DEL EVANGELIO,

 yo también  les dedico este libro. ¡Venerables Ministros del Evangelio! Roma es el gran peligro que se avecina para la Iglesia de Cristo, y ustedes no lo comprenden lo suficiente. La atmósfera de luz, honestidad, verdad y santidad en la que nacieron y que han respirado desde su infancia, les hace casi imposible comprender los oscuros misterios de la idolatría, la inmoralidad, la esclavitud degradante y el odio a la Palabra de Dios, ocultos tras los muros de esa moderna Babilonia.

 Son demasiado honestos para sospecharlos; y su precioso tiempo está demasiado ocupado por los sagrados deberes de su ministerio como para estudiar el largo laberinto de argumentaciones que conforman la mayor parte de los libros controvertidos.

 Además, la mayoría de los libros de controversia contra Roma son de un carácter tan árido que, aunque muchos comienzan a leerlos, muy pocos tienen el valor de llegar hasta el final.

 La consecuencia es una ignorancia del romanismo que se vuelve cada día más deplorable y fatal.

 Es la ignorancia la que allana el camino al triunfo de Roma en un futuro cercano, si no hay un cambio completo en sus opiniones sobre ese tema.

 Es esa ignorancia la que paraliza el brazo de la Iglesia de Cristo y hace que la gloriosa palabra "protestante" carezca de sentido, casi un esfuerzo muerto y ridículo. Porque ¿quién protesta realmente contra Roma hoy? ¿Dónde están los que dan la voz de alarma?