CREACIÓN, TIEMPO Y ETERNIDAD
Por J. S. SECRIST
DEDICADO A LA GLORIA DE DIOS Y A LA SALVACIÓN DEL HOMBRE
CREACIÓN, TIEMPO Y ETERNIDAD*SECRIST* 25-28
AFIRMACIONES DE LA BIBLIA.
La Biblia afirma que su autor es un Dios Omnipotente, infinito en conocimiento y omnipresente, Creador del universo, y que "sustenta todas las cosas con la palabra de su poder" (Hebreos 1:3). La única autoridad que cita es: "Así dice el Señor". No se disculpa por sus exigencias al hombre como siervo, colaborador o medio para llevar a cabo su obra, sino que siempre habla "como quien tiene autoridad" (Mateo 7:28). Afirma tener un destino condicional sobre cada ser humano, de vida y muerte. Sus afirmaciones son tan ilimitadas como "Creación, Tiempo y Eternidad". En sus páginas afirma desplegar y revelar estas cosas: ¿lo hace? ¿Es posible? ¿Podemos comprender tal concepto: el Creador revelándonos su plan en su totalidad?
Percibimos de inmediato que este es el problema más grande que jamás haya ocupado la mente del hombre mortal.
Pero ¿no podríamos al menos darle al Libro una oportunidad justa para reivindicar sus afirmaciones con su propia evidencia interna?
El autor de esta obra se propone lograrlo y ruega al lector que reserve toda crítica hasta haber leído este libro de principio a fin, cada página, con un estudio cuidadoso de sus diagramas originales y del texto original con el que busca iluminar la Biblia.
EL GRAN PLAN DE DIOS EN LA CREACIÓN,
EL TIEMPO Y LA ETERNIDAD.
Cuando un arquitecto se propone realizar una obra, primero la plasma cuidadosamente en planos, todos los detalles se elaboran con esmero en papel, el objeto y el diseño del edificio se revisan con maestría, el material y el tiempo necesarios para construirlo, y los mecánicos expertos para realizar la obra. Se construye con un propósito.
Esto es lo que afirma la Biblia. Comenzando con un modelo diminuto, despliega gradualmente su gran plan con un esplendor y una magnitud que superan con creces la concepción de los mortales. Es, en efecto, una evolución en la creación, ante la cual nos asombramos; ante la cual el concepto evolutivo del hombre palidece hasta la insignificancia, y como mucho es solo un efecto visible de una gran causa primaria.
Muchos eminentes eruditos bíblicos han vislumbrado este desarrollo, como se muestra en los múltiples tipos, sombras y ciclos del tiempo, y como se revela en la profecía; pero, por lo general, solo han sido fragmentarios, o su valor se ha perdido o empañado al servir a alguna teoría favorita o al reforzar algún credo o afición. «Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada». 2 Pedro 5:1-12 Se requiere una concepción profunda para comprender el gran plan maestro revelado entre Génesis 1:1-3 y Apocalipsis 21:1-7. CIENCIA, NATURALEZA Y APOCALIPSIS 27 "Y me dijo: Hecho está" (Apocalipsis 21:6). "Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin".
En Génesis 1:1, vemos al Espíritu de Dios moverse sobre una masa de materia informe. En Apocalipsis 21:23, vemos el producto terminado: un nuevo mundo que eclipsa al sol en su esplendor. Y, sin embargo, en la mente del Arquitecto Maestro, todo esto estaba en un plano, completamente planeado antes de comenzar. "Las obras fueron terminadas desde la fundación del mundo" (Hebreos 4:3). Y nuevamente, en Mateo 21:23. 25:34: «Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo». Dios mismo fue el arquitecto: «Pero el que construyó todas las cosas es Dios». Hebreos 3:4.
Jesucristo fue coigual a él en toda la obra de la creación: «Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho». Juan 1:3. Versículo 10: «En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho, y el mundo no le conoció»; y de nuevo en Hebreos 1:2: «A quien designó heredero de todo, por quien asimismo hizo el universo».
Podemos ver y comprender con mayor claridad el gran plan mundial de desarrollo desde la perspectiva de la revelación cuando nuestra comprensión de él concuerda con su enseñanza. Cuando Dios terminó su obra, descansó, puso al hombre a cargo de ella y le dijo que saliera a conquistar el mundo, lo sometiera y tuviera dominio sobre él y sobre todo lo creado (Génesis 1:28 y 2:2). El hombre natural ha logrado esto en gran medida, y aún lo hace en condiciones mucho mejores que las que eran posibles antes de la llegada de Cristo y la luz cada vez mayor de la enseñanza que impartió.
Pero mientras era el Conquistador y Vencedor de este mundo, él mismo fue conquistado y condenado a muerte. Este es el punto de la redención: «Lo hiciste un poco menor». que los ángeles: Lo coronaste de gloria y honra, y lo pusiste sobre las obras de tus manos; sometiste todas las cosas bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, no dejó nada que no le sea sujeto. Pero ahora no vemos todavía que todas las cosas le sean sujetas. Pero contemplamos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles,// cuando se humillo a sí mismo y vino en forma de hombre a la tierra// a Jesús, coronado de gloria y honra a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, hacerlo autor de la perfecta salvación de ellos mediante el sufrimiento. Hebreos 2:7-10.
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